El ex medio scrum de Los Pumas 7´s se sumó como entrenador asistente en Selknam, el equipo chileno que jugará la Superliga Americana de Rugby.
Partió en mayo de 2017 rumbo a Chile para trabajar en el Grange School como profesor de educación física. Se unió a Old Boys y ese mismo año salió campeón en el torneo transandino. El 2019 lo recibió como entrenador asistente del uruguayo Pablo Lemoine al frente de Los Cóndores. Nicolás Bruzzone en 2020 volverá a estar con Lemoine, pero esta vez al frente de Selknam, la franquicia chilena que disputará la Superliga Americana de Rugby.
El santafesino de 34 años y formado en Universitario de esa provincia es un referente a la hora de plasmar los canales que tomará el juego. Su paso por el seleccionado mayor y también por el de Los Pumas 7s lo llevaron a los primeros planos del rugby. En el Seven se dio el gusto de apoyar 56 tries con 238 partidos sobre sus espaldas (segundo con mayor presencia detrás de Gastón Revol) y presenció un juego olímpico en Río de Janeiro 2016.
“Mi experiencia en Chile fue buena, positiva. Lo más lindo son las relaciones con los jugadores. Me sentí identificado con ese esfuerzo y dedicación que le ponen los jugadores a este cambio que estamos intentando lograr. La experiencia es toda positiva, por ahí uno se desespera y busca el resultado muy rápido pero uno entiende que la verdadera victoria viene de otro lado, no del resultado”, contó el ex medio scrum.
¿Cómo viene el desarrollo del rugby en Chile?
- Lo veo bien. Está empezando a cambiar un poco la visión del rugby, la cultura es distinta a como la conocemos nosotros o cómo el argentino la vive a través de nuestros clubes. Cuando uno sale del país se da cuenta que somos el bichito raro del rugby por cómo se manejan los clubes en Argentina y debe ser algo único que tenemos que cuidar.
¿Cómo llegaste a Selknam?
- Yo ya trabajé con Pablo Lemoine todo el 2019 con la selección. Él me ofreció continuar como asistente en el grupo de entrenadores y para mí fue una alegría que haya confiado en mí. Tanto él, los dirigentes y los jugadores que me renovaron la confianza. Es una alegría poder ser parte de este proyecto.
¿Cuál es la expectativa que se generó en Chile por el torneo?
- La expectativa y los jugadores que elegimos van un poco de la mano. Mismo el grupo y demás integrantes tienen el objetivo de realizar un cambio cultural, básicamente con el rugby. Creo que es un elemento del deporte y el rugby en sí es una herramienta de cambio cuando uno se lo propone y trabaja sin pausa pero sin prisa.
¿Cómo fue la elección de los jugadores?
A los jugadores que nosotros elegimos el primer objetivo que se les planteó fue que vienen a ayudar, a dar una mano, a crecer, a que los jugadores de Chile y la región crezcan y ese es el principal objetivo que tenemos hoy con esta primera experiencia en la franquicia. Serán las bases para que produzca mejores jugadores para Chile y para la región.
¿Qué te propusiste vos como meta para este año con este proyecto?
- Me puse como meta crecer como entrenador. Es una linda experiencia estar fuera de la cancha por más que hoy tire y me guste estar adentro también. Hoy me propuse ser la versión del mejor entrenador que puedo ser. Ayudar a este gran objetivo que se planteó Chile como país en el rugby y ayudar desde donde me toque. Es una linda forma de empezar a devolverle al rugby todo lo que a uno le dio. Me encantaría hacerlo en mi país pero me tocó Chile.
¿Cómo ves esta nueva Superliga Americana de Rugby?
- Me parece un tremendo proyecto, es una muy buena iniciativa desde el lado de Sudamérica Rugby y de World Rugby de intentar desarrollar toda una región. Me parece un proyecto bastante ambicioso y los que somos participes no tenemos la dimensión de hasta donde podría llegar este nuevo torneo. Es un producto que si se logra insertar en el mercado va a ser muy lindo ser parte.