Guido Milán, uno de los exjugadores del Veracruz que más ruido hizo por los adeudos de Fidel Kuri Grajales, se mostró satisfecho porque ya le pagaron a través de la Asociación Mexicana de Futbolistas, instancia a la que agradeció, aunque acerca de la enseñanza que esta experiencia le deja, fue tajante al señalar: “me llevo un horrible recuerdo de un club que hace todo mal”.
El hoy jugador de Ferro Carril Oeste de la Primera B de Argentina, al que llegó como agente libre, indicó que se le cubrió el adeudo ya vencido, “cuatro cuotas de las seis que estaban pautadas cuando gané la controversia, más mi premio por salvarnos del descenso”.
De este modo, indicó, ya sólo quedan pendientes las dos últimas cuotas, las cuales corresponden a los meses de agosto y septiembre próximos, las cuales vencen el 15 de mes.
Acerca de la enseñanza que le deja el conflicto que tuvo que lidiar con el Veracruz, no titubeó para responder: “Malísima, malísima. Pasé un año durísimo, muy feo. No se lo deseo a nadie”.
“Yo me operé de una lesión muy grave de ligamento cruzado y de menisco, y a partir de la operación no me pagaron nunca más. Ha pasado un año de aquello y recién cobro. Lamentablemente del futbol mexicano tengo un recuerdo horrible. No de las personas, pero sí de un club que verdaderamente hace todo mal”.
Acto seguido, dio su respectivo mérito a la AMFpro, que lideran Álvaro Ortiz y el ‘Chaco’ Christian Giménez: “Gracias a Dios y la virgen existe una Asociación de Futbolistas que me parece que es importantísimo; ellos me han ayudado tanto a mi como a mi familia en todos sentidos. La verdad, lo valoro mucho; no pasa en todos lados. Gracias a Dios el futbolista mexicano tiene una asociación para poder apoyarse y confiar en alguien cuando pasan estas cosas”.
Sostuvo que lo que está pasando en este momento con los escualos, “se ve que no es nuevo, somos muchos los que no hemos cobrado, somos muchos a los que les adeudan dinero, y la prueba está en que el club está como está. Es una locura, es inentendible (sic) cómo un presidente puede llegar a hacer una cosa así”.
“Yo sólo ya espero que me paguen lo último que me deben y que se termine esto, y cerrar esta página en mi vida que ha sido muy fea para mí y para mi familia”.
Guido Milán tiene tres hijos y el más pequeño, de un año y dos meses, nació en Veracruz. “Fue muy complicado, porque el mexicano por ahí se puede refugiar en su familia y amigos. Nosotros, desgraciadamente, siempre estuvimos solos. Mis compañeros se portaron de muy mala manera, porque ellos seguían cobrando mes a mes y el que no cobraba era yo, y nadie decía nada”.
“Realmente ahí se ve una cosa que es el aferrarse a la familia. Mi esposa me ha bancado en todo momento, mis hijos también. Tengo 32 años, en el momento de la lesión tenía 31; fue una lesión muy difícil a esta edad, lejos de mi familia, en otro país”.
“Por eso te vuelto a repetir que la Asociación Mexicana de Futbolistas ha estado en todo momento conmigo, hablándonos, preguntando si necesitábamos algo; en paralelo, obviamente, a todas cosas legales”.
“Desgraciadamente hay una afición detrás que tampoco merece todas estas cosas, pero bueno, lamentablemente es lo que les toca. Hoy podemos decir que ya pasó, como te digo, me falta cobrar esas dos cuotas y esperemos que todo se resuelva de la mejor manera”.