Hace dos años atrás, Aaron Judge parecía destinado a convertirse en la nueva cara de las Grandes Ligas.

Sus 52 cuadrangulares como novato, su carisma y el hecho de jugar para el equipo más emblemático de todo el béisbol, los New York Yankees, lo colocaban en camino para ser el sustituto mediático de Derek Jeter.

Era el líder indiscutible de aquel manojo de muchachos inexpertos que en el 2017 tomaron por asalto el mundo del béisbol y merecieron el apelativo de Baby Bombers.

Sin embargo, las lesiones limitaron a 112 partidos su tiempo de juego en el 2018 y su cifra de jonrones se redujo a 27, casi la mitad de los que disparó en su año de debutante.

Y nuevamente en el 2019 su salud lo traicionó en los comienzos de la campaña, al punto de participar solamente, hasta el domingo 18 de agosto, en 69 de los 126 encuentros disputados por los Yankees, con la consiguiente disminución de sus números.

Hoy ha perdido aquella presencia imponente en el plato y es simplemente uno más en la alineación, hecho del que quizás no nos damos cuenta por la gran temporada que ha tenido el equipo, que ostenta el mejor récord de ganados y perdidos de todo el béisbol.

Vamos a los números: el Juez tiene una línea ofensiva de .265 de average, .387 de promedio de embasamiento y .455 de slugging, con un OPS de .841.

Solamente ha sacado 12 pelotas del parque, la misma cantidad que Aaron Hicks en 59 juegos y el debutante Mike Tauchman en 71, por detrás de Gleyber Torres (29), Gary Sanchez (27), D.J. LeMahieu (21), Luke Voit (19), Gio Urshela (18) y Brett Gardner (17).

Asimismo, tiene 33 carreras impulsadas, menos que otros diez jugadores del equipo, algunos como Clint Frazier, Didi Gregorius y Hicks con menos partidos disputados.

En el 2017 tuvo .284-.422-.627, con OPS de 1.049 y el año pasado fue de .278-.392-.528, con OPS de .919.

¿A dónde entonces se fue el “Juez”?

El jardinero derecho de Nueva York ha cambiado definitivamente —y para mal— su forma de bateo.

Mientras que en sus dos primeros años utilizó todo el terreno para sus conexiones, ahora está tratando de dirigir la pelota solamente hacia la banda derecha.

De sus 79 vuelacercas entre 2017 y 2018, repartió 35 hacia la pradera izquierda, 13 por el jardín central y 31 por el derecho.

Sus 12 cuadrangulares de este año han sido, nueve por el RF y tres por el CF. Por la banda izquierda, su supuesta zona de mayor poder, cero.

El problema también es que ha bajado gradualmente el ángulo de lanzamiento de su swing, que de 15.8 en el 2017, se redujo a 12.4 en el 2018, hasta 9.8 esta campaña.

Por ello, al tratar de conectar por la izquierda, solamente consigue roletazos o líneas.

En lo que va de campaña, el Juez apenas logró dos elevados y 15 lineazos por el izquierdo, ninguno más allá de las cercas.

Sin embargo, sus batazos salen con mayor velocidad que nunca, a un promedio de 98 millas por hora, líder de todas las Grandes Ligas, casi cuatro MPH más que Christian Yelich, quien ocupa el segundo lugar.

En el 2017, la velocidad promedio de sus conexiones fue de 94.9 MPH y de 94.7 en el 2018.

La pregunta es ¿de qué le ha valido darle más duro a la pelota, si ello no se ha traducido en efectividad?

¿A dónde se nos ha ido el Juez, aquel que tenía su corte detrás de las cercas del jardín derecho del Yankee Stadium?

Ya con 27 años, aquella prometedora carrera que parecía dirigirse inequívocamente hacia Cooperstown se ha ido diluyendo gradualmente, sin mucho ruido, a la sombra de las nuevas estrellas de los Baby Bombers.

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MIAMI -- Malas noticias para los aficionados de los Miami Marlins. Don Mattingly, cuyo contrato expira al finalizar la actual temporada, podría regresar en 2020 para continuar con la reconstrucción del equipo.

En un encuentro informal con los medios antes del juego del miércoles ante Los Angeles Dodgers, Derek Jeter, director ejecutivo de la franquicia, no confirmó la continuidad del dirigente, pero tampoco la descartó.

Jeter dijo que la permanencia de Mattingly sería evaluada en las próximas semanas, aunque valoró de manera positiva su impacto en el clubhouse y en medio de un proceso como el que viven los peces desde que la nueva administración compró al equipo en el invierno de 2017.

“Cuando un equipo se encuentra en este punto, es fácil para los aficionados, para la gente, concentrarse en victorias y derrotas y así es como evalúan el trabajo de alguien, pero hay muchas cosas más”, señaló Jeter. “Donnie ha realizado un buen trabajo, pero tenemos que sentarnos con todos los coaches y preguntarnos cómo podemos mejorar”.

Mattingly llegó a Miami en 2016 con un acuerdo por cuatro campañas y desde el primer día ha sido blanco de duras críticas de los aficionados por su manera de manejar, tanto al actual conjunto en remodelación, como cuando tuvo en sus manos a estrellas como Giancarlo Stanton, Christian Yelich, Marcell Ozuna y el fallecido José Fernández.

De cara al juego del miércoles, segundo de una serie de tres ante Dodgers, Mattingly tenía récord de 263-339 en su carrera como piloto en Grades Ligas y con Miami aún no tiene una campaña ganadora, sin embargo, el manager ha manifestado públicamente estar convencido de que el plan de Jeter para crear una franquicia sostenible a largo plazo va por buen camino, ya sea porque lo cree o porque quiere congraciarse con su jefe y conseguir una renovación de empleo.

“Me encantaría volver, especialmente si me quieren de vuelta”, dijo Mattingly, quien fue la estrella en la primera base de los Yankees entre la década de los 80 y la primera mitad de los 90. “Uno no desea estar en una situación que no es la correcta. Si (los Marlins) quieren ir en una situación diferente, lo discutiremos en su momento. Ya hablaremos y veremos cómo marcha todo.

“Lo he dicho desde el principio: me conformo con lo que suceda. Vine a este lugar a ayudar a mejorar las cosas y situarlas en la dirección correcta”, finalizó Mattingly.

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Giancarlo Stanton será muy MVP de la Liga Nacional en el 2017, pero deberá demostrar ahora de qué está realmente hecho.

No es lo mismo jugar relajado en un semivacío Marlins Park, que ante las rugientes tribunas del Yankee Stadium, donde los fanáticos, tan pronto te aman, como te crucifican.

Basta que entre en una de sus habituales malas rachas para que las rechiflas le caigan como aguacero. Entonces deberá mostrar una fuerza mental de la que muchos dudan.

Los tres párrafos anteriores pertenecer al artículo 15 dudas para arrancar la Liga Americana, publicado el 15 de marzo, dos semanas antes de comenzar la temporada del 2018, en que analizábamos qué jugador de cada equipo despertaba interrogantes de cara a la campaña.

Hasta ahora, a Stanton le está pesando más de una tonelada cada raya de su ilustre uniforme y los abucheos en Yankee Stadium son ensordecedores cada vez que el MVP de la Liga Nacional en el 2017 se para en la caja de bateo.

En 66 turnos, el hombre que despachó 59 bambinazos en el 2017 promedia para un anémico average de .197, con 29 abanicados, o lo que es igual, el 44 por ciento de sus veces se ponchó.

Lo ha hecho bien de visitante, de 31-10 (.323), con tres dobles, un triple y par de jonrones, siete remolcadas y solamente nueve chocolates.

Las cosas se ponen muy feas cuando juega en casa, en la Catedral del béisbol: de 35-3 (.086), con 20 oportunidades liquidado por la vía de los strikes (57%).

A Stanton se le ve perdido en el rectángulo de bateo, haciéndole swing a la pelota de manera descoordinada, como si tratara de adivinar la bola y pasándole bien lejos con el bate.

Luego vienen las tomas que hacen las cámaras de su rostro en el dugout, todo un poema, que muestran a un Stanton desconcentrado, preocupado en extremo por lo que le está pasando (y no es para menos). ¿Cuántas cosas estarán pasando por esa cabeza?

Por lo pronto, el debutante manager Aaron Boone sugirió la posibilidad de moverlo de turno en la alineación, después de mantenerlo tercero durante los primeros 16 partidos de la temporada.

Sería una decisión sabia, para restarle presión en medio de una situación delicadísima, que lo tiene psicológicamente aplastado.

Al menos Boone lo hará en la serie de cuatro partidos en la que los Yankees recibirán a partir del jueves a los Azulejos de Toronto.

"Dependiendo de cómo ellos (Azulejos) alineen a sus pitchers, podría moverlo en la alineación, pero no lo pondré demasiado abajo, quizás quinto o sexto, no más", dijo el mentor de Nueva York.

"Yo sigo trabajando. Es temprano. No hay demasiados aspectos positivos y eso debo reconocerlo y comprenderlo. Busco la forma de mejorar y ya encontraré la forma de salir de este mal momento", reconoció Stanton a la prensa tras la paliza de 9-1 que sufrieron los Yankees a manos de los Marlins de Miami, su antiguo equipo, ante el cual se fue de 7-0, con cuatro ponches en dos juegos.

"Es cuestión de tiempo y simplemente nos estamos acomodando", dijo por su parte Boone. "En algún momento se pondrá en marcha aquí y eventualmente la liga pagará las consecuencias de estas primeras malas rachas", añadió el estratega.

Los fanáticos de los Marlins estaban acostumbrados a estos slumps del slugger, aunque no tenían mayores consecuencias en la Capital del Sol.

Y como hacía en Miami, de pronto se calentará y empezará a producir jonrones enormes, devastadores, descomunales.

Entonces los abucheos de hoy se traducirán en ovaciones y la gente lo amará en la Gran Manzana. Tiempo al tiempo.

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Luis Severino hizo una pausa. "¿Cuáles eran esos números de nuevo?", preguntó.

Se los leí de nuevo. Los Yankees conectaron 241 jonrones la pasada temporada. El record para una temporada en Grandes Ligas es de 264.

Severino sonrió. "Creo que podemos hacerlo", dijo.

Por supuesto, Severino es lanzador, lo que hace un poco más fácil el hacer una predicción atrevida como esa. De todos modos, hay pocas dudas que luego de adquirir a Giancarlo Stanton, lo que le da a los Yankees dos toleteros que llegaron a 50 jonrones hace una campaña atrás, el record de jonrones en MLB para una temporada podría estar en riesgo.

Temprano en los entrenamientos primaveralea se le preguntó a Stanton sobre la cantidad de jonrones que él y Aaron Judge podrían conectar, y él no quiso mencionar ninguna meta específica. "La curiosidad de lo que podemos hacer juntos es el enfoque principal", dijo. "En términos de estar a la altura de las expectativas, eso solo va a llegar jugando. El objetivo principal es ganar, así que si nuestras expectativas nos ayudan a ganar, realmente no importa cuáles sean los números".

¡Aburrido!

Sí, las victorias son la meta principal que importa, pero ¡a mayor cantidad de jonrones que conecten los Yankees, más van a ser las victorias! Así que, en un mundo perfecto, ¿cuántos cuadrangulares podrían conectar los Yankees? Parece una tormenta perfecta para imponer un record, dada la cantidad de cuadrangulares que se conectaron en las mayores en el 2017. Los Yankees lideraron el béisbol con sus 241 bambinazos, pero otros cuatro equipos superaron los 230: los Astros (238), Rangers (237), Atléticos (234) y Orioles (232).

Los Marineros de 1997 establecieron el record con esa cifra de 264, una marca que luce más impresionante dado el hecho que solo otros dos equipos llegaron a los 200 jonrones esa temporada (comparado con 17 la pasada temporada). Y más asombroso es que ellos establecieron ese record con una temporada de Alex Rodríguez por debajo de lo esperado. Él logró 23 batazos de vuelta completa, pero había conseguido 36 en el 1996 y 42 en 1998. Además, pese a la reputación del Kingdome como un gran estadio para jonroneros, en realidad ellos no derivaban un gran beneficio de su estadio local. Ellos conectaron 131 jonrones en casa (uno cada 20.9 turnos) y 133 en la carretera (uno cada 21.6 turnos).

Lo que ellos sí tuvieron fue una excelente salud. Ken Griffey Jr., Jay Buhner y Edgar Martínez jugaron cada uno al menos 155 partidos, otros cuatro jugadores participaron en al menos 141, y aunque tuvieron que hacer ajustes en el jardín izquierdo tras el cambio de José Cruz Jr., de todos modos recibieron 24 jonrones de los ocupantes de dicha posición.

Así que la buena salud es imperativa para que los Yankees tengan oportunidad del record, y sabemos que el historial de lesiones de Stanton es abultado, aunque jugó 159 partidos la temporada pasada. Judge también fue sometido a una cirugía de hombro en la temporada baja. Y el frecuentemente lesionado primera base Greg Bird estará fuera de seis a ocho semanas por una cirugía de tobillo, así que él tendrá que recuperarse con fuerza para acercarse a sus proyecciones. Pero los Yankees se beneficiarán de uno de los mejores estadios para cuadrangulares en las mayores. En el 2017, los Yankees batearon 140 jonrones en la casa y 101 en la carretera. Judge, con su modo de batear hacia la banda contraria, se aprovechó de las cortas dimensiones del jardín derecho y conectó 33 de sus 52 cuadrangulares en casa.

Echemos una mirada a algunas de las proyecciones para ver cómo le podría ir a los Yankees. La tabla mostrada abajo hace una lista de los totales de jonrones del 2017 para los nueve titulares en la alineación de los Yankees, la proyección de la media (50 por ciento) del sistema PECOTA de Baseball Prospectus junto con las perspectivas del 90 y del 10 por ciento, el sistema de proyecciones ZiPS de Dan Szymborski y el total de jonrones de los Marineros del 1997.

La proyección de la media de PECOTA incluye 40 jonrones de la banca, lo que le daría a los Yankees un total combinado de 249. ZiPS es un poco más optimista, proyectándole 20 jonrones adicionales combinados a Stanton y Judge que PECOTA.

Algo para notar sobre Stanton es que él es un bateador que hala más la pelota que Judge. He aquí su gráfica de bateo del 2017, incluyendo los elevados, líneas y elevados débiles:

Aún así, podría beneficiarse al mudarse al Yankee Stadium. De acuerdo con el Manual de Bill James, el factor de jonrones de tres años para bateadores derechos en el Yankee Stadium fue de 123 (un 23 por ciento de aumento en jonrones). El factor de jonrones para bateadores derechos en el Marlins Park fue de 80 (una baja en jonrones del 20 por ciento). Por supuesto, Stanton conecta sus jonrones tan lejos, que quizás eso no importe, pero le deberá gustar el Yankee Stadium (sin mencionar el Camden Yards y Fenway Park).

La mayor interrogante rodea a Judge, y apunta a uno de los defectos en el sistema de proyecciones. Debido a que las proyecciones también incorporan cifras de liga menor para un jugador joven, incluso en su proyección de percentil del 90 por ciento es de apenas 43 cuadrangulares. Bueno, nosotros sabemos que puede llegar a los 52, así que 43 como cifra máxima es obviamente baja. Su cifra máxima es de al menos 52 y probablemente más alta. No estoy diciendo que vuelva a conectar tantos, pero ciertamente es posible que pueda alcanzar los 55 o hasta los 60.

Me preguntaba cuál era el peor escenario para Judge (más allá de la lesión). Muchos analistas astutos apuntan a un declive signicativo, con preocupaciones legítimas sobre su tasa de ponches y su promedio de pelotas en juego de .357. Sigo utilizando el ejemplo de Ryan Howard como el peor potencial escenario. Comparemos sus primeras temporadas completas:

" Howard, 2006: .313/.425/.659, 58 HR, 108 BB, 181 K, .356 BABIP

" Judge, 2017: .284/.422/.627, 52 HR, 127 BB, 208 K, .357 BABIP

Aunque batean en diferentes lados del plato, hay similaridades obvias: Ambos usan un modo de batear hacia la banda contraria, ambos fueron novatos viejos (Howard tenía 25, al igual que Judge, cuando ganó el Novato del Año en 2005), ambos lograron muchos boletos y se poncharon mucho.

Howard nunca se volvió a acercar a esa temporada, aunque si tuvo tres temporadas más de 40 jonrones (47, 48 and 45). Aun así, nunca bateó por encima de .279, y su tasa de boletos eventualmente bajó de 15.3 por ciento en 2006 al 11.7 por ciento en 2011 (su última temporada decente antes de que se le quebrara su tendón de Aquiles en la postemporada 2011).

Ciertamente es posible que Judge termine por ese mismo camino. Pero no creo que lo haga. Para empezar, es mucho mejor atleta que Howard, y creo que eso es un buen augurio para hacer ajustes. Las luchas de Howard ante los zurdos se volvieron enormemente problemáticas, reduciendo sus números totales. Judge no tiene ese problema. Judge, como dijo Boone el otro día, también es muy competitivo, y "quiere arrancarle el corazón al enemigo".

Así que yo creo que Judge va a ser grandioso. Sí, quizás el 2017 termine siendo la mejor temporada de su carrera, pero me gustan sus oportunidades de volver a conectar 50 jonrones.

De vuelta a la pregunta: En un mundo perfecto, ¿cuántos jonrones batearán los Yankees?

275: Esa es la proyección del 90 por ciento que hace PECOTA al sumar 250 jonrones de los titulares. Si le añadimos otros 25 de la banca y llegamos a los 275.

Pero ¿podríamos ver un total más alto que ese?

305: Lo interesante sobre esa cifra de 275 es que algunos de los totales ni siquiera igualan lo que los jugadores lograron la pasada temporada. Así que si sumamos 11 para Stanton, nueve para Judge, cuatro para Didi Gregorius y seis para Brett Gardner, llegamos a 305 cuadrangulares. En un mundo perfecto, esa es la cantidad que van a lograr los Yankees.

Pero probablemente no ocurrirá.

Pero podría pasar. Y eso les traería muchas victorias.

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FALTA UN PAR DE DÍAS antes que los New York Yankees de Nueva York juegue su primer encuentro de los entrenamientos primaverales y Justus Sheffield, Chance Adams y Dillon Tate están cómodamente sentados haciendo un semicírculo alrededor de CC Sabathia en un rincón del camerino en el George M. Steinbrenner Field de Tampa, Florida.

Sabathia, en su carácter del jugador más veterano de los Yankees, cuenta con el privilegio de dos vestidores en un rincón, lejos del tráfico que incluye a peloteros, entrenadores, staff del camerino, miembros de los medios de comunicación, personal de relaciones con los medios, intérpretes y el coach ocasional o miembro de la gerencia. Ciertamente, no es coincidencia que los dos vestidores que se encuentran en la pared adyacente, antes de llegar al pasillo que conduce al dugout y a otras oficinas, pertenecen a Sheffield y Adams.

Junto a Tate, conforman tres de los pitchers abridores más prometedores dentro de un talentoso y profundo sistema de granjas de los Yankees. El vestidor de Tate se encuentra en otra área del camerino. Sin embargo, él, Sheffield y Adams en muchas ocasiones se juntan en las mañanas, antes de comenzar los entrenamientos en el terreno o las sesiones de lanzamientos. A veces, lo hacen en el vestidor de Tate y en este día, se congregaron frente al locker de Sabathia.

La lección de Sabathia era simple. "Sé tu mismo", explicó Tate. "No te esfuerces demasiado y lances de forma excesiva sólo porque estás pitcheando en frente del manager y coaches del equipo grande".

Si bien Sabathia ha asumido el papel de mentor, también es cierto que cuenta con tres estudiantes dispuestos a aprender de él. Los tres jóvenes abridores no esconden su pasión por el béisbol.

Tate se describe como una persona que aprende de forma visual y gusta de ver a algunos de sus lanzadores favoritos, gracias a la aplicación móvil de las Grandes Ligas (Chris Archer, Marcus Stroman, Justin Verlander) para así poder estudiar la forma en la cual enfrentan a los bateadores y arman su secuencia de pitcheos. Adams gusta de imitar los envíos de otros pitchers y aparentemente hace una imitación perfecta de David Price. Los ojos de Sheffield se iluminan cuando explica cómo trabajaba en un tipo de slider que complementará su slider tradicional de poder, la cual decae hasta ir frente a los pies de los bateadores diestros. No es cuestión de cambiar su agarre; sino de hacer una sutil variación del sitio en el cual cae el pie que coloca en frente a la hora de enviar el lanzamiento.

Tim Naehring es la mano derecha del gerente general Brian Cashman, en su puesto de vicepresidente de operaciones de béisbol de la organización. Apoya a Cashman en la evaluación de los peloteros que forman parte del sistema de ligas menores, el manejo del roster y discusiones de cambios. Le pregunté si mi evaluación del trio de lanzadores estaba en lo correcto.

"Lo llamamos el factor 'it'", dice Naehring, elogiando la agudeza que muestra este trío en cuanto al béisbol. Habló del antesalista Miguel Andujar como otro ejemplo. "Siempre tiene una sonrisa en su rostro. Un tremendo sentido de la urgencia. Quiere mejorar a diario. Los chicos que cuentan con ese deseo de ser los mejores dentro de lo que les permiten sus herramientas son los que usualmente llegan a Grandes Ligas para quedarse".

Sheffield es el prospecto mejor cotizado entre pitchers: Keith Law lo ubicó en el puesto 16 en su Top 100. Sin embargo, Adams podría contar con las mayores probabilidades de causar impacto en 2018. Luego de destacarse en seis aperturas en Doble-A durante la pasada campaña, hizo 21 apariciones como abridor en Triple-A, con efectividad de 2.89. Es un buen ejemplo de los factores que han transformado al sistema de prospectos de los Yankees en uno de los más repletos de talento en la pelota organizada: una combinación de cazatalentos, análisis estadístico y desarrollo de jugadores.

Adams fue relevista en su tercer año en la Universidad Dallas Baptist y los Yankees lo tomaron en la quinta ronda del draft 2015. "Algunos scouts dicen que parece más una pieza para el bullpen, luego Danny Borrell (coordinador de pitcheo de ligas menores) le sometió a una prueba biomecánica, la cual nos dijo que el chico hace todo lo que se quiere ver en un abridor", dijo Naehring.

Por ende, los Yankees lo convirtieron en abridor. Adams cuenta con el físico de un relevista: se indica que cuenta con 6 pies de estatura, lo cual podría ser un acto de generosidad; sin embargo, tiene una contextura fornida y cuenta con el repertorio de un abridor, lanzando en un rango entre 92 y 97 millas por hora, con un buena slider y un cambio en proceso de madurez, el cual, a criterio de Naehring, tiene la posibilidad de convertirse en ofrecimiento de alto nivel. Igualmente, sus envíos pueden ser engañosos, con una forma de trabajar escondiendo la pelota, lo cual le permite lanzar con cierto truco. Además, a los Yankees les agrada su recta.

"Un bateador piensa, a partir de la forma cómo la pelota abandona la mano, cómo va a caer en cierto ángulo del plato", dice Naehring. "La forma en la cual él envía su recta y cómo la pelota mantiene una trayectoria plana es algo anormal para un bateador. Su cerebro espera que la pelota se mueva de manera convencional y sus pitcheos no se comportan de esa forma. Entonces, tiene varios atributos en su recta que nos agradan a todos".

Adams está nuevamente dentro del campamento de Ligas Menores (aún no forma parte del roster de 40). Sin embargo, si se produce una lesión a un miembro de la rotación, podría convertirse en una de las primeras opciones para cubrir algún vacío.

Sheffield llegó a Doble A el año pasado y podría también encontrarse dentro de la rotación de Scranton, a un peldaño de llegar a las Mayores. Le indiqué que tendría mejor oportunidad de ascender al equipo grande en este mismo instante si estuviera en otra organización como por ejemplo los Marlins.

Me sonrió. "De ninguna manera. Quiero pitchear en el Bronx".


EN 2017, DEBIDO AL SURGIMIENTO de Aaron Judge, Luis Severino, Gary Sanchez y Jordan Montgomery, los Yankees produjeron un WAR de 25.7 por parte de los jugadores criados dentro de su propio sistema y que formaban parte del roster de Grandes Ligas, siendo ésta la segunda cifra más alta en las mayores, sólo por debajo de los Houston Astros de Houston, de acuerdo con los datos manejados por thebaseballgauge.com. El talento propio aportó el 44.1 por ciento del WAR total de los Yankees, el porcentaje más alto desde 2007.

Los Yankees no se conformaron con graduar todo este talento de alto nivel. Además, cuentan con el segundo sistema en el ranking de Law, encabezado por Gleyber Torres (su quinto mejor prospecto de todo el béisbol), Sheffield (No. 16) y Andújar (No. 54). Como una forma de presentar gráficamente la mejoría de todo el sistema, anexamos la siguiente tabla, la cual clasifica el WAR de peloteros producto del propio sistema, el WAR original (que suma todo el talento originalmente firmado o tomado en el draft por los Yankees, aunque no tienen que encontrarse aún dentro de la organización) y luego, el sitial en el cual ubicaba la revista Baseball America a los Yankees en sus rankings organizacionales, los cuales se publican antes de iniciar cada temporada.

Ahora, viajemos en el tiempo, hasta el año 2014. Los Yankees terminaron con marca de 84-78, sin clasificar a los playoffs por segunda temporada consecutiva, siendo la primera vez que ello ocurría desde 1993. Fueron superados por 31 carreras. Eran un equipo viejo y aburrido, con una alineación conformada por un Derek Jeter a sus 40 años y en su última temporada como pelotero activo; un Mark Teixeira con actuación mediocre, Brian Roberts, Ichiro Suzuki, Carlos Beltrán y Alfonso Soriano. Vidal Nuño, Chase Whitley y Chris Capuano hicieron por lo menos 12 aperturas cada uno. Era algo feo de ver.

A principios de dicha campaña, Baseball America escribió: "Es difícil conseguir un sistema que haya tenido un peor 2013. Muchos de los principales prospectos de los Yankees dieron un paso atrás, dejando a los niveles superiores de su sistema con evidentes carencias". Ahora, gracias al beneficio de la retrospectiva, entendemos que en realidad el sistema era un poco más fuerte de lo que se creía originalmente. Sánchez era su prospecto número 1, Judge fue tomado en el draft de 2013 (aunque no pudo jugar inmediatamente después de haber sido seleccionado, debido a una lesión en una de sus piernas), Severino había lanzado 44 entradas en los niveles bajos de Ligas Menores y hombres de la talla de Andújar, Greg Bird y Dellin Betances ya estaban dentro del sistema de los Mulos.

A pesar del panorama que les rodeaba, los Yankees ya entendían que tenían que hacerse más dependientes de sus peloteros jóvenes y contar menos con la adquisición de costosos agentes libres. En octubre de 2014, Gary Dembo, luego de asumir distintos roles dentro de la organización, incluyendo coach de bateo en Grandes Ligas, fue designado como vicepresidente de desarrollo de peloteros.

"Cuando Gary Dembo asumió el cargo, aportó cierta cultura que cambió el panorama. Esto lo digo sin tener nada en contra de quienes le antecedieron", dijo Naehring, quien fungió como cazatalentos de Grandes Ligas antes de asumir su actual cargo, luego de la campaña 2015. "Gary aportó un nivel diferente en cuanto a asumir responsabilidades, lo cual consideré como algo importantísimo. El staff de desarrollo de peloteros puede ser tan bueno como lo desee ser. Pero, a menos que se tenga gente que sean capaces de conseguir peloteros en los ámbitos internacional y amateur, te vas a ver severamente limitado".

Dembo dejó su cargo en los Yankees para unirse a Jeter en la gerencia de los Marlins después de terminar la zafra 2017. Mientras los Yankees asumían el fin de los contratos de Alex Rodríguez, Teixeira y Sabathia, el sistema empezó a desarrollar el talento descubierto por el director de cazatalentos Damon Oppenheimer y el departamento de escuchas internacionales. Hicieron una fuerte inversión en América Latina. Por ejemplo, en 2014, los Yankees firmaron a 10 de los 30 principales talentos internacionales, negociando a Aroldis Chapman a cambio de Torres (para luego firmar nuevamente a Chapman, esta vez como agente libre), a Andrew Miller por Sheffield y al jardinero Clint Frazier y Shane Greene por Didi Gregorius.

"Cuando empecé a evaluar al sistema hace pocos años, me impresioné con la cantidad de peloteros presentes que tenían la oportunidad de causar un impacto significativo a nivel de Grandes Ligas", dice Naehring. "Siempre he trabajado con la creencia que, si una organización puede aportar un sólo jugador de calibre de campeonato al equipo grande cada año, ese núcleo puede desarrollarse a fin de que el club sea ganador de manera sostenible".

Precisamente, esa es la razón por la cual el futuro de los Yankees inspira temor al resto de los equipos de la Liga Americana. Torres y Andújar parecen ser la nueva oleada, incluso luego que Cashman negoció a Brandon Drury y firmó a Neil Walker, para que ambos sean los responsables interinos del cuadro interior. Los niveles bajos de Ligas Menores cuentan con una amplia dotación de pitchers abridores capaces de lanzar a altas velocidades, además de la presencia de relevistas en Triple A que están preparados para ascender al equipo grande en cualquier oportunidad, como es el caso de Giovanny Gallegos y Ben Heller.

Y tenemos al chico cuyo talento es más atractivo que el del resto.


EN UN PARTIDO EN LOS INICIOS DE LA PRIMAVERA contra los Pittsburgh Pirates Piratas, celebrado en Bradenton, Estevan Florial exprimió la pelota con su madero, desde el lado izquierdo del plato, despachándola hacia la brecha entre el derecho y el central. Corrió las bases de forma desbocada hasta llegar de pie a la antesala. Sus rivales no hicieron tiros de relevo: cuando el campocorto recibió la pelota del jardinero derecho, a Florial le faltaban un par de pasos para pisar la almohadilla a 90 pies del plato. Dicho de otra forma: en el video que tomé, Florial hace contacto a los 37 segundos y el video termina a los 49 segundos.

Pocos días antes de ese cotejo, conversaba con Naehring frente al dugout de los Yankees, mientras éstos tomaban práctica de bateo en el Steinbrenner Field. Antes del inicio de los partidos primaverales, los Yankees permiten el ingreso gratuito a los aficionados para que estos presencien los entrenamientos. Los aproximadamente 1.500 fanáticos estaban allí, en su mayoría, para darle una mirada a Judge y a Giancarlo Stanton. Sin embargo, los aficionados más acérrimos también presenciaron una pizca del futuro.

"Miren ese cuerpo", indicó Naehring al momento que Florial se puso en la jaula de bateo. Florial, quien cumplió 20 años en noviembre pasado, oficialmente tiene estatura de 6 pies, 1 pulgada y 185 libras de peso; aunque posiblemente haya añadido algunas libras de masa muscular recientemente. Con su velocidad, contextura física y potencial para batear para poder, me recuerda al ex jardinero central de los Marineros Mike Cameron.

Los orígenes de Florial son algo confusos. Varias informaciones indican que los Yankees lo firmaron proveniente de Haití, lo cual lo convertiría en el primer pelotero de Grandes Ligas oriundo de dicho país. La guía de medios de los Yankees dice que nació en Haití; mientras que otras fuentes afirman que nació en República Dominicana. Florial creció en República Dominicana (la verdad, no juegan béisbol en Haití); sin embargo, ha dicho que su madre es haitiana, lo cual generó la confusión. Varias discrepancias con respecto a su nombre y diversos documentos en su época de amateur le condujeron a pasar un año en el purgatorio del mundo del béisbol, antes que los Yankees lo contrataran con un bono de $200.000 con descuento.

Florial pasó la temporada anterior en Clase A, bateando para .298/.372/.479 con 13 cuadrangulares y 23 estafas. Se ponchó en 148 ocasiones de un total de 476 apariciones al plato, siendo dueño del tercer mayor promedio de ponches en la Liga del Atlántico Sur. Ese swing propenso al ponche representa un problema potencial. Sin embargo, esa alta cifra de turnos abanicados no fueron necesariamente el resultado de una mecánica deficiente o exceso de agresividad. De hecho, las evaluaciones independientes hechas a Florial le describen como un pelotero paciente al plato y con mentalidad de batear elevados.

La opinión con respecto a las herramientas de Florial es unánime. Law lo dejó fuera de su Top 100; sin embargo, otros evaluadores lo colocaron en sus rankings en sitios que llegaron hasta el número 26 dentro de sus Top 100. Law indicó que, en base a las herramientas puras de Florial, podría haber quedado dentro de sus 25 mejores prospectos. Naehring expresa su agrado por él. Se refiere a Florial y Andújar como sus dos hijastros.

Quizás todo llegue a resultar para el joven jardinero central. Quizás su reconocimiento de pitcheos alcance un nivel tal que pueda explotar su poder por completo. Es probable que su velocidad de altísimo calibre no pierda fuelle a medida que él gane masa muscular. En estos momentos, Florial no tiene límites, es una luminaria brillante en el horizonte del béisbol.

"Florial es un ser humano muy, muy especial", dice Naehring. "Puedes soñar con él de la forma que quieras. Tiene el mayor potencial que he visto de cualquier pelotero con los cuales he trabajado".

Tengan eso en mente, mientras ven a Judge y Stanton despachar jonrones durante toda la temporada. Hay otros jugadores en camino al Bronx. Podríamos estar presenciando el inicio de una nueva dinastía de los Yankees.

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TAMPA, Fla. - Para este momento, se suponía que este iba a ser el equipo de Gary Sánchez.

Se acuerdan de Gary, ¿cierto?

Por supuesto que se acuerdan. Tienen que acordarse. ¿Cómo olvidarse del chico dominicano de 25 años de los Yankees de Nueva York, un gran toletero con un brazo derecho asombroso?

Pero en caso que necesiten un recordatorio, quizás la cara actual del equipo, el temido, pero siempre sonriente Aaron Judge, les puede ayudar: "Él es un receptor Todos Estrellas para nuestro equipo. Ese es un detalle que no se puede dejar pasar".

¿Necesitan más? ¿Qué tal, CC Sabathia? "Sánchez es probablemente el mejor bateador en la alineación [de los Yankees].

"No hablamos sobre él en ningún momento".

Ahí está lo que es quizás la verdad más extraña sobre los Yankees en marzo de 2018. De este feroz bateador de poder - un hombre que conectó 20 jonrones en 53 juegos como novato y que le siguió a eso con una temporada de 33 cuadrangulares el pasado año - nadie habla. Incluso sus propios compañeros se dan cuenta que él vuela por debajo del radar.

Gracias a campaña de Judge en el 2017 en la que ganó el premio de Novato del año - y que culminó con sus 52 jonrones y una portada en un video juego - y gracias a la llegada a la Gran Manzana en este invierno del hombre de los $325 millones, Giancarlo Stanton, Sánchez se convirtió en el hombre olvidado.

Quizás sea por la presencia impresionante e imponente de Stanton y Judge, lo que los convierte en historias más intrigantes. O quizás sea por la fascinación general con los batazos descomunales con grandes velocidades de salida que el imponente par conectó en sus respectivas ligas la pasada temporada.

Independientemente de las razones por las que las luces se han alejado de Sánchez este año, a los Yankees no les importaría si los rivales hicieran algo poco probable y lo trataran de la misma manera una vez comience la temporada.

"Gary, para mí, es uno de los bateadores más dotados con los que he jugado, y como saben, he jugado con algunos bastante buenos", dijo el veterano de 11 temporadas Brett Gardner.

Pero los calificativos superlativos hacia Sánchez no acaban ahí.

"Me recuerda a un joven Manny Ramírez", dijo Sabathia, el abridor de 37 años de los Yankees que llegó a las Grandes Ligas en la organización de los Indios mientras Ramírez era una de las estrellas en Cleveland. "Eso es decir suficiente, supongo, ¿verdad?"

En el pasado entrenamiento primaveral, Sánchez tuvo a varios en toda la organización que lo consideraban como el próximo líder de un grupo de 'Baby Bronx Bombers' que parecían encaminados hacia un éxito prolongado. Sus cualidades de liderazgo fueron elogiadas en ese entonces, y continúan siéndolo.

Sánchez está recibiendo los mismos puntos de bonificación por la forma como maneja los lanzadores y los partidos. Incluso ha recibido crédito últimamente por la forma en que está bloqueando lanzamientos en el suelo, una parte de su juego que el exmanager de los Yankees Joe Girardi expresó su descontento en ocasiones la pasada temporada.

"Me encanta lo que he visto de él", dijo el manager Aaron Boone. "Ahora mismo, él está en un gran estado mental. En el programa en el que está, el trabajo que ha estado haciendo, la calidad de su trabajo diario día tras día ha sido excelente, y siento que eso se ha demostrado en los partidos".

Sánchez tiene su propio estilo de liderato que mantiene su perfil por lo bajo.

"Es alguien callado, que se ocupa de sus asuntos, que hace su trabajo", dijo Judge. "Suele quedarse solo. Eso no ha cambiado desde que lo conocí en las menores".

Sánchez - o mejor dicho, su bate - se puso a hacer ruido temprano en esta primavera. Con Judge en los titulares antes de su primer partido de primavera el miércoles pasado, Sánchez rápidamente se robó la atención cuando conectó un largo cuadrangular de dos anotaciones en la primera entrada del que todavía se habla entre sus compañeros y sus coaches.

El batazo de línea siguió en ascenso una vez salió del terreno. La pelota solo bajó luego de haber sobrepasado el pizarrón de anotaciones que está ubicado a varias docenas de pies detrás de la cerca del jardín izquierdo. Fue un cuadrangular que recordó los bambinazos monumentales de Stanton y Judge.

"Irreal. Esa cosa apenas se despegó del suelo", dijo el lanzador Justus Sheffield esta semana. "Fue una locura. Destrozó esa pelota. Yo me quedé impactado. Pero ese es Gary. Él hace eso".

Judge, quien entró al camerino para hacer algunos swings de práctica, miró la televisión cuando escuchó el sonido del bate.

"Eso fue ruidoso", dijo.

Incluso si el resto del mundo del béisbol se ha olvidado de Sánchez, Boone no cree que lo hagan los lanzadores rivales.

"Cualquiera que se nos cruce entiende quien es cuando él está en esa caja de bateo, y el respeto está muy presente", dijo Boone. "Con suerte, se beneficiará de los chicos que estén en circulación. Y con nuestra alineación, y con Giancarlo y Judgey, va a embasarse mucho con gente ya en base, y ahí es donde se verá el beneficio".

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La unión de Giancarlo Stanton y Aaron Judge representa sumar a los que posiblemente sean los jugadores de mayor estatura y fortaleza en la historia del Béisbol de Grandes Ligas dentro del mismo equipo. Es un elemento tan atractivo que los Yankees de Nueva York abrirán las puertas de su complejo de entrenamiento primaveral tres horas antes del inicio de los partidos, a fin de que los aficionados puedan apreciar a ambos, junto a otros peloteros, tomando prácticas de bateo. Estas prácticas, en ciertos días, seguramente serán más entretenidas que el partido en sí. Las velocidades de salida, ángulos de lanzamiento y distancias de cuadrangulares serán mucho más celebradas en 2018, especialmente dentro del Bronx.

La fortaleza siempre ha sido uno de los grandes y escondidos componentes del béisbol, al menos para algunos. La fuerza física de los peloteros, especialmente en sus manos, muñecas y antebrazos, ha sido muy poco apreciada: nunca he conocido a un pelotero de posición que no haya sido realmente fuerte en dichas zonas de su cuerpo, incluso en el caso de infielders medios de pequeña estatura y delgados. De hecho, luego que Michael Jordan jugara su única temporada dentro del béisbol en 1994, una de sus muchas reflexiones sobre este deporte fue que virtualmente cada jugador en su equipo de Doble-A era mucho más fuerte que él, desde la punta de los dedos hasta sus codos.

"Me di cuenta de lo realmente fuertes que son los peloteros, una vez me hice parte de la población en general tras mi retiro", expresó John Baker, quien fue cátcher de Grandes Ligas entre 2008 y 2014. "Comencé a practicar jiujitsu. Desde el primer día, cuando tomé la solapa, pude agarrarla mejor y más fuerte que el resto. Eso fue producto de miles y miles de swings violentos con un bate de béisbol. Hacer swing con un bate fortalece tus manos. Los jugadores de béisbol son sumamente fuertes".

El linaje e historial de la fortaleza dentro de la historia moderna del béisbol puede ser trazado a partir del mismo lugar en el cual se comienza a registrar la mayor parte de la pelota moderna: la era de Babe Ruth, quien jugaba con su estatura de 6 pies, 2 pulgadas (1.88m) y peso de 225 libras (102 kg) durante la cúspide de su carrera en los años 20, conectando cuadrangulares los cuales hoy en día aún serían considerados batazos explosivos de largo metraje. Pronto, fue seguido por Jimmie Foxx, apodado como "La Bestia". Les dieron paso a otros, incluyendo a Mickey Mantle, quien una vez llegó a conectar un estacazo de circuito completo que llegó a medir 565 pies en el Estadio Griffith de Washington. El ex inicialista de los Rojos de Cincinnati, Ted Kluszewski, vestía camisetas con mangas cortadas para así presumir sus musculosos brazos. El ex jardinero de los Medias Blancas de Chicago, Dave Nicholson, contaba con manos tan fuertes que una vez llegó a cerrar las duchas de tal manera que ninguno de sus compañeros pudo abrirlas nuevamente tras producirse una derrota.

"Nadie bateaba una pelota más fuerte que Jimmie Foxx", me dijo Ted Williams en una ocasión. "Hasta que vi a Frank Howard".

Howard estaba registrado con 6 pies, 7 pulgadas (2 metros) y 255 libras (116 kg), pero en realidad se acercaba a las 300 libras de peso (136 kg) cuando jugaba con los Senadores de Washington a mediados de la década de los 60.

"Frank Howard se acercó al plato (en un encuentro de entrenamientos primaverales en 1959), era la persona más corpulenta que había visto en mi vida", afirmó hace varios años el fallecido tercera base Ron Santo, miembro del Salón de la Fama. "Conectó un batazo que botó y me pegó en el estómago, tumbándome. Cuando me desperté en el hospital, allí estaba él, frente a mí. Me dije: '¿Estoy en el cielo?' '¿Quién es el gigantón?".

Las historias sobre Howard son dignas de Ruth y hasta apócrifas, sin embargo, esta es muy cierta: al exreceptor de los Senadores, Jim French, le encantaba molestar a Howard. Una noche, éste llegó a su límite, por lo cual colgó a su compañero de los tobillos en un balcón de hotel, a varios pisos de altura. Otra historia real: Ted Uhlaender, ex jardinero central con los Indios y Mellizos, dijo que Howard conectó una línea por encima de su cabeza, se volteó a ver dónde iba a parar la pelota. Cuando se viró, la pelota le golpeó en el pecho tras salir disparada de la barda del jardín central.

La leyenda de Howard dio paso, a mediados de los años 80, a Bo Jackson quien, en más de una ocasión, rompía bates con las rodillas en señal de frustración y, similarmente, pudo partir un bate en dos sobre su casco.

"Bo era un gran cazador con arco y flecha", expresó el receptor Mike Macfarlane, excompañero de equipo de Jackson. "Guardaba sus arcos en el vestidor. Nos mostraba cómo disparar. Sin embargo, para él, era casi como tocar un arpa. Usaba sólo dos dedos. Tomé el arco y, con ambas manos, traté de usarlo y no podía hacerlo. Nadie en nuestro equipo pudo. Estoy seguro de que nuestra gerencia no estaba muy contenta con ese hábito, todos nosotros temíamos fracturarnos el manguito rotador tratando de usar un arco. Bo sólo necesitaba dos dedos. Fue la cosa más loca que he visto en mi vida".

Otra historia sobre Bo: "Cuando firmó, lo enviaron al equipo de Memphis (en Triple-A), donde estaba yo", dijo Macfarlane. "Dio un batazo de foul y rompió su bate. No estaba partido en dos, pero quedó claramente fracturado. Bo, en su clásico estilo, dijo: 'Ah, ah, ah, ah, al diablo'. No buscó un bate nuevo y en el próximo pitcheo, la despachó sobre la barda del jardín central. Fue allí cuando todos dijimos: 'Muy bien. Eres una bestia'".

Muchos siguieron los pasos de Bo Jackson. Rob Deer, de los Cerveceros de Milwaukee, quien conectó 230 cuadrangulares en Grandes Ligas a pesar de tener dificultades con su contacto, "una vez me tomó, poniéndome por debajo de sus brazos, y me cargó", dijo su ex compañero Tom O'Malley, quien medía 6 pies (1.83m) y pesaba 180 libras (81.6 kg). "Yo parecía un niñito".

En la Serie Mundial de 1990, Glenn Braggs, de los Rojos de Cincinnati, quien contaba con la corpulencia de un fisicoculturista, rompió un bate sin chocar la bola: En el movimiento posterior a un swing fallido, su bate se dividió en dos al chocar con su hombro.

En lo personal, yo nunca había visto algo así.

"Oh, eso me ha pasado como una docena de veces esta temporada", me dijo después del partido.

En una ocasión, pude ver a Cal Ripken tomar una pelota, ponerla encima de un tee en el plato y, usando un bate tipo fungo, sobrepasar la cerca entre los jardines izquierdo y central, una explosión de al menos 380 pies de largo. Ripken contaba con increíble fortaleza en sus manos.

"Yo podía levantar más peso que él", expresó su excompañero Brady Anderson. "Sin embargo, una vez que te daba un abrazo de oso y te envolvía, no había manera de liberarse".

Prince Fielder, con 6 pies (1.83m) y 275 libras (124 kg) se convirtió en el hombre más fuerte del béisbol, convirtiéndose quizás en legítimo portador del legado de Mantle, Bo Jackson y otros. "Realmente creo que él podía entrar a la competencia del Hombre Más Fuerte del Mundo, saben, donde se cargan troncos en la espalda, y lo haría muy bien", dijo su excompañero Ryan Braun.

Phil Coke, excompañero de Fielder en su época con los Tigres, dijo con respecto a Fielder: "Nos mostró un video de él enfrentándose a un luchador profesional de sumo. Fue algo increíble. Prince lo machacó por todo el salón".

Los peloteros de hoy son especialmente grandes y fuertes. Nelson Cruz, de los Seattle Mariners "algún día, bateará el jonrón más largo de la historia del béisbol", dijo el mánager de los Orioles de Baltimore, Buck Showalter, hace una década. Cruz conectó una pelota tan fuerte durante los entrenamientos primaverales hace muchos años, causando que el entonces jardinero izquierdo de los Rockies de Colorado, Ryan Spilborghs, dijera: "Si la hubiese atrapado, el ímpetu de la pelota me hubiese llevado a chocar contra la cerca del jardín izquierdo, dejando marcada la silueta de mi cuerpo, tal como pasa en los dibujos animados".

También tenemos a Yasiel Puig, de Dodgers de Los Ángeles . En una ocasión, en un swing chequeado, no conectó la pelota y el bate se partió en dos en sus propias manos. "Fue algo increíble", indicó el exlanzador Orel Hershiser. "Sólo he visto eso en otra ocasión en mi vida. Le pasó a Bo Jackson".

Y ahora tenemos a Judge y a Stanton juntos.

Judge, de acuerdo con las estadísticas manejadas por el Elias Sports Bureau, el jugador de posición de mayor corpulencia (con 6 pies, 7 pulgadas o 2.00m y 282 libras o 128 kg) que haya participado alguna vez dentro del Béisbol de Grandes Ligas. El año pasado, era rutina verle llevar pelotas a lugares a los cuales nadie había podido despacharlas antes.

"Tomé práctica de bateo en (el nuevo) Yankee Stadium durante ocho años, y nunca pude llevar una pelota hasta el jardín central, algo que él puede hacer todo el tiempo", dijo Mark Teixeira, quien conectó 409 jonrones de por vida. Ken Singleton, quien ha estado ligado al béisbol como pelotero activo y comentarista desde 1969, dijo que Judge "batea la pelota más fuerte que cualquier otro jugador que haya visto en mi vida".

Stanton mide 6 pies, 6 pulgadas (1.98m) y pesa 245 libras. Cuando estuvo con los Marlins, Baker dijo: "Tenía una cintura pequeña. Y una increíble fortaleza en sus piernas. Su salto vertical era de 40 pulgadas. Era el mejor salto en la organización. Podía batear la pelota más lejos y más fuerte que nadie, y saltaba más alto que nadie".

Cuando Stanton tomó práctica de bateo en los entrenamientos primaverales a sus 19 años, Andre Dawson, miembro del Salón de la Fama (y un hombre sumamente fuerte) estaba presente. Luego de una ronda de práctica de bateo, Dawson dijo: "Esa es la conexión más fuerte que he visto de alguien chocando una pelota de béisbol".

Baker estaba allí ese día.

"Conectó un cuadrangular en un partido de exhibición que pasó sobre el clubhouse de los Cardenales entre el jardín dercho y el central", expresó Baker. "Fue algo ridículo. Nadie había visto una pelota viajar tan lejos. Parecía algo salido de la hechicería de Harry Potter, era un poder fuera de este mundo. Cuando Stanton pisó la segunda base, detuvo su carrera, vio al umpire y le preguntó: '¿Fue doble por reglas?'. No pensaba que la había llevado tan lejos. El árbitro le vio con manos abiertas, casi que diciéndole: '¿Qué estás haciendo?' Le instruyó a seguir corriendo. Cuando regresó al dugout, no tenía idea de lo que había ocurrido. Le dije: 'Viejo, ¡esa pelota viajó 200 pies más allá de la cerca!"

Cuanta fuerza. Acostúmbrense a ver muchos episodios similares este año por parte de los Yankees.

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Ha llegado ese momento del año, donde estamos apenas a un mes de los entrenamientos primaverales, y quitamos la última letra de nuestro nombre - convirtiendo el ESPN en ESP - y predecimos el futuro de los Yankees de Nueva York

Según vimos, la temporada pasada nos divertimos un poco, y nuestro "escenario ideal 2017" no estuvo muy lejos de la realidad. Ahora nos montaremos nuevamente en nuestro DeLorean para ver lo que pasará en la primera temporada de Aaron Boone como manager. (Nota: Un par de estas cosas podrían no ocurrir en este año. Solo digo.)

14 de febrero: Boone, conocido por imitar otros managers, hace su primera conferencia de prensa como si fuera Joe Girardi. Eso no es lo que uno quiere. Entonces, luego que los lanzadores y receptores hicieran sus primeros entrenamientos, Boone - en un intento velado de apaciguar las casi imposibles expectativas en su campaña de novato - dice que piensa que su roster es bastante bueno pero que necesita un poco más para ganar la Serie Mundial.

En un costado, el gerente Brian Cashman tiene una sonrisa diabólica en su rostro.

2 de marzo: Aaron Judge y Giancarlo Stanton sostienen prácticas conjuntas de bateo en el Steinbrenner Field, y conectan batazos monstruosos que aterrizan en el Raymond James Stadium, la casa de los Bucs en la NFL, en el otro lado de la calle. La policía en Tampa se ve forzada a cerrar el Dale Mabry Highway cuando el dúo se dispone a batear. De forma extraña, esto mejora el tráfico en el resto de la ciudad, usualmente agobiada por las congestiones.

26 de marzo: Los Yankees terminan la Liga de la Toronja con marca de 29-3, superando a los rivales en carreras 235-57. El fenomenal novato Gleyber Torres se queda con el puesto titular en la segunda base, lo que hace que la alineación de los Yankees del Día Inaugural luzca de la siguiente manera:

1. Judge, RF

2. Stanton, DH

3. Didi Gregorius, SS

4. Gary Sánchez, C

5. Greg Bird, 1B

6. Aaron Hicks, CF

7. Torres, 2B

8. Ronald Torreyes, 3B

9. Brett Gardner, LF

Boone dice que piensa que la alineación es bastante buena pero añade que sigue sin convencerse que los Yankees tengan el talento suficiente. Todo en el mundo en el béisbol echa sus ojos hacia atrás... excepto Cashman.

27 de marzo: En su primer partido de temporada regular tras su implosión en el juego de comodines. Luis Severino permite siete carreras y dura apenas dos tercios de entrada en el primer partido de la campaña en el Rogers Centre en Toronto. Los Yankees son blanqueados 12-0. Tras perder los primeros cuatro juegos de la serie, Boone se lamenta, "Ven, ¿qué les dije? ¿¡¿Ellos quieren que yo gane con esta alineación?!?"

Luego, Boone es visto conversando con el narrador de los Azulejos - y ex compañero de Boone en los Domingos de Grandes Ligas por ESPN -- Dan Shulman. Los rumores que llegan desde Toronto apuntan a que Boone está considerando volver a los medios de comunicación.

2 de abril: Durante las presentaciones de los jugadores antes del primer partido de los Yankees en el Bronx, el narrador del YES Network Michael Kay pregunta, "¿Están los fanáticos diciendo, 'Booooooone'?" No, no es así.

Boone recibe los mayores abucheos, pero Stanton, quien se fue de 14-0 en el norte de la frontera, los escucha también. Los Yankees pierden este partido ante los Rays 5-0. Tras un día libre, ellos pierden nuevamente para comenzar la temporada 0-6.

8 de abril: Luego, los Yankees son barridos por los Orioles. En la novena entrada, se escuchan los coros de "¡Binder! ¡Binder! ¡Binder!" entre los más o menos 12 fanáticos (pro-Girardi) que quedan en las inmediaciones en un miserable y frío juego final de la serie el domingo.

9 de abril: Con los Yankees jugando para 0-10, comienzan a surgir reportes que Alex Rodríguez se reunió con Hal Steinbrenner en Tampa. "¿Será que A-Rod reemplazará a Boone nuevamente?", rezan los titulares.

10 de abril: Boone recibe una ovación de pie cuando los Yankees sin victorias llegan al Fenway Park para su primera serie del año ante los Medias Rojas. De repente, los fanáticos aman a Boone en Boston. Los Yankees son barridos, cayendo a 0-13.

13 de abril: Cashman, luego de pasar dos años cambiando nada por algo, finalmente escucha los ruegos de Boone de mejorar el roster al adquirir a Manny Machado de los Orioles por tres jugadores del cuadro de Clase A que ni siquiera Keith Law los conoce.

Así como dijeron que no cortejaron a Shohei Ohtani durante la temporada baja porque 'por su filosofía' ellos no participan del sistema de posta, los Orioles dijeron que, también por su filosofía, ellos también objetarán la potencialmente histórica clase de agentes libres del 2018, lo que significa que Machado tenía que irse. Nadie entiende eso tampoco.

Ahora la alineación de los Yankees luce como esto:

1. Judge, RF

2. Stanton, DH

3. Gregorius, SS

4. Sánchez, C

5. Bird, 1B

6. Machado, 3B

7. Torres, 2B

8. Hicks, CF

9. Gardner, LF

Boone declara que él no está considerando un regreso a los medios de comunicación.

1 de mayo: Los Yankees han mejorado en algo su juego, pero no lo suficiente. Los titulares acusan a Boone de imitar a Joe Torre - antes de sus anillos en el Bronx, cuando se le conocía como el Clueless Joe con los Mets, Bravos y Cardenales. Los Yankees terminan abril en el sótano del Este LA con marca de 10-20.

2 de mayo: Con la enormidad de rumores en los programas de radio y las redes sociales sobre la posibilidad que A-Rod sustituya a Boone, el portavoz de A-Rod, Ron Berkowitz, dice, "A-Rod no tiene planes de ser manager de los Yankees. Su meta inmediata es buscar un trabajo en los medios en Estados Unidos".

15 de mayo: Stanton, que ahora lidera la LA con 17 jonrones, se lastima la muñeca cuando se le pide a él y a Judge que firmen defensas abolladas y autenticadas por Steiner Sports. Stanton se pierde cinco semanas de juego.

Clint Frazier reemplaza a Stanton - y los Yankees despegan. De repente, se convierten en el mejor equipo en el béisbol, al lograr 25 victorias en fila, record para la Liga Americana. La gente comienza a preguntarse: ¿Son mejores sin Stanton?

26 de junio: El CEO de los Marlins Derek Jeter llama a Steinbrenner, rogando por ser presentado antes de un partido en el Yankee Stadium. Es el 44º cumpleaños de Jeter, es odiado en Miami, y los Yankees no han ganado un partido en casi un mes. "Solo quiero ser amado nuevamente", se alega que dijo Jeter. Steinbrenner le aconseja a Jeter que sea más como A-Rod. Jeter dice que él considerará crear una cuenta en Instagram para publicar fotos de él con su familia comiendo helado.

16 de julio: En los 39 juegos finales antes del receso del Juego de Estrellas, los Yankees compilan marca de 38-1 para mejorar a 57-27. Ellos ahora tienen 14 juegos de ventaja en el Este de la Americana.

Boone se sigue preguntando si los Yankees están construidos para octubre. Boone, contratado como un manager moderno, dice que hay métricas analíticas que muestran que las 520 carreras anotadas por los Yankees contra las 231 que les han hecho no son tan buenas como parecen. Nadie puede encontrar esa estadística que él está citando. Sin embargo, Cashman asiente.

31 de julio: Los Yankees consiguen en cambio a Bryce Harper. Cashman le da a Washington a Jacoby Ellsbury, Chasen Shreve, dos prospectos de Clase A y los derechos de A-Rod como asesor especial. Boone dice que Harper será el sexto jardinero de su equipo.

15 de septiembre: Los Yankees pasean el resto de la temporada. Con la mala racha de Hicks, Gardner se mueve al central, y Harper se convierte en titular. Todavía molesto por haber sido reservista por tanto tiempo, Harper conecta 23 jonrones en septiembre.

Judge (45) y Stanton (41) se combinan para lograr 86 jonrones en total en 2018. Tras haber comenzado la temporada sin victorias, los Yankees terminan con marca de 118-44.

1 de octubre: Torres es el favorito para ser el Novato del Año, y la alineación de los Yankees al entrar a la postemporada luce así:

1. Judge, LF

2. Harper, RF

3. Stanton, DH

4. Bird, 1B

5. Machado, 3B

6. Gregorius, SS

7. Sánchez, C

8. Gardner, CF

9. Torres, 2B

Boone dice que piensa que, finalmente, los Yankees podrían tener el balance correcto, con su preparación de zurdos/derechos. (Dejando las bromas a un lado: Aunque nos estamos divirtiendo aquí un poco, los Yankees podrían, en teoría, firmar a Machado y Harper luego de reiniciar su número de impuesto de lujo - y lo mencionado arriba podría ser su alineación en algún punto. En serio.)

27 de octubre: Los Yankees ganan la Serie Mundial, al barrer a los Cachorros. Juegan para 11-0 en los playoffs. Judge gana el JMV de la Serie Mundial. La historia subestimada de la temporada de los Yankees es su pitcheo; Severino, Masahiro Tanaka, Sonny Gray y CC Sabathia brillan todos, mientras que Dellin Betances tuvo un gran año de regreso para unirse a Aroldis Chapman y David Robertson en la parte trasera del bullpen.

Boone, empapado en champaña, dice que le preocupa si su equipo tiene la profundidad suficiente para repetir. Cashman llama a los Nacionales sobre Max Scherzer. Los Yankees conforman el Imperio del Mal más malo.

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ORLANDO, Florida --- A un mes de abrir sus campamentos de entrenamientos en Florida, los Medias Rojas de Boston y los Yankees de Nueva York lucen estar preparados para una batalla campal por el liderato de la División Este de la Liga Americana, pero con una serie de huecos que ponen en duda la capacidad de ambos para aspirar a destronar a los Astros de Houston como monarcas del joven circuito.

Medias Rojas y Yankees han hecho ofertas a su rival divisional los Orioles de Baltimore por el antesalista y torpedero dominicano Manny Machado, quien jugará en el 2018 su último año de contrato, antes de ser agente libre. Baltimore no tiene ninguna prisa en mover a Machado antes del 31 de julio y casi seguro tendría que ser apabullado con una oferta de esas que no se pueden rechazar para mover a la joven estrella a un rival directo.

Mientras los Orioles juegan al gato y el ratón con los aspirantes de Machado, estas son las necesidades más urgentes de Yankees y Medias Rojas.

Yankees de Nueva York

En diciembre, los Yankees capturaron la atención del planeta del béisbol, haciendo varios movimientos de alto impacto, siendo el más importante el que llevó al jonronero y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional Giancarlo Stanton de La Pequeña Habana al Bronx.

Para cargar con Stanton, Nueva York cedió a los Marlins de Miami Marlins al intermedista dominicano Todos Estrellas Starlin Castro y los lanzadores de ligas menores, también quisqueyanos, Jorge Guzmán y José Devers.

El gerente general Brian Cashman, quien firmó una extensión de cinco años, cambió al antesalista Chase Headley y el lanzador Bryan Mitchell a los Padres de San Diego por el jardinero sustituto Jabari Blash y firmó al lanzador agente libre CC Sabathia por un año.

Nueva York, que abrirá su cuartel de entrenamientos en Tampa el martes 13 de febrero, ha estado negociando con los Piratas de Pittsburgh por más de un mes tratando de agregar a su rotación al derecho Gerrit Cole, un derecho de 27 años que estará bajo control por dos temporadas antes de poder probar la agencia libre.

Al día de hoy, los Yankees siguen buscando un lanzador abridor y un intermedista y/o un antesalista. El prospecto venezolano Gleyber Torres podría ser la respuesta para una de las dos posiciones, pero todo dependerá de lo que adquiera Cashman en el mercado antes que sus jugadores de posición tengan que reportarse al George M. Steinbrenner Field el lunes 19 de febrero, en el debut del inexperimentado manager Aaron Boone.

Está claro que si Nueva York consiguiera a alguien con experiencia para jugar en la 2B o la 3B, esto haría la vida más fácil a Torres para comenzar su carrera en las ligas mayores, y si Cashman agregara al roster a un infielder como Machado, Josh Harrison o Todd Frazier y a un lanzador como Cole o el agente libre Alex Cobb, el primer campamento primaveral de Boone sería más placentero.

Medias Rojas de Boston

Desde que terminó la temporada del 2017, el trabajo de los Medias Rojas prácticamente se ha limitado a la oficina y el cuerpo técnico.

El presidente de operaciones de béisbol, David Dombrowkis, nombró como su principal asistente al legendario Tony LaRussa, puso al puertorriqueño Alex Cora de manager y cambió casi por completo el staff de coaches.

Cora recibe básicamente el mismo roster de la temporada pasada. Un grupo que ganó la División Este, pero que fue eliminado en primera ronda de playoffs por los Astros, que luego eliminaron a los Yankees y eventualmente se coronaron campeones por primera vez en su historia.

Los Medias Rojas batearon 168 jonrones la temporada pasada para quedar en último lugar en su liga y a 73 de los lideres Yankees, que agregaron para el 2018 a Stanton, quien encabezó el béisbol con 59. Está claro que Boston necesita un bate poderoso para meterlo en el medio de la alineación.

Se sabe públicamente que Boston cortejó al inicialista Eric Hosmer y que ofreció un contrato al jardinero JD Martínez, pero entrando a la segunda semana de enero, Mitch Moreland es el primera base y el dominicano Hanley Ramírez el bateador designado dentro del grupo que deberá reportarse a Fort Myers desde el miércoles 14 de febrero.

Y también está Machado. De adquirir a un jugador como ese, Boston podría instalarlo en tercera base o el campocorto y darse el lujo de mover a otro lugar del cuadro al SS arubeño Xander Bogaerts o al 3B dominicano Rafael Devers y mejorar notablemente la profundidad de su roster completo.

En las actuales circunstancias, Boston sigue estando en mejor posición para ganar la División Este en el 2018, pero es evidente que si no llenan los huecos mencionados, estarán en desventaja frente a los mejores clubes de la Liga Americana, principalmente los Astros y los Indios de Cleveland.

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ORLANDO, Florida -- Con un balance bien claro de quienes fueron los ganadores y perdedores concluyó el jueves una de las ediciones más aburridas y monótonas de los últimos tiempos de las Reuniones Invernales de Grandes ligas.

Básicamente, la convocatoria de cuatro días en el majestuoso Swan & Dolphin Resort de Walt Disney World de Orlando, Florida, se convirtió en un trio de monólogos de los Yankees de Nueva York y Marlins de Miami y el súper agente Scott Boras.

Mientras los Yankees presentaron un Babe Ruth moderno y preguntaron por varias estrellas, los Marlins se desprendieron de sus principales figuras, lo que provocó que Boras se burlara de la organización floridana en su "discurso del estado de la unión" de cada ''Winter Meetings''.

''Hemos visto cómo una de las tiendas de joyería de Grandes Ligas se ha convertido en una casa de empeño'', dijo Boras.

Por cuarta vez desde el 2006, ''The City Beautiful'' acogió las juntas anuales, donde se encuentran al mismo tiempo los principales ejecutivos de los 30 clubes de Grandes Ligas, representantes de 160 equipos de ligas menores, agentes de jugadores, empresas relacionadas a la industria y medios de comunicación nacionales e internacionales.

El evento con 116 años de historia está programado para ser celebrado en Las Vegas, Nevada, el próximo año. En lo que respecta al 2017, estos fueron los mayores ganadores y perdedores.

LOS GANADORES

Giancarlo Stanton: El reinante Jugador Más Valioso de la Liga Nacional se lleva sus kilométricos cuadrangulares y, muy importante, su contrato de $325 millones de dólares a Nueva York, la meca del béisbol, donde vestirá el uniforme de los Yankees, el equipo de pelota más importante del planeta.

Los Marlins enviaron a Stanton y $30 millones a los Yankees por el intermedista Todos Estrellas dominicano Starlin Castro y los prospectos, también quisqueyanos, Jorge Guzmán y José Devers. Aunque cerraron las negociaciones en el fin de semana, fue el lunes que los Yankees presentaron al vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en una concurrida conferencia en la sala de prensa de las Reuniones Invernales.

Los Yankees, que lideraron las ligas mayores con 241 jonrones en el 2017, podrían amenazar la marca de 264 que tuvieron los Marineros de Seattle de 1997, juntando a Stanton con el jardinero Aaron Judge, el receptor dominicano Gary Sánchez, el inicialista Greg Bird y el torpedero Didi Gregorius, entre otros, en su alineación.

Stanton (59) y Judge (52), los lideres de cuadrangulares en ambas ligas mayores este año, básicamente tendrán su propio Derby diario desde las prácticas de bateo y todo el mundo lo estará viendo, en el estadio y por televisión, a diferencia de Miami, donde Stanton básicamente pasaba desapercibido la mayor parte del tiempo.

Marcell Ozuna: En el 2017, Ozuna tuvo una actuación casi similar a la de Stanton, pero por jugar en Miami y a la sombra de su poderoso compañero, pasó desapercibido. Ozuna bateó .312 con 37 jonrones y 124 carreras impulsadas y ganó el Guante de Oro.

Ozuna, de 27 años, fue mandado por los Marlins a los Cardenales de San Luis por el lanzador dominicano Sandy Alcántara, quien debutó con el equipo grande este año como relevista, pero está proyectado para ser un abridor de la punta de la rotación, y los tiradores norteamericanos Zac Gallen y Daniel Castano.

En San Luis, una de las franquicias más tradicionales de Grandes Ligas, Ozuna tendrá la oportunidad de establecer un mayor valor antes de aterrizar en la agencia libre después de la temporada del 2019.

Los relevistas: Durante los cuatro días de las Reuniones Invernales, el mercado de los toleteros y los pitchers abridores aportó los rumores, mientras que los relevistas metían el dinero al banco. Veamos quienes ficharon entre domingo y jueves:

Brandon Morrow ($21 millones por dos años con Cachorros de Chicago), el dominicano Juan Nicasio ($17 millones por dos años con Seattle Mariners), Pat Neshek ($16,25 millones por dos años con Filis de Filadelfia), Joe Smith ($15 millones por 2 años con Astros de Houston), Luke Gregerson ($11 millones por dos años con San Luis), Steve Cishek (entre $12 y $14 millones por dos años con los Cachorros) y Brandon Kintzler ($10 millones +$6 millones en incentivos por dos años con Nacionales de Washington), consiguieron pactos de más de $10 millones.

El veterano cerrador dominicano Fernando Rodney ($4,5 millones, más $1,5 millones en incentivos, por un año con Mellizos de Minnesota) y Mike Fiers ($6 millones por un año con Tigres de Detroit) también salieron de la lista de desempleados en Disney.

Bienvenidos a Grandes Ligas: De 18 jugadores reclutados el jueves en la fase de Grandes Ligas del sorteo de Regla 5, ocho son latinoamericanos (cuatro dominicanos, cuatro venezolanos y un cubano).

José Mesa hijo, de 24 años, pasó de los Yankees a los Orioles de Baltimore. El derecho tiene foja de 12-4, efectividad de 2.86 y ha ponchado 226 bateadores en 176 entradas en cuatro temporadas en ligas menores en la organización de los Yankees.

Todos los dominicanos reclutados son lanzadores. Los Orioles también se quedaron con el derecho Pedro Araujo, quien pertenecía a los Chicago Cubs; los Gigantes de San Francisco adquirieron al rápido Julián Fernández pasa desde Rockies de Colorado y Anyelo Gómez pasó de los Yankees a los Bravos de Atlanta. Baltimore, el único conjunto con tres selecciones, atrapó al lanzador cubanoamericano Nestor Cortés, un zurdo que pertenecía a los Yankees.

Los Tigres de Detroit usaron su primera turno en el draft para pescar al jardinero venezolano Victor Reyes desde los Diamondbacks de Arizona. El bateador ambidiestro de 23 años era el prospecto #18 en la organización de Arizona. Otro jardinero venezolano, Carlos Tocci, fue tomado por los Medias Blancas de Chicago desde Filis de Filadelfia (y luego cambiado a los Rangers de Texas), mientras que sus compatriotas, los lanzadores Elieser Hernández y Albert Suárez, pasaron de Houston y Gigantes de San Francisco a Miami y Arizona, respectivamente.

PERDEDORES

Los Marlins: En lo que se calienta una cerveza en la playa de Miami, los Marlins cambiaron al intermedista Dee Gordon a Seattle, Stanton a los Yankees y Ozuna a San Luis; conversaron con varios conjuntos para tratar de mover al jardinero Christian Yelich y, de paso, mandaron el trisme mensaje de que lo único diferente que tienen sus nuevos dueños en relación a sus anteriores dueños son los apellidos.

La venta de pasillo de los Marlins fue recibida como un trago amargo por los aficionados del Sur de Florida, que pensaban que algunas cosas cambiarían después que Bruce Sherman y Derek Jeter compraron el equipo al odiado Jeffrey Loria. Peor aún, en toda la industria del béisbol se criticó el pobre retorno que recibieron los peces por Stanton, además del maltrato de Jeter al Jugador más caro del equipo durante todo el proceso.

Derek Jeter: Cada golpe a los Marlins es un golpe a Jeter, la cara más visible de la nueva directiva.

Y no solamente es por cambiar a las estrellas, maltratar a Stanton o estar en un juego de fútbol americano en Miami, mientras su empresa realizaba movidas tan importantes en Orlando, sino por todos los pasos en falso que ha dado desde que se completó la venta del conjunto, incluyendo el despido de figuras adoradas por los aficionados como Tany Pérez, Jeff Conine, Andre Dawson y Jack McKeon, antes de comenzar su gestión de manera oficial.

Tras el canje de Stanton a los Yankees, un seguidor del equipo, quien es cura, sugirió en la iglesia que los fanáticos boicoteen los juegos de los Marlins en señal de protesta.

Agentes libres caros: Los jardineros J.D. Martínez, Jay Bruce y Lorenzo Cain; los inicialistas Eric Hosmer, Carlos Santana y Yonder Alonso; los antesalistas Mike Moustakas y Todd Frazier y los lanzadores Jake Arrieta, Yu Darvish, CC Sabathia, Alex Cobb y Lance Lynn y más de 150 jugadores siguen desempleados después de cuatro días de rumores e intercambios de opiniones en las Reuniones Invernales.

En lo que se refiere a Martínez, Hosmer, Arrieta y Darvish son jugadores que muy probablemente deben superar la barrera de los $100 millones de dólares en sus nuevos contratos. El número "200" ha sido mencionado en un par de ocasiones después de los apellidos Arrieta y Martínez, pero eso está por verse.

El soplón de información sobre Ohtani: La oficina del comisionado de Grandes Ligas investigará si un oficial de uno de los equipos fue quien filtró la información médica del japonés Shohei Ohtani citada en historias publicadas esta semana, reportó Buster Olney, de ESPN.

El asunto no es ligero. Si una investigación determina que alguien relacionado a uno de los otros 29 clubes que no firmó a Ohtani fue responsable de filtrar datos personales del pelotero, entonces las sanciones serán severas, para el individuo y/o la organización, o ambos.

Ohtani fue puesto en subasta por su equipo japonés. Los 30 clubes de Estados Unidos recibieron el mismo reporte médico y comentarios confidenciales. Todos sabían los pros y los contras. Ohtani decidió firmar con los Angelinos de Los Ángeles. ¿Fin del asunto? ¡No!

El martes, Sports Illustrated informó que Ohtani había recibido una inyección de plasma rica en plaquetas para su codo. Luego, Yahoo! Sports publicó detalles de los registros médicos de Ohtani, específicamente que tiene un esguince de Grado 1 del ligamento colateral cubital en su brazo de lanzar.

El gerente general de los Angeles Angels, Billy Eppler, confirmó a los reporteros el martes que Ohtani recibió una inyección de PRP en su codo derecho y agregó que el equipo estaba satisfecho con los resultados del examen físico de la joven estrella que puede lanzar y batear regularmente.

Si los datos usados en esos reportes fueron aportados por personal de uno o varios de los clubes rivales, entonces eso es un golpe bajo e innecesario. Que se sepa, ningún equipo desistió de firmar a Ohtani después de tener su información médica, que es secreta y confidencial, salvo aprobación del propiestario.

El soplón, si trabaja en las ligas mayores, seguro la pasará difícil.

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