VERACRUZ (Notimex).- Medio siglo después de lograr
el título de bateo con Indios de Cleveland, el pelotero veracruzano
Roberto "Beto" Avila González falleció esta noche en una clínica
privada de este puerto debido a problemas diabéticos y pulmonares.
El segunda base veracruzano, considerado uno de los máximos
exponentes mexicanos en las Grandes Ligas, murió a los 78 años de
edad, luego de que durante el transcurso del día fue reportado como
grave a causa de una descompensación de glucosa y una infección
pulmonar.
Con motivo de los 50 años de su título de bateo con la tribu de
Cleveland, la temporada 2004 de la Liga Mexicana de Béisbol estuvo
dedicada a "Beto" Avila, el primer pelotero latino en ser "champion
bat".
El deceso de "Beto" Avila ocurrió a las 22:17 horas, según
reportes de la clínica donde era atendido de una complicación
diabética e infección pulmonar que lo mantuvo hospitalizado las
últimas 72 horas.
Xiconténcatl García Jiménez, médico de Avila González, explicó
que el paciente se mantuvo en condiciones de gravedad durante las
recientes 24 horas, y finalmente una crisis pulmonar provocó el
deceso.
"Beto" Avila, quien fue hospitalizado en un nosocomio privado de
la ciudad tras haber sufrido un shock diabético, nació el 7 de Junio
de 1926 en esta ciudad y conquistó el campeonato de bateo de la Liga
Mexicana en 1947, con .346 de porcentaje vistiendo el uniforme de los
Pericos de Puebla.
En 1948 fue contratado por los Indios de Cleveland para ocupar
el lugar que dejaba vacante una gran estrella, Joe "Flash" Gordon,
mas el talento y dedicación de Avila le permitió adueñarse
definitivamente de la posición en 1950.
Su hijo Roberto Avila Díaz Mirón relató que desde el pasado
viernes el Champion Bat comenzó a sentirse mal y el sábado tuvo un
desvanecimiento por lo que lo internaron en un hospital privado de la
ciudad.
El que fuera alcalde de Veracruz fue alabado por su
inteligencia, su juego siempre agresivo y su firme determinación de
establecerse en el mejor béisbol del mundo.
En las 11 temporadas que actuó en las Ligas Mayores participó en
mil 300 juegos, acumulando un porcentaje de bateo de .281, con 80
jonrones y 467 carreras producidas.
Con el propósito de "colgar los spikes" jugando en su propia
tierra, el pelotero retornó a la Liga Mexicana, con los Tigres del
México para conducirlos a la conquista del gallardete, y durante su
última temporada bateó .333 e implantó el récord de 125 carreras
anotadas.
Su cuerpo fue trasladado a una funeraria donde esta noche es
velado por sus familiares, amigos, deportistas y políticos, y por el
momento se desconocen los detalles de su sepelio.