Nigel Owens, uno de los árbitros más reconocidos del mundo del rugby, posee una historia superadora y emotiva detrás de su gran carrera: el momento que vivió hasta aceptar su homosexualidad y reconocerlo ante el resto de las personas.
En 2007, el galés dio a conocer su historia, y luego, contó todo lo que vivió hasta llegar al momento de la aceptación: "A los 19 años comencé a darme cuenta de que algo no estaba bien conmigo, me encontraba atraído por los hombres y esto no era lo que tendría que suceder. Lo estaba encontrando muy difícil, porque era algo totalmente ajeno a mí. Nunca había conocido a una persona gay. Estuve luchando contra eso por años, me estaba deprimiendo y estaba preocupado de lo que iba a decir la gente. Sentí que solo había una salida y era terminar con mi vida".
Pero las palabras de su madre lo salvaron: “No sé por qué lo has hecho, pero si alguna vez vuelves a hacer algo así, entonces nos llevas a tu padre y a mí porque no queremos seguir la vida adelante sin ti. Sabes que significas el mundo para nosotros", fueron los dichos de su madre. "Luego mi madre se fue y eso es realmente lo que cambió mi vida. Me senté en la cama y lloré, lloré como un bebé. Dije que tengo que crecer, aceptar quién soy y ese es el momento en que cambió mi vida, aceptar exactamente quien era. Ese es el mayor desafío con el que alguien se encuentra en su vida".
Años más tarde, Nigel Owens dejó un mensaje espectacular en relación a la importancia de no juzgar a las personas: "Lo importante es que a todos nos traten igual, sin diferencias, y que se nos juzgue por nuestro carácter y la persona que eres, nada más. No en el color de tu piel, tu sexualidad, creencias religiosas o de donde vengas. Todos merecen la oportunidad de ser tratados de la misma manera”, contó.
Al mismo tiempo, el árbitro se refirió a los valores del respeto que se imploran en el rugby: "En mi vida, esos problemas me obstaculizaron mientras crecía y me pusieron en un lugar muy oscuro durante un período bastante largo en mi adolescencia y principios de los 20. Pero tuve una segunda oportunidad, se me permitió ser quien soy y creo que es muy importante que todos obtengan esa oportunidad. Para mí, uno de los valores y la ética más importante del rugby union es el valor del respeto. Creo que la sociedad actual carece de respeto, pero creo que los valores del rugby se respetan más que cualquier otro deporte del mundo", cerró.