Una de las estrellas más grandes en la historia de las artes marciales mixtas femeninas decidió regresar.
La ex campeona de peso gallo de UFC Miesha Tate (18-7) le dijo a ESPN el miércoles que aceptó una pelea contra Marion Reneau (9-7-1) el 17 de julio. Ironicamente, Reneau le dijo a ESPN que decidió que la misma pelea será la pelea final de su carrera profesional. UFC no ha anunciado la pelea o un evento en esa fecha, pero se espera que sea un UFC Fight Night.
"¡Mi corazón está lleno de pasión, el fuego se ha encendido!", le dijo Tate a ESPN en un mensaje de texto. "El deporte me ha estado llamando, es hora de que responda".
Tate, de 34 años, anunció su retiro de MMA en 2016, pero siguió involucrada en el deporte como embajadora y ejecutiva de One Championship, una promoción con sede en Asia. Además de ganar un título de UFC, Tate tuvo un campeonato de 135 libras en Strikeforce. Su rivalidad con Ronda Rousey entre 2012 y 2013 es considerada una de las mayores rivalidades en la historia de las MMA.
Tate también tuvo dos hijos mientras no competía.
Según la política antidopaje de UFC, un atleta que regresa de su retiro está sujeto a un periodo de prueba de seis meses antes de reanudar la competencia. Esa regla es exclusiva del programa de UFC, que es administrado por la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (USADA). Sin embargo, UFC tiene la capacidad de renunciar a este requisito, dependiendo de varias circunstancias. Los funcionarios de UFC no comentaron de inmediato sobre el caso específico de Tate.
Reneau, de 43 años, está en la pelea final de su contrato con UFC. Estuvo a punto de irrumpir en el panorama del título en 2018, pero desde entonces ha perdido cuatro decisiones ante competencia estelar en Cat Zingano, Yana Kunitskaya, Raquel Pennington y Macy Chiasson.
"Sabía que mi última pelea sería cuando tuviera 43 o 44 años", dijo Reneau. "Por supuesto, me siento increíble. Me siento lo mejor que me he sentido. Pero llega un momento en el que siento que es hora de seguir adelante y en mi mente, siempre supe que terminaría mi contrato y que eso sería el final”.
"No puedo pensar en una situación mejor, solo porque me gusta decir que crecí viendo a Miesha. Ella fue una de mis primeras ídolas cuando comencé a pelear. Solía soñar con pelear con ella, y ahora está llegando a suceder en lo que resulta ser mi última pelea".