El pasado lunes, Andrés D’Alessandro se convirtió en refuerzo de Nacional para el Torneo Apertura 2021. En un fichaje que sacudió el mercado local, el Tricolor repitió una estrategia que ya había empleado en años anteriores de traer a una figura en el cierre de su carrera.
D’Alessandro llegará con 39 años y nueve meses (cumplirá los 40 en abril) luego de más de una década en el Internacional de Porto Alegre, de donde se fue como ídolo absoluto, campeón de la Libertadores, Sudamericana y Recopa, además de seis Campeonatos Gaúchos.
Una década atrás, Nacional hizo un fichaje al que se le pueden marcar diversos puntos de contacto: el de Marcelo Gallardo. El “Muñeco” llegó en 2010 para finalizar su carrera futbolística luego de dos torneos con su querido River Plate, de donde también salió y brilló el nuevo futbolista del Bolso.
Gallardo llegó con algunos años menos: tenía 34 cuando se puso la camiseta blanca, pero fue fundamental en esa única temporada para levantar el trofeo del Campeonato Uruguayo. A la siguiente temporada, se estrenó como DT en el banco del Tricolor y volvió a gritar campeón. D’Alessandro tiene el curso de entrenador hecho, pero ha declarado que no tiene decidido si se abocará a esa actividad apenas concluya su carrera. Tampoco indicó si llegará a Uruguay para despedirse luego de una sola temporada, pero el paralelismo con Gallardo y la opción de que continúe con una línea similar al “Muñeco” es lógico.
Ambos también demostraron respeto hacia el Bolso, incluso antes de tener un vínculo directo con la institución. Por ejemplo, luego de jugar ante el Tricolor en la Libertadores 2019, D’Alessandro indicó: “hay que respetar a Nacional, es un equipo importantísimo a nivel internacional, que tiene muchas más Libertadores que nosotros (Inter); tiene tradición”. El día que llegó a Uruguay para vestir la casaca del Bolso, Gallardo dijo que se sentía muy feliz de llegar al club y que sintió “de entrada, una especie de conexión con el aspecto humano, eso es importante a esta altura de mi carrera”. También, destacó sentirse cómodo con lo que había visto de la institución, así como “querido y respetado” y dijo que esto era lo mismo que él sentía hacia los que habían confiado en él para su llegada.
D’Alessandro ha declarado que el DT que más le marcó fue Marcelo Bielsa, quien lo dirigió en la selección argentina, y el “Loco” es alguien que Gallardo también cita como una de sus mayores referencias junto a Alejandro Sabella. El propio D’Alessandro fue dirigido por Gallardo en la última etapa en River del ahora futbolista de Nacional, por lo que se pueden esperar similitudes entre sus estilos de juego cuando le toque pasar al otro lado de la línea de cal.
Como jugadores, los puntos de contacto entre D’Alessandro y Gallardo son más fáciles de encontrar. Ambos eran volantes ofensivos que lucieron la 10, que les gustaba tener la pelota, de fina pegada y regates deslumbrantes. Dos jugadores a los que no les pesaba ser la manija del equipo ni cargar con la responsabilidad de liderar al cuadro cuando las papas quemaban. El gusto de Gallardo por cuidar la posesión y por las progresiones prolijas en la cancha se ve hoy en día en su estilo como DT.
Los pasos previos a sus llegadas a Nacional como jugadores tuvieron también sus paralelismos, porque no tuvieron una despedida a la altura de las figuras que fueron. El “Muñeco” tuvo una salida algo triste del Millonario, ya que no pudo estar en cancha en su último encuentro contra Tigre en 2010 (que fue una derrota por 5 a 1 de River) y dejó al club de la banda roja por entender que el DT de ese entonces, Ángel Cappa, no lo tendría en cuenta. D’Alessandro, por su parte, también fue suplente en su último juego, pero al menos ingresó al minuto 87’ en la victoria 2 a 0 sobre Palmeiras. En un escenario normal, hubiera sido para recibir la merecida ovación por sus años de servicio, pero con las tribunas vacías por la situación del COVID-19, al “Cabezón” le faltó el calor de la hinchada en su adiós al Colorado.
La llegada de D’Alessandro a Nacional se verá demorada porque se amplió por 20 días el ingreso de personas al país, pero cuando arribe, el argentino comenzará un capítulo en el que buscará dejar en Nacional una gran huella tal como lo hizo su excompañero, amigo y exentrenador.