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El día que el mundo conoció a Michael Phelps

"WR Austin" era la frase que usaba Bob Bowman en cada hoja de trabajo que le entregaba a su pupilo Michael Phelps después de acudir a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, y regresar sin medalla.

Se refería a los selectivos nacionales de Estados Unidos, que se harían en Texas seis meses después de los Olímpicos, para elegir al equipo que iría al Mundial de Natación Fukuoka 2001. Ahí, el 30 de marzo de hace 19 años, el quinceañero Phelps rompió su primer récord mundial: 1:54.92 minutos en 200 metros mariposa.

"Esa frase me motivó por los siguientes seis meses, me había trazado una meta, necesitaba un objetivo de la misma forma que un automóvil necesita gasolina”, admitió Phelps en su libro autobiográfico Beneath the surface. My story (Bajo la superficie. Mi historia).

El joven de Baltimore, único nadador de 15 años y 9 meses inscrito en la competencia, tenía la orden de rebasar a su compatriota Tom Malchow pasando los 150 metros, pero tardó más de la cuenta y apenas lo superó a la mitad de la piscina, faltando 25 metros, suficiente para tocar la pared 16 centésimas de segundo antes de la marca anterior, 1:55:08 minutos, en poder del propio Tom.

Ese día el mundo conoció a Michael Phelps como la persona más joven que obtenía un récord mundial de natación.

Phelps, entonces un joven que se motivaba con Perfect Gentleman de Wyclef Jean, se había ganado el derecho de acudir al mundial de Japón, y de paso había superado a su ídolo Ian Thorpe como el nadador más joven en implantar una marca mundial. El australiano logró el récord de los 200 metros libres, en 1999, a los 16 años y 10 meses.

“Fue la primera competencia que en verdad había significado algo para mí”, dijo Phelps, que a su regreso a casa fue festejado por su madre y hermana con una cena en el Inner Harbor. Aquel resultado no fue digno de titulares en Baltimore, pues ese fin de semana los Orioles jugaron su primer partido de temporada de Grandes Ligas.

Meses más tarde, Phelps repitió la hazaña en Fukuoka, donde ganó su primer oro mundial bajando una vez más su récord al detener el crono en 1:54:58 minutos. El segundo puesto fue para su compatriota Tom Malchow (1:55:28 minutos).

Aquella jornada en Japón fue roto otro récord, el de los 400 metros libres, por obra del australiano Ian Thorpe, de entonces 17 años,

Ese bautizo con récord fue sólo el comienzo de la historia, que alcanzó su máximo nivel con los ocho oros ganados en Beijing 2008, pero que incluye 27 medallas olímpicas (23 de ellas de oro) y 33 preseas mundiales (26 de ellas de primer lugar) para ser el deportista olímpico mas laureado de la historia.