Australia pisó fuerte en Brisbane y le ganó un tremendo partido a Francia por 23-21. En lo que fue el primer partido de la ventana de julio para ambos equipos, el combinado oceánico se recompuso de un inicio adverso y obtuvo el triunfo en la última jugada del partido.
El seleccionado europeo jugó un gran primer tiempo y sacó una ventaja considerable. Rápido, firme en defensa y aprovechando una gran cantidad de errores del local consiguió romper la defensa mediante su wing Gabin Villiere, quien apoyó en dos oportunidades y en tan solo 21 minutos.
Los Wallabies pudieron salir del cero recién a los 34 minutos, cuando luego de un maul, su hooker Brandon Paenga-Amosa se zambulló en el ingoal tras un excelente empuje del pack de forwards. Así, y con la conversión posterior de Noah Lolesio, el partido se fue al descanso por 15-7 a favor de la visita.
Sin embargo, en el complemente se alteraron los roles. Francia empezó a manejar mal la pelota y Australia no lo pasó por alto. Fue más vertical en ataque y jugó mucho tiempo en campo contrario. Finalmente, su capitán Michael Hooper pudo arremeter y apoyar el try.
Con el partido casi finalizado, el seleccionado oceánico recuperó la pelota y no paró hasta obtener su premio. Insistió con el pick and go, se llevó un penal y Lolesio lo transformó en tres puntos para que, de esta manera, los Wallabies firmen la remontada y el triunfo.