Belgrano perdió este jueves en Córdoba por 2-0 ante Atlético Paranaense en el partido de vuelta de los octavos de final y se quedó afuera de la CONMEBOL Sudamericana .
El Pirata, que en la ida en Brasil había perdido 2-1, tuvo la mesa servida para al menos ganarle por la mínima al conjunto carioca y forzar los penales. Porque jugó desde los 20 minutos con un hombre más, a partir de la expulsión del argentino Lucas Esquivel por un tremendo planchazo a Facundo Quignon.
Sin embargo, no tuvo ni claridad ni eficacia para aprovechar esa ventaja numérica. Porque se quedó rápidamente con la posesión pero no supo qué hacer con la pelota. Atinó solamente a llenarle de centros el área a su rival, pero sin nunca crear real peligro allí.
Para colmo, a los 56 minutos y en el único acercamiento de Paranaense hasta ese momento del encuentro, cometió un error garrafal que terminó en el gol del visitante. Mariano Troilo fue a cerrar un largo pelotazo y el uruguayo Gonzalo Mastriani lo acompañó, más para molestarlo que para otra cosa. Sin embargo, el defensor calculó mal y se la dejó servida en el medio del área al charrúa que, cara a cara con el arquero, no dudó y la mandó al fondo de la red.
A los 56, apenas dos minutos después del gol de Paranaense, una acción esperanzó a Belgrano. El árbitro cobró penal para el Pirata tras una mano en defensa. No obstante, el VAR lo corrigió porque la infracción había sido afuera del área. Terminó en un tiro libre que no tuvo trascendencia.
El argentino Lucas Di Yorio sentenció el partido y la serie a los 89 minutos, cuando puso el 2-0 en un contraataque, cuando Belgrano estaba totalmente volcado en ataque. Lo curioso de la jugada fue que se desató a partir de que Juan Barinaga evitó un lateral, cedió rápido y se la terminó llevando un rival.