BARCELONA -- Quique Setién rompió su silencio dos meses y medio después de su despido en el Barcelona, en una conversación con el ex seleccionador español Vicente del Bosque publicada en el diario El País en la que desveló que en el club azulgrana "no he sido yo mismo", reconoció que, probablemente "debí tomar decisiones drásticas, pero pensé en el club" y, por encima de todo, se refirió a su relación, que no fue fácil, con Lionel Messi. "Es difícil de gestionar. Ves cosas que no te esperas", reveló.
"Creo que Messi es el mejor futbolista de todos los tiempos; hubo otros grandísimos jugadores pero la continuidad que ha tenido él a lo largo de los años no la ha tenido nadie. Si acaso Pelé", convino el entrenador cántabro, explicando que su día a día con el astro argentino no fue sencilla. "Hay otra faceta, que no es la del jugador, y es más complicada de gestionar, mucho más... Algo inherente a muchos deportistas, como se ve en el documental de Michael Jordan. Ves cosas que no te esperas".
Hay jugadores "que no son fáciles de gestionar en muchos sentidos y entre ellos Leo, es verdad... También hay que tener en cuenta que se trata del mejor futbolista de todos los tiempos. ¡Y quién soy yo para querer cambiarle! Si allí (en el Barça) le han aceptado durante años como es y no le han cambiado...", relató el técnico, quien dijo descubrir a un crack "muy reservado".
Messi, descubrió Setién, "es muy reservado, pero te hace ver las cosas que él quiere. No habla mucho; mirar sí mira... Después de irme, lo que sí tengo claro es que en determinados momentos debí tomar otras decisiones, pero hay algo que está por encima tuyo: el club. Y hay millones de personas que piensan que Messi, o cualquier otro jugador, es más importante que el club y que el entrenador. Él, como otros, han vivido 14 años ganando títulos, ganándolo todo".
En un momento de la conversación, Del Bosque recordó a Setién una frase de Gerardo Martino a Messi que se hizo famosa ('ya sé que si llama al presidente me puede echar en cualquier momento, pero no hace falta que me lo demuestre todos los días'). En este aspecto, el ex entrenador del Barça reconoció que "no me hace falta que nadie me lo diga porque lo he vivido personalmente. He tenido experiencias suficientes para hacer una valoración de cómo es realmente este muchacho".
"Seguramente a su manera es generoso; el problema es que la perspectiva desde dentro te engaña a veces. La realidad que ellos viven (los jugadores) no es la realidad que vivimos los demás", destacó el cántabro, confirmando que para los futbolistas del Barcelona, como para mucha gente de alrededor, "lo único que importa es ganar y lo demás no vale. Hasta que no dejas el fútbol y no pasan unos años, no ves con claridad la realidad de la vida".
Durante la charla Setién también reconoció que en el Barcelona no fue él mismo, no se pudo comportar como habría deseado. "Desde luego que no. No he sido yo mismo porque no he podido o no he sabido, esa es la realidad", admitió, recordando que "cuando firmas por un club de la dimensión del Barça ya sabes que las cosas no serán fáciles y la realidad es que no pude ser yo, ni he hecho lo que tenía que hacer...
“Es verdad que podía haber tomado decisiones drásticas, pero tampoco hubieran arreglado nada en un espacio tan corto como el que he estado y en el que todo se concentró después del confinamiento".
En ese sentido, el técnico valoró que antes del confinamiento "el equipo estuvo bien. Fuimos cambiando muchas cosas y al parón llegamos con dos puntos por delante (del Real Madrid en la Liga). Al volver empezamos bien en Mallorca, pero la situación se complicó y la trayectoria del Madrid fue extraordinaria. Al final, la tensión nos pudo", sostuvo, afirmando, aunque sin explicar en el fondo, que "hay situaciones que en otro contexto y en otras circunstancias yo tenía que haber sido diferente. No había tiempo ni para pensar, ni para trabajar. Si tomaba decisiones drásticas podían perjudicarnos".
"Quedas tremendamente dañado, pasas a la historia del Barça con esa derrota", asumió Setién por el 2-8 encajado frente al Bayern en Lisboa. "Asumo mi porcentaje de culpa", reconoció antes de insinuar que a lo mejor "algún día escribo sobre esto... Tras echarme me enteré de que la decisión ya estaba tomada de antes. Me enteré de todo...".