El mapa de la corrupción en la FIFA, ha sido tema de investigación por mucho tiempo, al tiempo que ha generado una de las noticias más impactantes en lo que a corrupción se refiere, en los últimos año. Destapar el velo que cubría este entramado, ha requerido mucho tiempo de paulatina investigación que terminó con un escándalo en un lujoso hotel de Suiza.
El periodista americano Ken Bensiger, ha sido uno de los mejor informados en este caso, al tal punto que en su libro “Red Card” brinda información detallada y precisa sobre el modus operandi de esta maquinaria de corrupción. Nacido en Seattle, residente de Los Angeles, casado con una argentina que conoció durante los cuatro años que vivió en Ciudad de México, Bensinger fue el invitado en la última entrega del podcast ‘Nos Ponemos las Pilas’ para conversar con Fernando Palomo sobre este caso.
“Podemos decir que la corrupción en FIFA comienza en 1974 en la ciudad de Frankfurt cuando un jóven dirigente de Brasil, Joao Havelange, gana las elecciones y llega al poder”, comienza destacando Bensinger, dando a entender que la misma lleva más de 40 años. “En ese tiempo, nadie pensaba que Havelange podría ser electo, pero su ambición le llevó a generar alianzas que lo depositaron en el sillón de presidente”.
Como en toda campaña previa a la votación, Havelange prometió cambios y los mismosvinieron por el lado económico, cuenta Bensinger en la charla. “Cuando Havelange fue elegido presidente, la FIFA estaba en virtual quiebra, ya que solo había 60 dólares en el banco. Pero el brasileño había hecho una alianza con quien controlaba Adidas, Horsf Dassler, quien tuvo la idea de imponer la venta de derechos televisivos en el futuro. Por entonces la FIFA los regalaba, tanto para radio como para TV, Por entonces los ingresos en FIFA se limitaban a la venta de entradas porque inclusive la publicidad en los estadios quedaba para los dueños de ese estadio”, sostuvo.
La alianza entre Havelange y Dassler comenzó a dar sus frutos a partir de los mundiales de Argentina en 1978 y de España en 1982. “El acuerdo entre estas dos personas funcionaba de esta manera” Dasller le decía a Havelange que le firmara los documentos que necesitaba, que él se encargaría del resto. Todo se vendía como un megapaquete a travéz de una empresa de Dassler que era ISL que tenía el control hasta el 2001. El problema es que resultó ser una compañía hiper corrupta, que operaba con sobornos y pagos bajo la mesa. Así, en el 2001 fue a la quiebra”
El modelo había sido creado y funcionaba de acuerdo a lo que cuenta Bensinger en ‘Nos Ponemos las Pilas’, quien además revela algunas particularidades de la relación Havelange-Dassler. “El presidente de FIFA no cobraba salarios sino que recibía dinero bajo la mesa. “Yo te pago por debajo de la mesa y tú firmas” parecía ser el acuerdo entre ambos. Podemos decir entonces que en 1974 comenzó el modelo de corrupción en la FIFA”.
Bensinger también contó detalles sobre como empezó a resquebrajarse este mecanismo hasta desembocar en el escándalo de Zurich. Entre otras cosas, habló de su investigación sobre un personaje llamado Chuck Blazer, de quien empezó a escribir un perfil suyo en 2014. “En la antesala del Mundial de Brasil 2014, recuerdo haber publicado un artículo sobre él que se titulo “El señor 10%”. Ese apodo era más conocido en Concacaf que en la FIFA y para mí Blazer era un personaje interesante al que investigar porque tenía mucha influencia en FIFA pero parecía el hombre invisible".
"Tenía un contrato con Concacaf por el cual no cobraba salario sino que recibía el 10% del total de los ingresos del organism. Además usaba tarjetas de crédito del organism para uso personal, compraba autos y departamentos, ropa y hasta vestimentas para sus novias”, comentó Bensinger.
Pero en la Concacaf también estaba otro personaje corrupto como Jack Warner, quien no solo era el president, sino el que controlaba los votos de la region del Caribe. “Warner era vicepresidente de FIFA y en algún momento se le cruzó la idea de ser presidente de FIFA” reconoció Bensinger para mencionar que la relación con Blazer se rompió cuando su avaricia llegó a tanto que despues de haber cobrado un soborno, le giró a Blazer el 5 % del mismo en lugar del 10%. “Allí es cuando, ante la traición, Blazer decide denunciarlo a la FIFA para que le pongan freno”.
¿Cómo se convierte Blazer en un soplón de lo que pasaba en FIFA? Por una cuestión amorosa. “Una exnovia suya”, dice Bensinger, "terminó en tan malos términos que decidió hablar de sus secretos” Es entonces cuando a Blazer no le queda más remedio que ponerse a colaborar con la investigación que estaba haciendo el FBI.
Otro de los soplones fue un brasileño llamado José Avila,quien manejaba la venta de derechos con su empresa Traffic que manejaba Copa América, Copa Libertadores y Eliminatorias. Y todo se hacía a travez de sobornos porque ningún directivo estaba dispuesto a firmar nada sin recibir algo a cambio. Tenía un empleado que creaba empresas offshore en Caribe y en Suiza para lavar dinero del fútbol. Así se convirtió en multimillonario, con grandes casas en Brasil y terminó con una mansión en Fisher Island en Miami. Justo el día que estaba por cerrando esta operación, que había costado 7 millones de dólares, fue arrestado por el FBI”.
Finalmente, Bensinger da una muestra más de las traiciones dentro de la FIFA contando una anécdota ocurrida el día que estalló el escándalo en Suiza. “José María Marín, un dirigente de Brasil, es arrestado en el hotel en presencia de su esposa. Entonces esta llama al cuarto de Marco Polo Del Nero, un abogado que heredaría en poco tiempo el puesto de president de la Confederación que dejaría Marin, para pedirle ayuda. Al contarle lo que estaba pasando, Marco Polo dice que va para allá a ayudarlos, pero lo que hace es empacar, tomar un taxi en el lobby, ir al aeropuerto y volver a Brasil. Desde entonces jamás ha salido de su país. Lo cierto es que cuando su amigo estaba en problemas, lo abandonó”, remató.
La conversación con Bensinger es muy rica en detalles sobre toda esta trama de corrupción y además hace referencia a la serie documental El Presidente que se acaba de estrenar. Sin dudas, una edición imperdible de ‘Nos Ponemos las Pilas’