Sudamericanos vs. Europeos. Una rivalidad que ha crecido con el pasar de los años y que ha mantenido una tendencia favorable para las Selecciones del Viejo Continente. Pero, ¿dónde podríamos ubicar el inicio de este enfrentamiento? Sí, en una pugna fuera del campo de juego.
Corría el año 1928. Luego del éxito de que había tenido el fútbol en los Juegos Olímpicos, se decidió en FIFA que sería una gran idea celebrar el primer Mundial de fútbol. Las sedes que se propusieron eran, en su mayoría, europeas. El único sudamericano era Uruguay, conjunto que venía de ser dos veces campeón de los Juegos Olímpicos.
Debido a esta gran distinción, la FIFA, con Jules Rimet al mando, decidió otorgarle a los Charrúas la posibilidad de ser la sede de este histórico momento. Los europeos, enojados tras esta determinación, organizaron un boicot al Mundial y solo 4 equipos del Viejo Continente participaron del mismo.
Este hecho, que derivó en que luego algunas Selecciones sudamericanas se negaran a participar en futuros Mundiales organizados en Europa, dio inicio a esta rivalidad que fue aumentando con el pasar de los años. Este cruce, que se renueva cada 4 años, ha mostrado dominios alternos.
Fueron pasando los Mundiales y, junto con ellos, los cruces entre sudamericanos y europeos. Durante los primeros diez años, la balanza de títulos era equilibrada: 5 para Sudamérica (Brasil X3 y Uruguay X2) y 5 para Europa (Italia X2, Inglaterra y Alemania (RFA) X2).
Sin embargo, la historia moderna comenzó a decantarse hacia el lado europeo. En las siguientes 11 ediciones, cuyo rango histórico finaliza con la Copa del Mundo 2018, solamente 4 selecciones de Sudamérica lograron el título (Argentina X2 y Brasil X2), mientras que 7 europeos hicieron lo propio (Francia X2, Italia X2, Alemania X2 y España).
En total, Europa lidera el historial de títulos mundialistas con 12 a 9 contra Sudamérica. De 2006 en adelante, se vive un hecho sin precedentes: se proclamaron campeones 4 conjuntos europeos de manera consecutiva (Italia, España, Alemania y Francia), lo que definitivamente marca el momento que atraviesa el fútbol de Sudamérica.
Si bien en los últimos años algunos países de Sudamérica, principalmente Argentina y Brasil, sacaron buenos jugadores que se marcharon jóvenes a Europa (Rodrygo, Vinicius y Kayky, como casos más recientes), las próximas generaciones europeas amenazan con llegar mejores y más fuertes que nunca a las próximas ediciones.
Con un recambio generacional mucho más amplio y con estrellas juveniles que ya son una realidad, los equipos de Sudamérica deberán encontrar una solución para poder hacer frente a este poderío europeo que parecería que va a extenderse por unos años más. En los últimos años de carrera de Messi, Neymar, James, Alexis Sánchez y Suárez, los combinados sudamericanos podrían jugarse la última bala para quebrar el dominio europeo en el ámbito mundialista el próximo 2022, cuando la pelota comience a rodar en Qatar.