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Clavados y ballet, las disciplinas que ayudaron a Donovan Carrillo a cumplir su sueño olímpico

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¡Donovan Carrillo consiguió su pase para la final de patinaje artístico! (3:44)

El mexicano debutó en los Juegos Olímpicos Invernales, logrando una puntuación de 79.69, convirtiéndose en el primer mexicano en acceder a la final de patinaje artístico el siguiente miércoles. (3:44)

La mamá del patinador mexicano comparte con ESPN Digital cómo fue la formación deportiva del hoy finalista en Beijing 2022

MÉXICO.- La inspiración de Donovan Carrillo para empezar a practicar el patinaje artístico sobre hielo fue su hermana Dafne, tres años mayor que él, y una niña, Elizabeth, de la que se enamoró en la pista de las instalaciones del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE Jalisco), en Guadalajara.

“Todavía no tenía los ocho años cuando empezó a conocer el hielo por medio de su hermana, pues íbamos a recogerla y se quedaba sentadito viéndola y empezaba a hacer maromas; el entrenador le echó un vistazo y lo invitó a que hiciera patinaje. Su hermana lo inspiró por medio de una película de patinaje en hielo. Luego se enamoró de la hija de una entrenadora rusa que ahí conoció y me pidió que lo metiera”, relata a ESPN Digital Diana Suazo, mamá de Donovan Carrillo, quien clasificó a la final del patinaje sobre hielo en Beijing 2022.

Dafne le enseñó a Donovan sus primeros saltos cuando aún no se metía a una pista; eran los saltos básicos, pero en el suelo y él con tenis puestos; fue tan buen alumno que a los pocos días fue captado casualmente en un video de una competidora que no era su hermana y con sorpresa lo vieron caminando cerca, dar un salto de tres y seguir caminando como si nada.

Al ser maestra de Educación Física de primaria, Diana Suazo tuvo la fortuna de darle clases a sus cuatro hijos en sus primeros años de escuela: Dayana la mayor, de 27 años), Dafne (25), Donovan (22) y Sonia (11), y junto con su esposo Adolfo Daniel Carrillo, también maestro, pero de nivel superior, los orillaron al deporte.

El primer contacto de Donovan Carrillo con el deporte fue a los casi cinco años. Hizo futbol, un corto tiempo karate, pero no le gustó por los golpes que se daban y luego combinó clavados con gimnasia artística. Le siguió el patinaje de velocidad de ruedas y a los ocho años tomó el camino del patinaje artístico sobre hielo.

Donovan era muy artístico. Le gustaba mucho bailar y salir en los festivales”, agrega Diana Suazo; recuerda que tras cerrarse la pista de CODE, el entrenador Gregorio Núñez fue despedido y emigró León. “Donovan lloraba porque quería irse con su entrenador; pasaron algunas semanas mientras pedíamos permiso en su escuela y lo mandamos para allá”.

En la ciudad zapatera es donde se inició la carrera profesional del patinador tapatío, quien el lunes avanzó a la final de la categoría en sus primeros Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022.

“Siempre fue un chico muy inquieto que hacía dos deportes a la vez; cuando se quedó con el patinaje en hielo practicaba también clavados, pues éstos le ayudaban a relajarse. Goyo le pidió también que tomara clases de ballet, porque era importante para la postura, para los giros, para que sus movimientos fueran más estéticos, más finos”.

DONOVAN DIO CLASES PARA COSTEAR SUS GASTOS

La pista de hielo Ice Sport Center del centro comercial Plaza Mayor, en León, se convirtió en el nuevo lugar de entrenamiento de Donovan Carrillo. A diferencia de la pista de Guadalajara, donde pagaba una mensualidad alta, en León le abrieron las puertas sin costo alguno, le dieron la libertad de trabajar día y noche, de ser necesario y los días y horas que quisiera, y siempre lo hizo con público, lo cual le ayudó a forjar el carácter desde adolescente y a perder el miedo escénico.

Revela Diana Suazo, también especialista en psicología, que la vida de su hijo fue cambiando. Ganaba competencias estatales por todos lados, aunque al principio tuvo que trabajar para costearse algunos gastos, ya que a los papás no les alcanzaba para darles todo a sus hijos. “Donovan dio clases de patinaje, apoyando a Goyo, y así sacaba algún dinero para sus cosas”, señala la orgullosa mamá.

A los 13 años tuvo su primera competencia internacional y Gregorio Núñez fue elegido como su entrenador de manera oficial “y ahí es cuando se dio cuenta que el patinaje sobre ruedas era lo suyo y me dijo que quería vivir de esto. Fue a una competencia a Vancouver, en Canadá, y regresó diciéndome que quería participar en unos Juegos Olímpicos, y la familia lo motivamos a que lo iba a conseguir. Desde pequeño se ha puesto metas y las consigue”.

Para Diana Suazo, Donovan no tiene límites ni en el deporte ni en el aspecto académico. Ya terminó la preparatoria y quiere estudiar Mercadotecnia; empezó la carrera en la Universidad Anáhuac, en Ciudad de México, pero pidió permiso de ausentarse en la temporada de competencia. Estaba estudiando en línea y le fue muy difícil compaginar ambas actividades. “Terminar una carrera es uno de los proyectos que tiene”.

Hoy, ver a su hijo en un escenario olímpico, le embarga de felicidad a ella y a la familia. Papás, hijas, abuelos, primos, todos se reunieron el lunes frente a la televisión para ver el debut de Donovan.

“Es el logro más importante para todos nosotros y también para México. Después de más de 30 años volver a unos Juegos Olímpicos de Invierno es una hazaña, porque antes era por invitación y Donovan ya tuvo que competir por puntos para conseguir el boleto. Ya son nueve años de competir en alto rendimiento y las cosas se le siguen dando mejor”.