Tal como sucedió en la Copa del Mundo de Qatar con Argentina, Messi se convirtió en el comandante en jefe del Inter Miami y engendró en Maradona para hacer campeón de la Leagues Cup al peor equipo de la MLS.
Guardando las infinitas distancias, Messi volvió a ‘maradonear’ en la Leagues Cup tal como lo hizo en el Mundial de Qatar 2022.
Jorge Valdano acuñó el término ante la exhibición de futbol y liderazgo que demostró Leo para conducir a Argentina a levantar la Copa del Mundo, emulando lo hecho por Maradona en México 1986.
Ocho meses después de conseguir el único y más preciado trofeo que le faltaba a su incomparable carrera, Leo volvió a ejercer de comandante en jefe y en siete partidos, sin margen de error, transformó al peor equipo de la MLS en campeón.
Fueron sus goles (10), desde luego, pero no solo eso, también su ascendencia en los compañeros, la motivación que impregnó, el compromiso y seriedad que demostró y ese ADN ganador que lo hace único.
Hoy, con el periódico del lunes en las manos, algunos analistas concluyen que “era lo más lógico y hasta predecible” que el Inter Miami se llevara la Leagues Cup al tener a Messi como refuerzo.
Olvidan que en estos tiempos ni siquiera Messi gana o pierde solo. Tuvo en Busquets a un incomparable socio desde los primeros minutos ante Cruz Azul, y con el paso de los partidos fue mejorando a cada uno de sus compañeros hasta conseguir la mejor versión de todos.
Contó con fortuna también, pues su equipo llegó a estar en la lona (ante Dallas) prácticamente liquidado y el rival no acabó por rematarlo, con lo que gestó una gran reacción. También en las dos tandas de penaltis el resto de los tiradores y el arquero dieron la cara.
Así que no, no era lo más “lógico ni predecible” que Miami fuera campeón. Pasa que se han normalizado las hazañas de Leo y por ende se les resta la importancia y complejidad que tienen. Pero había muchos equipos más estructurados y con mejor plantel, tanto de la MLS como de la Liga MX.
Sin embargo, Messi decidió ‘Maradonear’ una vez más y regaló siete partidos de colección en los que se hizo presente con golazos, liderazgo y algo más que siempre es necesario.
Así las cosas, son malos tiempos para quienes se empecinan en denostar al mejor futbolista de la historia porque él está enfocado en disfrutar y no entiende que exista mayor gozo que la victoria.