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Estados Unidos ya no tiene margen de error

El surgimiento de estrellas internacionales obliga al 'Dream Team' a armar equipos para competir y no vacacionar en los veranos

Llevaron al mejor jugador que tienen, Kevin Durant fue la diferencia y si él no va, Estados Unidos no gana el oro.

Como nunca antes desde el 92, el equipo designó a un go-to-guy en Durant. Antes todos repartían los puntos a cómo se los fueran encontrando. Ahora la competencia ya no se los permite.

Quizás Greg Popovich ya no es el mejor entrenador para la NBA actual por la predominancia del triple, pero sí es el que mejor entiende y más respeta el basket internacional. Los San Antonio Spurs fueron durante años los líderes de scouting y reclutamiento fuera de los Estados Unidos. El staff de coaches de San Antonio ha tenido entrenadores extranjeros por más de dos décadas. USA Basketball tiene que llevar al especialista, a su entrenador más globalizado y experimentado.

Subieron en un avión a 48 horas de terminar el juego de las finales a Devin Booker, Khris Middleton y Jrue Holiday. Necesitaban jugadores en ritmo y particularmente a Holiday como el mejor guardia defensivo que tienen. Lo necesitaban para defender a Luka Doncic o a Evan Fournier.

Reunieron también a un grupo de jugadores hambrientos. Draymond Green está ávido de demostrar que podía colaborar en otra parte y ganar sin el subsidio de los Splash Brothers.

Bam Adebayo necesitaba de un éxito como este luego de lo ocurrido en la burbuja. Llevaron al mejor tirador clutch que tiene el basketball estadounidense en Damian Lillard.

Otro que buscaba una revancha era Jayson Tatum luego de una decepcionante temporada con los Boston Celtics.

No, para todos aquellos que piensan que el equipo estadounidense podía ser mejor que éste, están equivocados. Quizás pudiera tener más nombres estelares, pero no un equipo más competitivo y balanceado.

El basket norteamericano armó un equipo con especialistas y jugadores de rol. Nunca antes lo habían necesitado, pero nunca antes en la NBA cuatro de los seis mejores jugadores eran extranjeros

Luka Doncic, Nikola Jokic, Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo son la muestra de que el enemigo internacional está de a poco engullendo lo que parecía siquiera inmordible.

Se acabaron las épocas de armar equipos para vacacionar en los veranos.

Si los Estados Unidos quieren seguir ganando torneos internacionales deberán hacerlo por un camino más humilde porque el margen de error es mínimo.