El clásico fue para Coria

En un partido sin mucho brillo técnico, pero con mucha emotividad, los dos ausentes en la edición anterior del torneo y protagonistas de una gran rivalidad jugaron un duelo apretado que fue para el "Mago"

Por SEBASTIAN CONTURSI

EL MAGO LE GANO AL GATO
Guillermo Coria frenó en semifinales a Gastón Gaudio
(AP)
BUENOS AIRES - Con mucho olor a clásico, Guillermo Coria venció a Gastón Gaudio por 6-3, 1-6 y 6-3 y llegó así a la final de la Copa AT&T.

En un partido que quizás no tuvo mucho brillo técnico, pero sí mucha emotividad, Coria y Gaudio (ausentes en la edición anterior del torneo) dejaron muy conformes a los más de 5 mil espectadores que se acercaron al Buenos Aires Lawn Tennis Club y vivieron su propio partido en las tribunas (allí sí ganó Gaudio).

Es que había mucha carga emotiva en este duelo. No sólo por los antecedentes (dos partidos muy calientes, a principios de 2001), sino por una competencia implícita, relativa al equipo argentino de Copa Davis.

Aún cuando quebró el primer servicio de Coria, un Gaudio apagado, abúlico, se dejó llevar por el ritmo vertiginoso de Coria en el primer set. Claro, no es fácil aguantar al "Mago" cuando está concentrado totalmente. Para empezar, Coria devolvió la gentileza en el juego siguiente, como para dejar en claro que lo del inicio había sido sólo un pequeño desliz.

Bien afirmado en el fondo de la cancha, Coria fue sacando de la cancha a Gaudio con pelotas bien profundas, especialmente las que partían desde su derecha.

En ese primer set, el revés de Gaudio - una de sus armas fundamentales - seguía sin funcionar. Y esta falta de precisión se debió más que nada a esas lagunas mentales a las que nos tiene acostumbrados, pero que curiosamente no aparecen cuando juega la Copa Davis.

Coria quebró por segunda vez consecutiva el saque de Gaudio y se colocó 3-1, para cerrar el primer parcial sin mayores dificultades.

En el segundo arrancó mucho mejor Gaudio, aprovechando el lógico decaimiento en el ritmo de su rival. Se notó un cambio de actitud, que se vio reflejado en el tanteador, ya que el "Gato" se puso rápidamente 3-0. Otra de las claves de la levantada de Gaudio fue su propio servicio, mucho más incisivo, además de encontrar en su revés que le había faltado durante el primer set.

A esa altura, el partido comenzó a "calentarse", como no podía ser de otra manera. Es que, aunque ellos lo nieguen, existe entre ambos un rivalidad innegable.

Por un lado, todavía está fresco lo ocurrido a principios de 2001, cuando se enfrentaron dos veces en una semana.

Coria se había impuesto en la final del torneo de Viña del Mar. Pero Gaudio se desquitó en los cuartos de final de la Copa AT&T de ese año, en un partido en el que tuvieron un cruce verbal.

Lo cierto es que, más allá su voluntad, las cosas no le salieron a Coria en ese segundo set. Y, para peor, debió recibir tratamiento médico por una molestia en el muslo derecho (le aplicaron una faja), en el descanso entre el quinto y el sexto juego. Esto pareció derrumbar por completo al de Venado Tuerto, que volvió a resignar su saque, y el set.

CON LOS DIENTES APRETADOS
Como se esperaba, el set decisivo fue jugado por ambos con los dientes bien apretados.

Tomó la iniciativa Coria, que quebró para ponerse 3-1, jugando en un gran nivel. Pero Gaudio afinó su servicio y puso en problemas a Coria, con lo que logró recuperar la desventaja en el octavo juego. Y lo festejó con todas las ganas, tirando un puñetazo al aire. Y desde las tribunas el público lo acompañó con una estruendosa ovación, marcando sus preferencias en el clásico argentino. Evidentemente, todo lo que el "Gato" ha hecho en la Davis tiene su recompensa.

Sin embargo, lo apretado del marcador y el clima de tensión se rompieron rápidamente, en el juego siguiente.

Y aquí hay que reconocer la grandeza de Coria, quien bajo una enorme presión jugó los dos mejores puntos del partido. Primero, metió un revés paralelo formidable desde una posición incómoda, que dejó a Gaudio inmóvil en la red. Y a continuación jugó un drop con gran categoría. Dos errores de Gaudio hicieron el resto, para que Coria se pusiera 5-3, para sorpresa de muchos.

No para el propio "Mago", que cerró el partido con un lujo: otro drop impresionante.

Seguramente, él no va a reconocerlo. Pero el festejo tuvo mucho aroma a venganza: se puso a bailar en la cancha, tal como Gaudio había hecho aquí hace dos años, en un gesto que a Coria no le gustó ni medio.

Coria enfrentará en la final al ganador del partido entre el brasileño Gustavo Kuerten y el español Carlos Moyá, convirtiéndose así en el tercer argentino que llega a una final de la Copa AT&T (en las dos ediciones previas, José Acasuso cayó ante Kuerten yAgustín Calleri ante el chileno Nicolás Massú).

-ESPNdeportes.com

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