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No importa el mes, otro Masters apunta al drama del fin de semana

La disputa por ‘Green Jacket' se pone muy interesante en la recta final del Masters de Augusta

El Masters en noviembre prometió ser diferente y eso fue mucho antes que una pelota estuviera en el aire.

Sin cuerdas, sin gradas, sin aficionados y sin rugidos. Sin azaleas, aunque hay camelias. En lugar del primer corte, hay un rough complicado. Y con dos salidas simultáneas.

“Creo que a ninguno de los jugadores le molesta”, dijo Phil Mickelson, tres veces campeón del Masters que juega el torneo por vigésimo octava vez en su carrera, pero ninguno como éste.

“Estamos agradecidos de tener una oportunidad de jugar el Masters y pelear por la ‘Green Jacket’. Apreciamos el esfuerzo que hacen. Es cinco o 10 veces más difícil tener un torneo así este año que en el pasado, y el club ha trabajado todos los días muy fuerte en el evento. Estamos agradecidos”.

Una cosa que Mickelson no dijo fue: el torneo se cumple desde un cierto punto de vista.

Casi siempre, el Masters es convincente. Amateurs y veteranos entran en el famoso campo de Georgia y sienten la historia correr por sus venas. Algunos se congelan del miedo, una reacción natural. Otros, se inspiran y lo muestran en su juego. El drama siempre está presente.

Este fin de semana parece que no será diferente. Otro factor es que las circunstancias son las no habituales.

La edición 84 del Masters se juega por primera vez en un mes diferente a marzo o abril. El field se cerró con 96 jugadores en marzo, al parejo de la cuarentena, y solo dos jugadores se retiraron debido a un positivo a Covid-19, incluido el campeón en 2017 Sergio García.

Y, sin embargo, aquí estamos con el número uno del mundo Dustin Johnson empatado en el liderato junto con los lugares dos y tres del ranking mundial, Jon Rahm y Justin Thomas, así como un par de elementos talentosos y renovados como Abraham Ancer y Cameron Smith.

Patrick Cantley, quien ganó el ZOZO Championship hace tres semanas y quien fue contendiente en el Masters del año pasado, está apenas un golpe atrás. También el campeón de 2016 Danny Willett, quien pasará el corte desde su victoria en aquel año.

Tommy Fleetwood, Justin Rose y el excampeón del Open, Louis Oosthuizen están en la contienda.

También Mickelson, quien va cuatro golpes detrás, así como Brooks Koepka, cuatro veces ganador de Majors. Incluso el campeón defensor, Tiger Woods no está fuera de la pelea, pues está a cuatro golpes de los líderes.

Hay 18 jugadores a menos de tres golpes del liderato y 13 de ellos están entre los primeros 30 mejores del mundo.

“No me preocupa que estén ahí” dijo Rahm, quien ganó el Memorial Tournament y el BMW Championship este año. “He visto sus nombre todo el día, creo que es el factor que es el último evento del año que muchos de nosotros vamos a jugar y creo que eso importa mucho. Todos queremos terminar este año con estilo y fuertes, creo es eso”.

“Es un campo donde debes ser bueno desde el tee. Necesitas ser bueno con los fierros. La mayor parte de tu juego debe ser muy buena, en realidad muy buena, lo que será un factor para muchos jugadores. No hay sorpresa por qué los mejores jugadores tienen una oportunidad este torneo”.

El escenario, el fondo, pueden ser diferentes, pero el golf sigue siendo bueno, bastante bueno. “Ha sido maravilloso y sé que no es lo mismo que en abril, pero es increíble y amo estar aquí”, dijo Ancer, quien juega su primer Masters. “Es uno de mis lugares favoritos en el mundo”.

No está solo en lo que piensa. Ancer tal vez no se llevará la experiencia completa que ofrece el Masters, pero aún así es especial. Normalmente toma tiempo acostumbrarse a Augusta National, y Ancer ya encontrará una dificultad.

Pero por ahora, toma la ventaja y tal vez los beneficios de nos tener distracciones del ruido o el público gritando.

“Creo Creo que me ha costado un poco superar el miedo de Augusta National”, dijo Thomas, quien ha mejorado poco desde sus cuatro apariciones previas, empatando en Agar 12 el año pasado. “Va a jugar diferente cada año y con condiciones diferentes. Cuando está firme y rápido, tienes que jugar diferente en semanas así”.

“Puedes hacer tantos birdies como quieras si tienes control de tu bola. Si pegas bien con el driver, tienes muchas oportunidades de caer en los greenes con los fierros. Los greenes están muy buen y si caes en los lugares correctos, puedes hacerlo desde donde quieras”.

Bernhard Langer, quien jugó su primer Major en 1976, se convirtió en el jugador más viejo en pasar el corte, pues lo logró a los 63 años. El dos veces campeón, mismo que le puso la ‘Green Jacket’ a Jack Nicklaus en 1986 como campeón defensor, busca hacer un buen papel ante jugadores que todavía no nacían cuando ganó sus dos títulos en Augusta National.

“Me gusta este campo”, dijo Langer. “Creo que sé cómo jugarlo, incluso con los bastones largos que uso. Pero no es fácil. Es un lugar para los que pegan largo, siempre ha sido así. Digo, ¿por qué Jack ganó seis veces y Tiger cinco? Porque eran los que más lejos pegaban en su tiempo. Creo que eso siempre ha hecho este lugar”.

Y las estrellas también. Hay muchas a la vista, ya que un Masters anormal produce algo de normalidad y se desarrolla hacia el fin de semana.