<
>

Miguel Herrera sobre su salida de América: lo extracancha fue un pretexto

play
'Piojo' sobre su salida de América: lo extracancha fue un pretexto (2:04)

Miguel Herrera, en exclusiva para ESPN, considera que lo que ocurrió en el partido ante LAFC solo fue el pretexto de su salida. (2:04)

'Piojo' Herrera reconoció que le sorprendió su abrupta salida de las Águilas y el hecho que no tuvo contacto con el dueño del equipo

MÉXICO -- Miguel Herrera rompió el silencio tras 48 horas de que los altos mandos de Televisa tomaran la decisión de cesarlo del Club América.

En una extensa charla con ESPN, el hoy exentrenador de las Águilas reconoce que ciertas situaciones extrafutbolísticas pudieron orillar al propietario del club, Emilio Azcárraga, y a su director del Comité de Futbol, Joaquín Balcárcel, a tomar la decisión de despedirlo, pero al mismo tiempo defiende sus logros deportivos y asegura que lo ocurrido al medio tiempo de la Semifinal de la Concachampions contra el LAFC fue una excusa para cortar su proceso.



“Me parece que ese fue un pretexto, yo no puedo decir que fue lo extracancha porque sinceramente lo que pasó el sábado no fue absolutamente nada; yo iba platicando con el técnico de ellos (Bob Bradley) cuando el auxiliar (Ante Razov) se acercó, también gritaba no sé qué tantas cosas y le dije ‘calma, yo voy a calmar a la gente’. Yo estaba muy tranquilo, estaba calmando a mi gente, me estaba llevando a la gente y de repente me jaló el pelo y sí te descontrolas un poquito, pero no reaccioné, dije ‘no me puedo equivocar’. A lo mejor en otras épocas me hubiera volteado y le hubiera puesto un golpe o hubiera hecho algo, pero son tomas de decisiones que se dan en dos segundos, nos vamos y cuando regreso a la cancha me informan que estoy expulsado”, explicó el 'Piojo' en entrevista por videollamada.

“(Razov) Me estira la mano como para alejarme y me pica el ojo pero al final de cuentas, reitero, yo me fui al vestidor conciente de lo que teníamos que hacer en el partido para tratar de conseguir el objetivo que era seguir con el marcador a favor y aprovechar ese hombre de más que teníamos, entonces me parece que buscarle a esa situación es un pretexto, porque al final de cuentas soy así: soy pasional, no voy a cambiar de la noche a la mañana y no voy a cambiar porque eso reflejan mis equipos, la pasión y la determinación que yo siempre he mostrado”.

Sin embargo, el mismo Herrera admite que en ocasiones tiene que controlar mejor su temperamento.

“¿Que tengo que ser mesurado, sí, y hoy entre que pusieron eso y algunos lo agarran, son las circunstancias que pasan. Yo me quedo con el agradecimiento que le tengo a esta institución, con el cariño que me dieron todos, desde el primer día que aterricé (en América) a finales del 2011 hasta hoy que estamos a finales del 2020, todo el tiempo que pasé durante este club, me quedo con ese cariño, esa determinación que me dio la gente y me exigió la gente, del club y la afición, entonces no me quedo más que agradecido y buscar trabajar y hacer lo mejor posible a donde mis proyectos me lleven”.

El estratega de 52 años admitió que en su carrera las situaciones extracancha le han costado caro, como quedar fuera de la Selección Mexicana en 2015 tras un altercado con el comunicador Christian Martinoli, o ahora con América, pero siempre ha pagado todo.

Sí, hay cosas que he hecho que obviamente perjudican en mi trabajo, sobre todo después de lo del 2015, sin duda alguna son circunstancias que uno tiene que reflexionar, al final de cuentas eres el líder de un equipo y tienes que demostrar una cosa, cuando estás en la institución tienes que ser una persona mesurada y pensante, pero a veces te gana la calentura, a veces te gana el deseo de hacer lo mejor posible, pero también soy pasional, y si no soy pasional, no soy yo”, expresó.

“La única circunstancia fue la del 2015 (como DT del Tri), que traía un arrastre personal significativo y que explotó en mi cabeza, pero después de ahí nunca hubo una situación de golpes, nunca hubo zafarranchos. Dimes y diretes, pérdidas de concentración, sí; la de haber insultado a un árbitro (Marco Antonio Ortiz) cuando iba saliendo del estadio, que además lo dije de tonto a los medios que me preguntaban cuando yo me tenía que haber seguido, y esas son las calenturas que a uno de repente lo llegan a perjudicar”, agregó.

“Pero de todas y cada una de ellas he pagado mis consecuencias, tampoco se han quedado en deuda, no pueden decir ‘ah, se lo perdonaron’, ¡a mí nunca me han perdonado nada!, me han cobrado mis deudas, esas tonterías que yo he hecho las he pagado, no estoy en deuda, en ningún momento me dieron una segunda oportunidad, todas fueron puntuales y fueron pagadas, con multas o con estas circunstancias de quedarse sin trabajo por buscar ese pretexto, entonces desafortunadamente así ha sido mi carrera, seguiré pensando que tengo que ser mucho más mesurado, pensar en lo que el equipo necesita dentro de la cancha y que no necesita un líder que esté haciendo eso”.