Durante las últimas décadas, el fútbol argentino tuvo finales de todo tipo. Entre clásicos rivales. En competencias internacionales. Polémicas. Agónicas. Con penales. Por ascensos y descensos. Pero hay una que todavía resuena, siete años después, y más en vísperas del Trofeo de Campeones que enfrentará a River Plate y Rosario Central: la definición de la Copa Argentina 2015/16.
Después de eliminar a Sportivo Rivadavia, Estudiantes de San Luis, Arsenal, Unión y Gimnasia, el River de Marcelo Gallardo se había plantado en su primera final de la competencia, que tenía un gran aliciente: la clasificación a la CONMEBOL Libertadores 2017.
El Millonario, de muy flojo campeonato, se exponía a quedarse sin competencia internacional durante el año siguiente, al ser decimonoveno de treinta equipos en el torneo local. Una situación idéntica a la de Boca, que fue decimoséptimo y no tuvo ni Libertadores ni Sudamericana.
Y el Central de Eduardo Coudet, por su parte, había bajado a Villa Mitre, Atlético de Rafaela, Deportivo Morón, Boca Juniors y Belgrano, pero en su caso se trataba de su tercera definición consecutiva de Copa Argentina, tras sucumbir en las ediciones anteriores frente a Huracán, por penales, y Boca, en una de las finales más polémicas de los últimos tiempos.
El Canalla no solo buscaba ganar su primer título desde la Copa Conmebol 1995, sino que quería encadenar participaciones en Libertadores por primera vez desde los setenta.
En el Estadio Mario Alberto Kempes, decorado por un recibimiento digno de esta instancia, River y Central protagonizaron un partido para la historia. Goles, penales, remontadas, polémicas y festejos le pusieron emoción a una noche inolvidable.
De entrada, a los 11 minutos, Lucas Alario adelantó a River desde los doce pasos, pero rápidamente Damián Musto (26'), tras una mala salida de Augusto Batalla, quien pidió falta, y Marco Ruben (30'), merced a un gran gesto técnico, dieron vuelta el encuentro para el elenco auriazul.
El Millonario lucía perdido en el flojo campo de juego del recinto cordobés, pero Patricio Loustau sancionó un polémico penal sobre Alario y el delantero anotó su doblete (40'), dejando el empate en el marcador de cara al complemento.
Allí, Ruben volvió a marcar la diferencia (63'), aprovechando otro error de Batalla, que dio un rebote largo, y el equipo del Chacho parecía encaminarse a cortar la racha de más de dos décadas sin títulos, pero la conexión entre Lucas Alario e Iván Alonso, el veterano uruguayo que volvía de una lesión, volvió a revertir el resultado.
Primero se la bajó el charrúa al Pipa, que completó un histórico hat-trick (72'), y al toque el ex Colón le devolvió el favor al Abuelo, que convirtió su gol más importante en River (75') y le dio al Muñeco su sexto título en el club, el primero en el ámbito local, tras la Sudamericana 2014, la Recopa 2015 y 2016, la Libertadores 2015 y la Suruga Bank 2015.
River, que se quedó con una de las finales más emotivas de las últimas décadas, porque tuvo todos los condimentos, alcanzó las semifinales de la CONMEBOL Libertadores 2017, cayendo en una controversial serie frente a Lanús, y dominó la Copa Argentina en los siguentes años: ganó las ediciones 2016/17 y 2018/19 y consiguió un invicto de 31 partidos, que se cortó en este 2023.
Central, por su parte, tuvo que esperar hasta la temporada 2017/18 para ganar el certamen, al derrotar por penales a Gimnasia y Esgrima La Plata, dejando atrás los tres subcampeonatos consecutivos.