Los tiempos cambiaron… El simple hecho de pensar que Peñarol invirtió 80.000 pesos para comprar el pase de una de sus máximas glorias, como el ecuatoriano Alberto Spencer, llama la atención.
Aquel pase fue tan curioso que se empezó a gestar en el túnel de un estadio… “En los primeros meses de 1959 hicimos una gira por el Pacífico y en un partido que jugaba Barcelona contra Huracán de Argentina, le vi a Spencer errar un gol de cabeza, como digo yo, haciendo el saludo de la bandera. Enseguida elude a tres argentinos y se manda un golazo. Después jugó contra nosotros y nos metió un gol entrando con la pelota en la cabeza. En el túnel del estadio Modelo me lo ofrecieron y les dije que lo llevaran al hotel. Allí hablé con el presidente Guelfi que había que traerlo. El pase de Spencer costaba 80.000 pesos y estaba todo arreglado”, recordó con su particular estilo el técnico de entonces de Peñarol, Don Hugo Bagnulo, en Estrellas Deportivas.
Años después, el propio Don Hugo fue testigo del regreso de Fernando Morena, que movilizó a los hinchas a través de una colecta popular. Aquel pase de Morena, que volvía de Valencia de España, fue a cambio 1 millón de dólares.
Para la época era una locura. Peñarol no disponía del dinero. Pero el presidente Washington Cataldi, apeló a una colecta popular bajo un lema que quedó grabado en la memoria de los aurinegros: “A Morena lo traemos todos”.
En ese entonces, el retorno de Morena se transformó en una de las inversiones más grandes del fútbol local.
Sin embargo, en 1998 los aurinegros aspiraban a conseguir un hito ganando el sexenio. El entonces presidente del club, José Pedro Damiani, se embarcó en la tarea de repatriar a Gabriel Cedrés.
El jugador estaba en América de México y se entró en un ida y vuelta por su ficha. Para volver al club, Cedrés tenía que hipotecar mucho dinero. Y lo hizo. El pase se concretó en un millón y medio de dólares que Peñarol abonó al club mexicano.
Pero Cedrés tuvo tanta mala fortuna que, en un partido contra Olimpia en Asunción, se pegó contra el palo de un arco y se fracturó el hombro. La lesión determinó que tuviera que ser intervenido quirúrgicamente y pasó mucho tiempo inactivo.
En el año 2013, Peñarol realizó otra fuerte inversión por un jugador uruguayo: Carlos “Discoteca” Núñez, delantero que se había destacado en Liverpool.
Los aurinegros invirtieron un millón de dólares para adquirir el 25% de su ficha que tenía un costo total de 4 millones.
Más acá en el tiempo se recuerda otra fuerte apuesta de los aurinegros cuando, en 2023, compraron el 80% de la ficha de Franco “Cepillo” González, delantero que había deslumbrado en el Mundial Sub 20, en dos millones de dólares.
Lo que jamás imaginó Don Hugo Bagnulo, cuando allá por 1959 sugirió la compra de Spencer a cambio de 80 mil pesos, es que la explosión del fútbol generó inversiones millonarias como la que está a punto de concretar Peñarol con Leo Fernández.
El presidente Ignacio Ruglio igualó la oferta de River Plate de Argentina, y ofertó la cifra récord de 7 millones de dólares para comprar la ficha del jugador más desnivelante del equipo en la pasada temporada.
¿Cómo la paga? Ruglio dijo que hay caja y que, además, cuenta con un grupo de empresarios dispuestos a colaborar para que Leo se quede en el club.