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Mandzukic, el héroe del Atlético

MADRID -- Mario Mandzukic es aguerrido y valiente. Temerario, incluso. Un hombre con un carácter explosivo dentro de la cancha y un hueso duro de roer fuera de ella.

Para su entrenador, es un jugador "intenso" que contagia a sus compeñeros, pero sobre todo, un hombre "comprometido" con la causa del Atlético de Madrid. Para el resto del plantel, es un delantero capaz de forzar hasta el límite para salirse con la suya. Por ejemplo, jugar esta noche ante el Olympiacos.

Tras sufrir una lesión en las cervicales en el encuentro del pasado sábado ante el Málaga, al jugador de 28 años se le complicaba llegar al encuentro de esta noche. Más complicado, no obstante, era convencerlo de lo contrario, según admitió el técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone, en la víspera.

Veinticuatro horas después, Mario Mandzukic no sólo participó en el encuentro, sino que acabó como el héroe de la noche al anotar tres goles en la victoria por 4-0 que asegura la participación del cuadro colchonero en los octavos de final de la Champions League.

"El carácter (fuerte) es una de sus características. Es intenso y eso contagia al equipo. Está respondiendo de la mejor manera y buscamos sacarle más partido a su talento cerca del área", destacó Diego Simeone en rueda de prensa tras el encuentro.

Con esa "intensidad" esta noche jugó tocado y aunque la experiencia del Cholo con jugadores que arriesgan de más no ha sido de lo más exitosa, apostó por confiar en las sensaciones del jugador después de que el cuerpo médico diera el visto bueno. El gesto no pasó por alto para sus compañeros, que reconocen, a veces hasta agradecen, la valentía del jugador.

"Jugó medio tocado del cuello y es increíble lo que luchó y lo que se entregó. Eso es de buen delantero. Siempre está ahí. Se valora mucho y lo que él hace, a la hora de luchar, es algo que otros jugadores no hacen" dijo tras el encuentro el defensa central José María Giménez.

Tampoco es la primera vez desde que llegó al Atlético de Madrid, el verano pasado, que el croata juega entre algodones. Lo hizo en septiembre, cuando tuvo que hacerlo con una máscara protectora luego de que acabó el encuentro de ida ante el Olympiacos con una fractura nasal.

Tres semanas después, el croata estaba de vuelta en el terreno de juego intentando mostrar que merecía el puesto de titular. Y es que entonces sumaba apenas tres tantos anotados en seis encuentros, una cuota pobre para el hombre que llegaba a suplir al último gran ídolo de la afición rojiblanca, Diego Costa, quien la pasada campaña firmó 45 tantos.

Con su triplete de esta noche, el primero con la camiseta del Atlético de Madrid, el croata llegó a 11 tantos en 17 partidos y salió del campo ovacionado por una afición que empieza a verle el lado positivo a su presencia.

"Siempre he dicho que independientemente de que marque o no, siempre ayuda muchísimo. Lleva mucho tiempo demostrando lo que tiene, es importante que el equipo se beneficie de cada momento y de cada jugador", comentó Raúl García, tercer capitán del equipo y autor del primer tanto de la noche.

El delantero, hosco por naturaleza, se empieza a adaptar al grupo y a la ciudad. Y eso que no habla en español todavía. Si con sus compañeros se comunica en inglés --aunque también domina el alemán-- de la puerta del vestuario hacia afuera se empeña en hablar exclusivamente en croata. Con la prensa, ni eso.

A Mandzukic no le gusta dar entrevistas ni siquiera cuando su equipo gana con tres goles suyos. "No tengo nada que decir", espetó, en croata, al llamado de su único compatriota presente en el Calderón, Miho Dobrasin, corresponsal en España del diario croata Vecernji List.

Es ese carácter, también, con lo que se ha convertido en ídolo en Croacia tras marcar 15 goles en 55 partidos con la selección y, de alguna manera, con lo que saltó a la fama en su país, cuando en la temporada 2007-2008, jugando para el Dinamo Zagreb, terminó como el jugador con el mayor número de tarjetas amarillas en el equipo.

"La gente lo ama, pero ya saben cómo es. Ahora que tiene un técnico nacido en Alemania (Niko Kovac), ya tiene más disciplina, pero siempre ha sido así, un poco loco", comentó Dobrasin antes de salir corriendo en ayuda del departamento de comunicación del club, pues por requerimiento de la UEFA, Mandzukic (que ya había logrado escabullirse hasta el estacionamiento) debía hablar con el medio oficial del organismo y se rehusaba a utilizar un idioma que no fuera el suyo.