El fin de año de 1982 fue duro de digerir para los hinchas de Nacional. Su eterno rival, Peñarol, se había coronado campeón del Mundo tras vencer a Aston Villa de Inglaterra en la final de la Copa Intercontinental que se disputaba en Tokio.
Fue entonces que la Directiva de Nacional decidió romper la chanchita, como se dice habitualmente, para armar un buen equipo de cara a 1983. Y surgió algo que quedó para la historia: El Nacional de las Estrellas.
Los tricolores, en un gran esfuerzo económico adquirieron algunos jugadores de nivel entre los que destacaban el argentino Miguel Ángel Brindisi, Antonio Alzamendi, Carlos Aguilera y Carlos Berrueta, entre otros.
Las negociaciones fueron variadas. Trueques, préstamos, y compras formaron parte de un paquete en el que Nacional terminó invirtiendo: 250 mil dólares por Aguilera, 170 mil por Berrueta, 110 mil por Alzamendi y 80 mil por Brindisi y el zaguero Juan Ferrari. Total: 610 mil dólares.
Lo que se pagó en ese entonces sería imposible de realizar en estos tiempos donde se invierten cifras astronómicas por los futbolistas.
De hecho, cuesta creer que el Chino Álvaro Recoba llegó sin cargo a Nacional a través de un paquete de jugadores que le ofreció el empresario Francisco Casal al club, luego de que lo rechazara el entonces presidente de Peñarol, José Pedro Damiani.
Los aurinegros querían solo a Recoba, pero el paquete incluía Jorge Puglia (Fénix), Néstor Correa (Liverpool) y Ricardo Bitancort (Danubio).
Otro de los pases que llamó la atención en su momento fue la inversión que realizó Nacional en febrero de 1991 cuando adquirió la ficha del Pompa Edgard Borges.
Aquel pase fue muy comentado en su momento. Primero porque Danubio debió convocar a una asamblea de socios para autorizar la transferencia ya que el club de Maroñas no vendía jugadores a los clubes grandes.
Una vez aprobado, el pase se complicó porque el entonces presidente de Danubio, el Ingeniero Héctor Del Campo, puso a consideración un planteamiento sobre una futura transferencia. Nacional había propuesto que el club de la franja se llevara el 30% de la diferencia entre el bruto de la transferencia y la cifra de 800 mil dólares si el pase se hacía antes del año.
Polémicas al margen, la operación se terminó cerrando en 640 mil dólares.
El día de firmar, el Pompita apareció en la sede de Nacional vestido de etiqueta: smoking y moñita.
El regreso de Alexis Rolín a Nacional también fue una de las inversiones más caras que realizaron los tricolores. La vuelta del zaguero fue muy particular porque Nacional terminó abonando un millón de dólares como parte de pago de la deuda que mantenía Catania de Italia con los tricolores por el pago del pase del jugador.
Más acá en el tiempo, en el año 2009, Nacional realizó otra inversión importante para incorporar al delantero del momento: Sebastián Balsas. Los tricolores invirtieron medio millón de dólares para adquirir el 50% de su ficha a Racing.
Pero la compra más cara de la historia de Nacional fue la adquisición de un porcentaje de la ficha del goleador Juan Ignacio Ramírez.
El Colo llegó a Nacional el 18 de enero de 2022 tras pagar 700 mil dólares por el 10% del pase del jugador.
Lo llamativo del caso es que, pese a la cifra que pagaron, Ramírez era suplente en Nacional. Primero del argentino Emmanuel Gigliotti y a mitad de año, sorpresa: ¡Volvió Luis Suárez!
Pese a ello, el club le renovó el contrato a Ramírez por dos años y compró el 40% de su ficha, por lo que, al tener el 10%, quedó como socio de Liverpool que mantuvo el 50% del negocio. Se estima que Nacional terminó abonando 2,2 millones de dólares por la mitad de la ficha del delantero. En 2024, Ramírez fue negociado a Newell`s Old Boys de Argentina.