La historia del MMA femenil no puede entenderse sin Miesha Tate (18-7), la gran antagonista de Ronda Rousey, la campeona que destronó a Holly Holm, y una de las más populares entre los fans que decidió alejarse en el mismo 2016 cuando consiguió el título.
Aunque apenas tenía 29 años, ‘Cupcake’ tenía una década como profesional en las artes marciales mixtas y la carga de ser una de las máximas estrellas desde sus días de Strikeforce, mucho antes de llegar al UFC.
El retiro fue necesario después de UFC 205, donde Raquel Pennington la neutralizó.
Éste sábado será la coestelar de la cartelera en el UFC Apex ante la veterana Marion Reneau (9-7) con una presión infinitamente menor a la que vivió aquella última noche en el Madison Square Garden.
“Estoy encantada, es una transición fácil de vuelta a todo, siento que no me perdí nada. Es como subirse a una bicicleta. Pero estoy contenta de que es una cartelera pequeña, que no hay boletos a la venta, por raro que suene, es bueno pensar que no habrá público. No tengo que preocuparme por los que vienen, es solo salir, hacer mi trabajo y regresar a casa con mis hijos y es todo, estoy contenta”, explicó Tate en entrevista con ESPN Digital.
Entre sus compañeras de entrenamiento se encuentra la mexicana María José Favela, que recientemente debutó en Invicta FC y es una de las que atestiguó la buena forma de Tate antes de que anunciara su retorno. Para muchas de las que comparten gimnasio con ella, la estadounidense luce incluso mejor que cuando reinó en las 135 libras.
“Es increíble, María ha sido muy útil en este campamento, siempre dispuesta a hacer sparring, aprecio eso y me siento mucho mejor que antes. Hay una ligereza en mi movimiento, en mis pies, creo que se refleja con lo que está pasando en mi vida, estoy en una situación más ligera en mi vida y me siento muy bien”, agregó Miesha, quien hoy se ha mudado a Las Vegas, tiene dos hijos y ha cambiado todo su campamento.
Su entrenador principal en el pasado, fue su ex pareja, el peleador Bryan Caraway, de quien se separó en términos complicados, que incluso llegaron a la corte por una denuncia de robo por parte de Tate.
La distancia del octágono sanó sus lesiones, pero le dio espacio para abrirse a nuevas técnicas y crecer como peleadora: “Mi cuerpo sanó rápidamente, pero mi mente tomó años en sentirse mejor, en un lugar donde me sintiera sana y lista para recibir nueva información. Este tiempo que tomé, siento que descongestioné mi mente, ahora puedo ver las cosas de una forma diferente, siento que mi cuerpo y mi mente se conectan de una forma que no era posible antes. Aprendo las cosas más rápido y me siento como sangre nueva en el UFC”.
Ahora dice sentirse en condición para abrirse un hueco entre las mejores de la división para volver a pelear por el campeonato, sobre todo, tomando en cuenta que las veteranas de la división como Amanda Nunes, Holly Holm, o Germaine de Randamie siguen dominando la parte alta del ranking,
“Se parece mucho al panorama cuando me fui. Y creo que estoy emocionada por regresar y sacudir un poco ese orden, convertirme en contendiente, darle sabor a la división. Estas chicas son muy buenas, muchas de las que estaban en la cima siguen ahí, siento que encajo perfecto ahí y me ya quiero estar ahí y hacer mi baile”, agregó.
Tate tiene solo palabras de respeto para Renau, con quien hoy tiene mucho en común, a pesar de ser 10 años menor que ella y que será quien le de su despedida del UFC:
“Me encanta, creo que es una mujer admirable, ella también es madre, es maestra, es alguien que regresa algo a la comunidad, es una gran persona y es una gran peleadora, es dura y tiene un par de decisiones divididas en su contra que pudieron hacerla contendiente número uno en caso de ganar. Peleas cerradas y nunca ha sido finalizado en el UFC, no muchas mujeres pueden decir eso; ciertamente Amanda (Nunes) no puede, yo no puedo, Holly (Holm) no puede Julianna (Peña) no puede. Todas estuvimos en peleas duras, corremos muchos riesgos y al veces pelemos, pero de alguna forma ella nunca ha sido finalizada así que es algo que quiero hacer el sábado, pero como sea, es una peleadora sólida, quiero sacar esa victoria y ya quiero que llegue la hora”, explicó Tate, quien se corono en el lejano UFC 196.
Finalmente Tate elogió a su ex compañera de entrenamiento, Julianna Peña, quien retará a Amanda Nunes en UFC 265 el próximo 7 de agosto en Houston.
“Tiene las herramientas, Julianna es una peleadora tan subestimada, una gran grappler. Es la peleadora menos golpeada en la división, lo que significa que es una maestra en cerrar la distancia, si te atrapa estás en problemas, tiene un juego de piso excelente y pega como hombre, así que si te pega con esa mano derecha -que muchas mujeres temen- y las mete en el clinch.
Ahora, de Amanda, no hay suficientes cosas buenas que pueda decir, es fenomenal en todos los sentidos y será una gran pelea. La veo como un 50-50 para ser honesta, como un volado, si pelean 10 veces, ganan cinco y cinco, muy cerrada y estoy emocionada por verla”, valoró la ex campeona.
Tate hará su regreso al octágono en las Vegas este sábado en la cartelera estelarizada por el ruso Islam Makachev y el brasileño Thiago Moises.