Visita especial. Carlos Tevez, reciente director técnico de Rosario Central, todo un emblema e ídolo de Boca Juniors, habló en exclusiva en el programa ESPN F10. Este jueves, el Apache contó detalles importantes de su carrera, cómo vive el presente, su estilo como DT, lo que más le apasiona de su nueva carrera, sus planes en el mundo del fútbol y lo que le sorprendió de Lionel Messi y el éxito de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar.
Tevez, de 39 años, se mostró suelto, contento y directo en la charla con el equipo de ESPN F10, en los estudios de ESPN. Una charla imperdible, con sabor a fútbol.
Lo que dejó Tevez en la entrevista en ESPN F10:
"Hace cuatro meses que no trabajo. Me quedaba en Arroyo Seco, entraba a Rosario para los partidos".
"Llevo la vida bien, tengo una familia estable. Estoy tranquilo, sin volverme loco, ja..:".
"Hicimos un trabajo importante en Rosario Central. El equipo corría 45 minutos y se 'morían' en el segundo tiempo. Era clave estar bien físicamente para poder competir en el fútbol argentno".
"Ahora viendo qué se hizo bien y qué mal, qué volvería a hacer y armar un nuevo proyecto. Casi seguro sumaré a otro ayudante en el cuerpo técnico. Es muy conocido, está trabajando ahora".
"Me gustaría seguir los primeros pasos en el país Obvio después me gustaría ir a dirigir a Europa, pero primero quiero formarme bien acá".
"Cuando tomé la decisión de ser entrenador, hay que hacer el luto como futbolista. Yo decidí, quería ayudar al fútbol y elegí ser técnico, para ayudar al jugador, en esta locura de querer ganar siempre. Me apasiona dar una mano, ayudar a los jugadores. Ser técnico es mi nueva carrera".
"Al llamarte un club te llama y está trabajando un técnico, no es ético, digo que no y que podemos hablar cuando no tenga entrenador".
"Tengo 39 años, me encanta estar en el campo, en el verde césped. Poder darle un abrazo a un jugador, que lo cambie, que venga más confiado, ayudarlos con algún consejo. Me gusta esto y me preparé. Dirigente no quiero ser, no me preparé por ahora para eso. Veré más adelante".
"Los managers no duran mucho en estos tiempos en los clubes. Hay que prepararse para comunicar lo que querés hacer, los planes. En nuestro fútbol esa tarea todavía está en un gris, no del todo clara".
"Tengo debilidad por Infantino, juega muy bien. Siempre me gustó su calidad".
"La Selección, para uno que jugó ahí, es un sueño. ¿Si me quieren para un proyecto en la Sub 20? Veré, puede ser. Yo tengo una manera, un modelo de enseñanza. Si les sirve, adelante. Tengo una línea, un estilo".
"Miro qué jugadores tiene mi equipo y me adapto a la situación. Es cuestión de definir qué sistema uno quiere como DT y ser claro con los jugadores, llegarles bien".
"Hay que entender el caso. Por ejemplo, en Central casi no podíamos salir a jugar de igual a igual en las canchas de Boca, River, Racing e Independiente. Había muchos pibes y teníamos que ser inteligentes para aprovechar nuestro potencial, sacar provecho cuando dejaban huecos al atacarnos. Al River de Gallardo le jugamos de igual a igualr, por ejemplo".
"Se aprende de todos los técnicos. Lo que hay que hacer y qué no. Hay que ir de frente siempre con el jugador, decirle si lo tenés en cuenta realmente o no. Tiene que haber siempre un hilo entre jugador y entrenador, se puede mover para un lado u otro, pero no romperse nunca. En el vestuario no me meto, es el lugar del jugador".
"Carlos (Bianchi) te ponía los puntos, te decía las cosas como debían ser. Cuando él te tenía que poner los puntos, lo hacía, sin vueltas".
"Primero siempre está el club, sea donde sea. Nunca adelante una figura o un técnico, siempre adelante el club. Eso los hinchas lo hacen saber siempre".
"Messi se hizo a los golpes... Me gusta ahora, cómo se revela, se enoja. Ahora vemos el Messi que nos gusta a todos. Antes no le salía eso, ser líder a los 19 o 20 años. Ahora es distinto".
"No me sorprendió el Mundial que hizo Messi. Sí cómo pateó el penal en la final. Yo decía: 'Este tipo tiene una frialdad'. Es bárbaro. Daba para fallarlo, es crack".
"En el Mundial me emocioné, temblaba. No podía creer ver a Messi levantando la Copa del Mundo. No podía creer la forma de los chicos de afrontar la final contra Francia, fue tremendo. Fue muy bueno cómo Scaloni fue rearmando y adaptando la formación y todos encajaron bien. Logró el sistema de juego que quería".
"Creo que ellos, los jugadores, ni fueron consciente de lo que hicieron en el Mundial de Qatar, cómo jugaron, cómo respondieron. Veía a Enzo (Fernández), Julián (Álvarez) y Alexis (Mac Allister) jugando con tanta naturalidad, no podía ser".
"Scaloni decidió poner a Julián Älvarez, por Lautaro Martínez, que era su goleador. Y le respondió perfecto. Y el arquero me encanta. El Dibu Martínez es bárbaro. ¿Agrandado? No, me gusta porque ataja. No es que se agranda y no te ataja un penal, ja".
"Me dolió más la caía en el Mundial 2006, porque estábamos mejor, teníamos un equipo para salir campeones. En 2010, con Diego (Maradona) como técnico no teníamos un plan tan claro, atacábamos mucho sí. Pero sentíamos que si nos encontrábamos con un rival bien parado podíamos sufrir, como nos pasó con Alemania".
"A Messi no lo llamé, me dio vergüenza, ja... Soy más de llamar y apoyar en las malas, que estar en las buenas. Soy así".
"No me costó pasar del Manchester United al City, justo a la vereda de enfrente, porque estaba enojado con Ferguson. Me hizo perder un año, casi no me ponía. Le dije que no firmaba, al final, y que me iba al City y se pone loco, rojo. Me gustaba jugar en Old Trafford, era como en La Bombonera".
"El gol del Kun Agüero con el City, para salir campeones después de tantos años, fue uno de los que más grité. Fue histórico para el club, estábamos perdiendo, después de una gran remontada en el campeonato, y parecía que se nos escapaba el tíulo, pero se nos dio".
"¿Mi mejor partido? Creo que la Copa Libertadores 2003, con Bianchi fue tremenda, no me sentía cuestionado, tenía todo para ganar".
"En la final de la Libertadores 2018, contra River en Madrid, creí que Guillermo (Barros Schelotto) me iba a poner. No estaba para exigir la titularidad, pero pensé que entraría. Soy de Boca, quería jugar y ganarla, pero no jugué. El hincha de River siempre me tuvo miedo. Yo si tengo a Tevez en el banco en una final contra River, lo pongo".
"Cuando volví de China el hincha de Boca me miraba de costado. El técnico, Alfaro, no me ponía, no me daba confianza, como que no quería que me vaya bien. Era raro, estaba discutido. Fue superarme a mí mismo. Ya después Russo me dio confianza. Ya me pateaban en el piso y reaccioné con ese final, ese gol a Gimnasia para salir campeones en nuestra cancha, con mi viejo en el palco y Diego (Maradona) ahí. Fue el final perfecto".