Si los Yankees de Nueva York quieren llegar lejos con este equipo plagado de juventud y talento, tendrán que resolver tarde o temprano el problema que representa tener al dominicano Gary Sánchez detrás del plato.   La receptoría es la posición más difícil y fundamental en la defensa de un equipo y Sánchez, en quien los Yankees pusieron todas sus esperanzas desde que lo firmaron en el 2009, con 16 años, es posiblemente el peor enmascarado de todas las Grandes Ligas.   Vamos a los números: en 42 partidos en esa posición, el dominicano ha cometido tres errores y nueve passed balls, líder de todo el béisbol en este departamento negativo.   Además, de 21 corredores que le han salido al robo, 17 han llegado con vida, para un mediocrísimo promedio de 19 por ciento de capturados.   A eso súmenle los 31 wild pitches que han lanzado los serpentineros de los Yankees cuando él está a la defensa, muchos de los cuales habrían sido perfectamente evitables por un cátcher promedio.   Ya el año pasado fue el receptor con más errores (13) y passed balls (16) en todo el béisbol.   Pero más allá de los números, a Sánchez se le ve inepto con los arreos, con severas dificultades para recibir los envíos, sobre todo los supersónicos del cerrador cubano Aroldis Chapman, que ponen a temblar a los fanáticos por el nerviosismo.   El quisqueyano es, sobre todo, un tremendo bateador, aun cuando en el 2018 sus números con el madero hayan sido bastante pobres en comparación con sus años anteriores.   Con sólo 25 años de edad, luce destinado a ser un buen bateador designado, aunque al parecer no será detrás del plato donde hará larga su carrera.

Toca al manager Aaron Boone tomar la decisión, al menos, de sustituirlo en los episodios finales, si no quiere poner en riesgo potenciales triunfos.   Austin Romine podría convertirse oficialmente en cátcher cerrador, para garantizar la defensa en el noveno capítulo.   Romine, un receptor eminentemente defensivo, además ha sido sumamente efectivo con el madero en esta campaña, con números muy por encima de los promedios de sus seis años anteriores en las Mayores, todos con los Yankees.   El segundo enmascarado está bateando para average de .344 en 22 partidos, con cuatro jonrones que igualan ya la cifra máxima que consiguió en 62 juegos en el 2016.   Además, ya suma 19 carreras impulsadas, siete menos que las 26 de hace dos años, su tope de carrera.   Está por verse si es capaz de mantener el ritmo actual si juega a tiempo completo, pero ante las deficiencias de Sánchez para atrapar pitcheos, sería conveniente combinar al máximo las habilidades defensivas de Romine con su buen momento ofensivo.   Seamos honestos. Tampoco es que la decisión sea muy difícil de tomar, aun cuando el quisqueyano es una de las caras más visibles del proceso de reconstrucción al que fue sometida la franquicia en años recientes.

Con un sueldo de poco más de 620 mil dólares en el 2018, no es muy complicado enviarlo a refrescar a la banca.   No es el mismo caso de Giancarlo Stanton, cuyos números distan mucho de aquel Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2017, pero con 25 millones de salario.   Nadie le paga tanto dinero a alguien para que caliente los clavos de la banca y menos en estos tiempos, cuando la capacidad de maniobra de los managers es limitada por las órdenes que vienen de la oficina.

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Luis Severino hizo una pausa. "¿Cuáles eran esos números de nuevo?", preguntó.

Se los leí de nuevo. Los Yankees conectaron 241 jonrones la pasada temporada. El record para una temporada en Grandes Ligas es de 264.

Severino sonrió. "Creo que podemos hacerlo", dijo.

Por supuesto, Severino es lanzador, lo que hace un poco más fácil el hacer una predicción atrevida como esa. De todos modos, hay pocas dudas que luego de adquirir a Giancarlo Stanton, lo que le da a los Yankees dos toleteros que llegaron a 50 jonrones hace una campaña atrás, el record de jonrones en MLB para una temporada podría estar en riesgo.

Temprano en los entrenamientos primaveralea se le preguntó a Stanton sobre la cantidad de jonrones que él y Aaron Judge podrían conectar, y él no quiso mencionar ninguna meta específica. "La curiosidad de lo que podemos hacer juntos es el enfoque principal", dijo. "En términos de estar a la altura de las expectativas, eso solo va a llegar jugando. El objetivo principal es ganar, así que si nuestras expectativas nos ayudan a ganar, realmente no importa cuáles sean los números".

¡Aburrido!

Sí, las victorias son la meta principal que importa, pero ¡a mayor cantidad de jonrones que conecten los Yankees, más van a ser las victorias! Así que, en un mundo perfecto, ¿cuántos cuadrangulares podrían conectar los Yankees? Parece una tormenta perfecta para imponer un record, dada la cantidad de cuadrangulares que se conectaron en las mayores en el 2017. Los Yankees lideraron el béisbol con sus 241 bambinazos, pero otros cuatro equipos superaron los 230: los Astros (238), Rangers (237), Atléticos (234) y Orioles (232).

Los Marineros de 1997 establecieron el record con esa cifra de 264, una marca que luce más impresionante dado el hecho que solo otros dos equipos llegaron a los 200 jonrones esa temporada (comparado con 17 la pasada temporada). Y más asombroso es que ellos establecieron ese record con una temporada de Alex Rodríguez por debajo de lo esperado. Él logró 23 batazos de vuelta completa, pero había conseguido 36 en el 1996 y 42 en 1998. Además, pese a la reputación del Kingdome como un gran estadio para jonroneros, en realidad ellos no derivaban un gran beneficio de su estadio local. Ellos conectaron 131 jonrones en casa (uno cada 20.9 turnos) y 133 en la carretera (uno cada 21.6 turnos).

Lo que ellos sí tuvieron fue una excelente salud. Ken Griffey Jr., Jay Buhner y Edgar Martínez jugaron cada uno al menos 155 partidos, otros cuatro jugadores participaron en al menos 141, y aunque tuvieron que hacer ajustes en el jardín izquierdo tras el cambio de José Cruz Jr., de todos modos recibieron 24 jonrones de los ocupantes de dicha posición.

Así que la buena salud es imperativa para que los Yankees tengan oportunidad del record, y sabemos que el historial de lesiones de Stanton es abultado, aunque jugó 159 partidos la temporada pasada. Judge también fue sometido a una cirugía de hombro en la temporada baja. Y el frecuentemente lesionado primera base Greg Bird estará fuera de seis a ocho semanas por una cirugía de tobillo, así que él tendrá que recuperarse con fuerza para acercarse a sus proyecciones. Pero los Yankees se beneficiarán de uno de los mejores estadios para cuadrangulares en las mayores. En el 2017, los Yankees batearon 140 jonrones en la casa y 101 en la carretera. Judge, con su modo de batear hacia la banda contraria, se aprovechó de las cortas dimensiones del jardín derecho y conectó 33 de sus 52 cuadrangulares en casa.

Echemos una mirada a algunas de las proyecciones para ver cómo le podría ir a los Yankees. La tabla mostrada abajo hace una lista de los totales de jonrones del 2017 para los nueve titulares en la alineación de los Yankees, la proyección de la media (50 por ciento) del sistema PECOTA de Baseball Prospectus junto con las perspectivas del 90 y del 10 por ciento, el sistema de proyecciones ZiPS de Dan Szymborski y el total de jonrones de los Marineros del 1997.

La proyección de la media de PECOTA incluye 40 jonrones de la banca, lo que le daría a los Yankees un total combinado de 249. ZiPS es un poco más optimista, proyectándole 20 jonrones adicionales combinados a Stanton y Judge que PECOTA.

Algo para notar sobre Stanton es que él es un bateador que hala más la pelota que Judge. He aquí su gráfica de bateo del 2017, incluyendo los elevados, líneas y elevados débiles:

Aún así, podría beneficiarse al mudarse al Yankee Stadium. De acuerdo con el Manual de Bill James, el factor de jonrones de tres años para bateadores derechos en el Yankee Stadium fue de 123 (un 23 por ciento de aumento en jonrones). El factor de jonrones para bateadores derechos en el Marlins Park fue de 80 (una baja en jonrones del 20 por ciento). Por supuesto, Stanton conecta sus jonrones tan lejos, que quizás eso no importe, pero le deberá gustar el Yankee Stadium (sin mencionar el Camden Yards y Fenway Park).

La mayor interrogante rodea a Judge, y apunta a uno de los defectos en el sistema de proyecciones. Debido a que las proyecciones también incorporan cifras de liga menor para un jugador joven, incluso en su proyección de percentil del 90 por ciento es de apenas 43 cuadrangulares. Bueno, nosotros sabemos que puede llegar a los 52, así que 43 como cifra máxima es obviamente baja. Su cifra máxima es de al menos 52 y probablemente más alta. No estoy diciendo que vuelva a conectar tantos, pero ciertamente es posible que pueda alcanzar los 55 o hasta los 60.

Me preguntaba cuál era el peor escenario para Judge (más allá de la lesión). Muchos analistas astutos apuntan a un declive signicativo, con preocupaciones legítimas sobre su tasa de ponches y su promedio de pelotas en juego de .357. Sigo utilizando el ejemplo de Ryan Howard como el peor potencial escenario. Comparemos sus primeras temporadas completas:

" Howard, 2006: .313/.425/.659, 58 HR, 108 BB, 181 K, .356 BABIP

" Judge, 2017: .284/.422/.627, 52 HR, 127 BB, 208 K, .357 BABIP

Aunque batean en diferentes lados del plato, hay similaridades obvias: Ambos usan un modo de batear hacia la banda contraria, ambos fueron novatos viejos (Howard tenía 25, al igual que Judge, cuando ganó el Novato del Año en 2005), ambos lograron muchos boletos y se poncharon mucho.

Howard nunca se volvió a acercar a esa temporada, aunque si tuvo tres temporadas más de 40 jonrones (47, 48 and 45). Aun así, nunca bateó por encima de .279, y su tasa de boletos eventualmente bajó de 15.3 por ciento en 2006 al 11.7 por ciento en 2011 (su última temporada decente antes de que se le quebrara su tendón de Aquiles en la postemporada 2011).

Ciertamente es posible que Judge termine por ese mismo camino. Pero no creo que lo haga. Para empezar, es mucho mejor atleta que Howard, y creo que eso es un buen augurio para hacer ajustes. Las luchas de Howard ante los zurdos se volvieron enormemente problemáticas, reduciendo sus números totales. Judge no tiene ese problema. Judge, como dijo Boone el otro día, también es muy competitivo, y "quiere arrancarle el corazón al enemigo".

Así que yo creo que Judge va a ser grandioso. Sí, quizás el 2017 termine siendo la mejor temporada de su carrera, pero me gustan sus oportunidades de volver a conectar 50 jonrones.

De vuelta a la pregunta: En un mundo perfecto, ¿cuántos jonrones batearán los Yankees?

275: Esa es la proyección del 90 por ciento que hace PECOTA al sumar 250 jonrones de los titulares. Si le añadimos otros 25 de la banca y llegamos a los 275.

Pero ¿podríamos ver un total más alto que ese?

305: Lo interesante sobre esa cifra de 275 es que algunos de los totales ni siquiera igualan lo que los jugadores lograron la pasada temporada. Así que si sumamos 11 para Stanton, nueve para Judge, cuatro para Didi Gregorius y seis para Brett Gardner, llegamos a 305 cuadrangulares. En un mundo perfecto, esa es la cantidad que van a lograr los Yankees.

Pero probablemente no ocurrirá.

Pero podría pasar. Y eso les traería muchas victorias.

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FALTA UN PAR DE DÍAS antes que los New York Yankees de Nueva York juegue su primer encuentro de los entrenamientos primaverales y Justus Sheffield, Chance Adams y Dillon Tate están cómodamente sentados haciendo un semicírculo alrededor de CC Sabathia en un rincón del camerino en el George M. Steinbrenner Field de Tampa, Florida.

Sabathia, en su carácter del jugador más veterano de los Yankees, cuenta con el privilegio de dos vestidores en un rincón, lejos del tráfico que incluye a peloteros, entrenadores, staff del camerino, miembros de los medios de comunicación, personal de relaciones con los medios, intérpretes y el coach ocasional o miembro de la gerencia. Ciertamente, no es coincidencia que los dos vestidores que se encuentran en la pared adyacente, antes de llegar al pasillo que conduce al dugout y a otras oficinas, pertenecen a Sheffield y Adams.

Junto a Tate, conforman tres de los pitchers abridores más prometedores dentro de un talentoso y profundo sistema de granjas de los Yankees. El vestidor de Tate se encuentra en otra área del camerino. Sin embargo, él, Sheffield y Adams en muchas ocasiones se juntan en las mañanas, antes de comenzar los entrenamientos en el terreno o las sesiones de lanzamientos. A veces, lo hacen en el vestidor de Tate y en este día, se congregaron frente al locker de Sabathia.

La lección de Sabathia era simple. "Sé tu mismo", explicó Tate. "No te esfuerces demasiado y lances de forma excesiva sólo porque estás pitcheando en frente del manager y coaches del equipo grande".

Si bien Sabathia ha asumido el papel de mentor, también es cierto que cuenta con tres estudiantes dispuestos a aprender de él. Los tres jóvenes abridores no esconden su pasión por el béisbol.

Tate se describe como una persona que aprende de forma visual y gusta de ver a algunos de sus lanzadores favoritos, gracias a la aplicación móvil de las Grandes Ligas (Chris Archer, Marcus Stroman, Justin Verlander) para así poder estudiar la forma en la cual enfrentan a los bateadores y arman su secuencia de pitcheos. Adams gusta de imitar los envíos de otros pitchers y aparentemente hace una imitación perfecta de David Price. Los ojos de Sheffield se iluminan cuando explica cómo trabajaba en un tipo de slider que complementará su slider tradicional de poder, la cual decae hasta ir frente a los pies de los bateadores diestros. No es cuestión de cambiar su agarre; sino de hacer una sutil variación del sitio en el cual cae el pie que coloca en frente a la hora de enviar el lanzamiento.

Tim Naehring es la mano derecha del gerente general Brian Cashman, en su puesto de vicepresidente de operaciones de béisbol de la organización. Apoya a Cashman en la evaluación de los peloteros que forman parte del sistema de ligas menores, el manejo del roster y discusiones de cambios. Le pregunté si mi evaluación del trio de lanzadores estaba en lo correcto.

"Lo llamamos el factor 'it'", dice Naehring, elogiando la agudeza que muestra este trío en cuanto al béisbol. Habló del antesalista Miguel Andujar como otro ejemplo. "Siempre tiene una sonrisa en su rostro. Un tremendo sentido de la urgencia. Quiere mejorar a diario. Los chicos que cuentan con ese deseo de ser los mejores dentro de lo que les permiten sus herramientas son los que usualmente llegan a Grandes Ligas para quedarse".

Sheffield es el prospecto mejor cotizado entre pitchers: Keith Law lo ubicó en el puesto 16 en su Top 100. Sin embargo, Adams podría contar con las mayores probabilidades de causar impacto en 2018. Luego de destacarse en seis aperturas en Doble-A durante la pasada campaña, hizo 21 apariciones como abridor en Triple-A, con efectividad de 2.89. Es un buen ejemplo de los factores que han transformado al sistema de prospectos de los Yankees en uno de los más repletos de talento en la pelota organizada: una combinación de cazatalentos, análisis estadístico y desarrollo de jugadores.

Adams fue relevista en su tercer año en la Universidad Dallas Baptist y los Yankees lo tomaron en la quinta ronda del draft 2015. "Algunos scouts dicen que parece más una pieza para el bullpen, luego Danny Borrell (coordinador de pitcheo de ligas menores) le sometió a una prueba biomecánica, la cual nos dijo que el chico hace todo lo que se quiere ver en un abridor", dijo Naehring.

Por ende, los Yankees lo convirtieron en abridor. Adams cuenta con el físico de un relevista: se indica que cuenta con 6 pies de estatura, lo cual podría ser un acto de generosidad; sin embargo, tiene una contextura fornida y cuenta con el repertorio de un abridor, lanzando en un rango entre 92 y 97 millas por hora, con un buena slider y un cambio en proceso de madurez, el cual, a criterio de Naehring, tiene la posibilidad de convertirse en ofrecimiento de alto nivel. Igualmente, sus envíos pueden ser engañosos, con una forma de trabajar escondiendo la pelota, lo cual le permite lanzar con cierto truco. Además, a los Yankees les agrada su recta.

"Un bateador piensa, a partir de la forma cómo la pelota abandona la mano, cómo va a caer en cierto ángulo del plato", dice Naehring. "La forma en la cual él envía su recta y cómo la pelota mantiene una trayectoria plana es algo anormal para un bateador. Su cerebro espera que la pelota se mueva de manera convencional y sus pitcheos no se comportan de esa forma. Entonces, tiene varios atributos en su recta que nos agradan a todos".

Adams está nuevamente dentro del campamento de Ligas Menores (aún no forma parte del roster de 40). Sin embargo, si se produce una lesión a un miembro de la rotación, podría convertirse en una de las primeras opciones para cubrir algún vacío.

Sheffield llegó a Doble A el año pasado y podría también encontrarse dentro de la rotación de Scranton, a un peldaño de llegar a las Mayores. Le indiqué que tendría mejor oportunidad de ascender al equipo grande en este mismo instante si estuviera en otra organización como por ejemplo los Marlins.

Me sonrió. "De ninguna manera. Quiero pitchear en el Bronx".


EN 2017, DEBIDO AL SURGIMIENTO de Aaron Judge, Luis Severino, Gary Sanchez y Jordan Montgomery, los Yankees produjeron un WAR de 25.7 por parte de los jugadores criados dentro de su propio sistema y que formaban parte del roster de Grandes Ligas, siendo ésta la segunda cifra más alta en las mayores, sólo por debajo de los Houston Astros de Houston, de acuerdo con los datos manejados por thebaseballgauge.com. El talento propio aportó el 44.1 por ciento del WAR total de los Yankees, el porcentaje más alto desde 2007.

Los Yankees no se conformaron con graduar todo este talento de alto nivel. Además, cuentan con el segundo sistema en el ranking de Law, encabezado por Gleyber Torres (su quinto mejor prospecto de todo el béisbol), Sheffield (No. 16) y Andújar (No. 54). Como una forma de presentar gráficamente la mejoría de todo el sistema, anexamos la siguiente tabla, la cual clasifica el WAR de peloteros producto del propio sistema, el WAR original (que suma todo el talento originalmente firmado o tomado en el draft por los Yankees, aunque no tienen que encontrarse aún dentro de la organización) y luego, el sitial en el cual ubicaba la revista Baseball America a los Yankees en sus rankings organizacionales, los cuales se publican antes de iniciar cada temporada.

Ahora, viajemos en el tiempo, hasta el año 2014. Los Yankees terminaron con marca de 84-78, sin clasificar a los playoffs por segunda temporada consecutiva, siendo la primera vez que ello ocurría desde 1993. Fueron superados por 31 carreras. Eran un equipo viejo y aburrido, con una alineación conformada por un Derek Jeter a sus 40 años y en su última temporada como pelotero activo; un Mark Teixeira con actuación mediocre, Brian Roberts, Ichiro Suzuki, Carlos Beltrán y Alfonso Soriano. Vidal Nuño, Chase Whitley y Chris Capuano hicieron por lo menos 12 aperturas cada uno. Era algo feo de ver.

A principios de dicha campaña, Baseball America escribió: "Es difícil conseguir un sistema que haya tenido un peor 2013. Muchos de los principales prospectos de los Yankees dieron un paso atrás, dejando a los niveles superiores de su sistema con evidentes carencias". Ahora, gracias al beneficio de la retrospectiva, entendemos que en realidad el sistema era un poco más fuerte de lo que se creía originalmente. Sánchez era su prospecto número 1, Judge fue tomado en el draft de 2013 (aunque no pudo jugar inmediatamente después de haber sido seleccionado, debido a una lesión en una de sus piernas), Severino había lanzado 44 entradas en los niveles bajos de Ligas Menores y hombres de la talla de Andújar, Greg Bird y Dellin Betances ya estaban dentro del sistema de los Mulos.

A pesar del panorama que les rodeaba, los Yankees ya entendían que tenían que hacerse más dependientes de sus peloteros jóvenes y contar menos con la adquisición de costosos agentes libres. En octubre de 2014, Gary Dembo, luego de asumir distintos roles dentro de la organización, incluyendo coach de bateo en Grandes Ligas, fue designado como vicepresidente de desarrollo de peloteros.

"Cuando Gary Dembo asumió el cargo, aportó cierta cultura que cambió el panorama. Esto lo digo sin tener nada en contra de quienes le antecedieron", dijo Naehring, quien fungió como cazatalentos de Grandes Ligas antes de asumir su actual cargo, luego de la campaña 2015. "Gary aportó un nivel diferente en cuanto a asumir responsabilidades, lo cual consideré como algo importantísimo. El staff de desarrollo de peloteros puede ser tan bueno como lo desee ser. Pero, a menos que se tenga gente que sean capaces de conseguir peloteros en los ámbitos internacional y amateur, te vas a ver severamente limitado".

Dembo dejó su cargo en los Yankees para unirse a Jeter en la gerencia de los Marlins después de terminar la zafra 2017. Mientras los Yankees asumían el fin de los contratos de Alex Rodríguez, Teixeira y Sabathia, el sistema empezó a desarrollar el talento descubierto por el director de cazatalentos Damon Oppenheimer y el departamento de escuchas internacionales. Hicieron una fuerte inversión en América Latina. Por ejemplo, en 2014, los Yankees firmaron a 10 de los 30 principales talentos internacionales, negociando a Aroldis Chapman a cambio de Torres (para luego firmar nuevamente a Chapman, esta vez como agente libre), a Andrew Miller por Sheffield y al jardinero Clint Frazier y Shane Greene por Didi Gregorius.

"Cuando empecé a evaluar al sistema hace pocos años, me impresioné con la cantidad de peloteros presentes que tenían la oportunidad de causar un impacto significativo a nivel de Grandes Ligas", dice Naehring. "Siempre he trabajado con la creencia que, si una organización puede aportar un sólo jugador de calibre de campeonato al equipo grande cada año, ese núcleo puede desarrollarse a fin de que el club sea ganador de manera sostenible".

Precisamente, esa es la razón por la cual el futuro de los Yankees inspira temor al resto de los equipos de la Liga Americana. Torres y Andújar parecen ser la nueva oleada, incluso luego que Cashman negoció a Brandon Drury y firmó a Neil Walker, para que ambos sean los responsables interinos del cuadro interior. Los niveles bajos de Ligas Menores cuentan con una amplia dotación de pitchers abridores capaces de lanzar a altas velocidades, además de la presencia de relevistas en Triple A que están preparados para ascender al equipo grande en cualquier oportunidad, como es el caso de Giovanny Gallegos y Ben Heller.

Y tenemos al chico cuyo talento es más atractivo que el del resto.


EN UN PARTIDO EN LOS INICIOS DE LA PRIMAVERA contra los Pittsburgh Pirates Piratas, celebrado en Bradenton, Estevan Florial exprimió la pelota con su madero, desde el lado izquierdo del plato, despachándola hacia la brecha entre el derecho y el central. Corrió las bases de forma desbocada hasta llegar de pie a la antesala. Sus rivales no hicieron tiros de relevo: cuando el campocorto recibió la pelota del jardinero derecho, a Florial le faltaban un par de pasos para pisar la almohadilla a 90 pies del plato. Dicho de otra forma: en el video que tomé, Florial hace contacto a los 37 segundos y el video termina a los 49 segundos.

Pocos días antes de ese cotejo, conversaba con Naehring frente al dugout de los Yankees, mientras éstos tomaban práctica de bateo en el Steinbrenner Field. Antes del inicio de los partidos primaverales, los Yankees permiten el ingreso gratuito a los aficionados para que estos presencien los entrenamientos. Los aproximadamente 1.500 fanáticos estaban allí, en su mayoría, para darle una mirada a Judge y a Giancarlo Stanton. Sin embargo, los aficionados más acérrimos también presenciaron una pizca del futuro.

"Miren ese cuerpo", indicó Naehring al momento que Florial se puso en la jaula de bateo. Florial, quien cumplió 20 años en noviembre pasado, oficialmente tiene estatura de 6 pies, 1 pulgada y 185 libras de peso; aunque posiblemente haya añadido algunas libras de masa muscular recientemente. Con su velocidad, contextura física y potencial para batear para poder, me recuerda al ex jardinero central de los Marineros Mike Cameron.

Los orígenes de Florial son algo confusos. Varias informaciones indican que los Yankees lo firmaron proveniente de Haití, lo cual lo convertiría en el primer pelotero de Grandes Ligas oriundo de dicho país. La guía de medios de los Yankees dice que nació en Haití; mientras que otras fuentes afirman que nació en República Dominicana. Florial creció en República Dominicana (la verdad, no juegan béisbol en Haití); sin embargo, ha dicho que su madre es haitiana, lo cual generó la confusión. Varias discrepancias con respecto a su nombre y diversos documentos en su época de amateur le condujeron a pasar un año en el purgatorio del mundo del béisbol, antes que los Yankees lo contrataran con un bono de $200.000 con descuento.

Florial pasó la temporada anterior en Clase A, bateando para .298/.372/.479 con 13 cuadrangulares y 23 estafas. Se ponchó en 148 ocasiones de un total de 476 apariciones al plato, siendo dueño del tercer mayor promedio de ponches en la Liga del Atlántico Sur. Ese swing propenso al ponche representa un problema potencial. Sin embargo, esa alta cifra de turnos abanicados no fueron necesariamente el resultado de una mecánica deficiente o exceso de agresividad. De hecho, las evaluaciones independientes hechas a Florial le describen como un pelotero paciente al plato y con mentalidad de batear elevados.

La opinión con respecto a las herramientas de Florial es unánime. Law lo dejó fuera de su Top 100; sin embargo, otros evaluadores lo colocaron en sus rankings en sitios que llegaron hasta el número 26 dentro de sus Top 100. Law indicó que, en base a las herramientas puras de Florial, podría haber quedado dentro de sus 25 mejores prospectos. Naehring expresa su agrado por él. Se refiere a Florial y Andújar como sus dos hijastros.

Quizás todo llegue a resultar para el joven jardinero central. Quizás su reconocimiento de pitcheos alcance un nivel tal que pueda explotar su poder por completo. Es probable que su velocidad de altísimo calibre no pierda fuelle a medida que él gane masa muscular. En estos momentos, Florial no tiene límites, es una luminaria brillante en el horizonte del béisbol.

"Florial es un ser humano muy, muy especial", dice Naehring. "Puedes soñar con él de la forma que quieras. Tiene el mayor potencial que he visto de cualquier pelotero con los cuales he trabajado".

Tengan eso en mente, mientras ven a Judge y Stanton despachar jonrones durante toda la temporada. Hay otros jugadores en camino al Bronx. Podríamos estar presenciando el inicio de una nueva dinastía de los Yankees.

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TAMPA, Fla. - Para este momento, se suponía que este iba a ser el equipo de Gary Sánchez.

Se acuerdan de Gary, ¿cierto?

Por supuesto que se acuerdan. Tienen que acordarse. ¿Cómo olvidarse del chico dominicano de 25 años de los Yankees de Nueva York, un gran toletero con un brazo derecho asombroso?

Pero en caso que necesiten un recordatorio, quizás la cara actual del equipo, el temido, pero siempre sonriente Aaron Judge, les puede ayudar: "Él es un receptor Todos Estrellas para nuestro equipo. Ese es un detalle que no se puede dejar pasar".

¿Necesitan más? ¿Qué tal, CC Sabathia? "Sánchez es probablemente el mejor bateador en la alineación [de los Yankees].

"No hablamos sobre él en ningún momento".

Ahí está lo que es quizás la verdad más extraña sobre los Yankees en marzo de 2018. De este feroz bateador de poder - un hombre que conectó 20 jonrones en 53 juegos como novato y que le siguió a eso con una temporada de 33 cuadrangulares el pasado año - nadie habla. Incluso sus propios compañeros se dan cuenta que él vuela por debajo del radar.

Gracias a campaña de Judge en el 2017 en la que ganó el premio de Novato del año - y que culminó con sus 52 jonrones y una portada en un video juego - y gracias a la llegada a la Gran Manzana en este invierno del hombre de los $325 millones, Giancarlo Stanton, Sánchez se convirtió en el hombre olvidado.

Quizás sea por la presencia impresionante e imponente de Stanton y Judge, lo que los convierte en historias más intrigantes. O quizás sea por la fascinación general con los batazos descomunales con grandes velocidades de salida que el imponente par conectó en sus respectivas ligas la pasada temporada.

Independientemente de las razones por las que las luces se han alejado de Sánchez este año, a los Yankees no les importaría si los rivales hicieran algo poco probable y lo trataran de la misma manera una vez comience la temporada.

"Gary, para mí, es uno de los bateadores más dotados con los que he jugado, y como saben, he jugado con algunos bastante buenos", dijo el veterano de 11 temporadas Brett Gardner.

Pero los calificativos superlativos hacia Sánchez no acaban ahí.

"Me recuerda a un joven Manny Ramírez", dijo Sabathia, el abridor de 37 años de los Yankees que llegó a las Grandes Ligas en la organización de los Indios mientras Ramírez era una de las estrellas en Cleveland. "Eso es decir suficiente, supongo, ¿verdad?"

En el pasado entrenamiento primaveral, Sánchez tuvo a varios en toda la organización que lo consideraban como el próximo líder de un grupo de 'Baby Bronx Bombers' que parecían encaminados hacia un éxito prolongado. Sus cualidades de liderazgo fueron elogiadas en ese entonces, y continúan siéndolo.

Sánchez está recibiendo los mismos puntos de bonificación por la forma como maneja los lanzadores y los partidos. Incluso ha recibido crédito últimamente por la forma en que está bloqueando lanzamientos en el suelo, una parte de su juego que el exmanager de los Yankees Joe Girardi expresó su descontento en ocasiones la pasada temporada.

"Me encanta lo que he visto de él", dijo el manager Aaron Boone. "Ahora mismo, él está en un gran estado mental. En el programa en el que está, el trabajo que ha estado haciendo, la calidad de su trabajo diario día tras día ha sido excelente, y siento que eso se ha demostrado en los partidos".

Sánchez tiene su propio estilo de liderato que mantiene su perfil por lo bajo.

"Es alguien callado, que se ocupa de sus asuntos, que hace su trabajo", dijo Judge. "Suele quedarse solo. Eso no ha cambiado desde que lo conocí en las menores".

Sánchez - o mejor dicho, su bate - se puso a hacer ruido temprano en esta primavera. Con Judge en los titulares antes de su primer partido de primavera el miércoles pasado, Sánchez rápidamente se robó la atención cuando conectó un largo cuadrangular de dos anotaciones en la primera entrada del que todavía se habla entre sus compañeros y sus coaches.

El batazo de línea siguió en ascenso una vez salió del terreno. La pelota solo bajó luego de haber sobrepasado el pizarrón de anotaciones que está ubicado a varias docenas de pies detrás de la cerca del jardín izquierdo. Fue un cuadrangular que recordó los bambinazos monumentales de Stanton y Judge.

"Irreal. Esa cosa apenas se despegó del suelo", dijo el lanzador Justus Sheffield esta semana. "Fue una locura. Destrozó esa pelota. Yo me quedé impactado. Pero ese es Gary. Él hace eso".

Judge, quien entró al camerino para hacer algunos swings de práctica, miró la televisión cuando escuchó el sonido del bate.

"Eso fue ruidoso", dijo.

Incluso si el resto del mundo del béisbol se ha olvidado de Sánchez, Boone no cree que lo hagan los lanzadores rivales.

"Cualquiera que se nos cruce entiende quien es cuando él está en esa caja de bateo, y el respeto está muy presente", dijo Boone. "Con suerte, se beneficiará de los chicos que estén en circulación. Y con nuestra alineación, y con Giancarlo y Judgey, va a embasarse mucho con gente ya en base, y ahí es donde se verá el beneficio".

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Antes de arrancar la temporada mencionamos a diez jugadores que por diferentes razones valía la pena seguir en la temporada del 2017.

¿Cómo les ha ido después de un mes?

Algunos han tenido un comienzo monstruoso, otros no tanto y algunos no han hecho el más mínimo ruido, aunque todavía queda mucho camino por recorrer y tiempo para recuperarse.

1.- Bryce Harper, Nacionales de Washington

Después de ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el 2015, los números de Harper cayeron considerablemente el año pasado, cuando el jardinero derecho de los Nacionales se vio aquejado de múltiples molestias.

Un Harper saludable y más maduro ha tenido un arranque devastador: average de .391 (tercero de todas las Grandes Ligas), nueve jonrones (quinto), 26 impulsadas (segundo), 32 anotadas (primero), 36 hits (segundo), ocho dobletes (noveno), 22 bases por bolas (primero), promedio de embasamiento de .509 (primero) y slugging de .772 (cuarto). Desde ya es candidato al MVP, si la salud lo acompaña.

Calificación: A+

2.- Andrew Benintendi, Medias Rojas de Boston

Aclamado como el prospecto número uno de todo el béisbol, el jardinero izquierdo de los Boston Red Sox está en la que debe ser su primera temporada completa en las Mayores.

En su breve estancia en Grandes Ligas en el 2016, Benintendi cumplió con las expectativas y llevaba un paso ascendente, cuando una lesión lo sacó de juego desde el 25 de agosto hasta el 15 de septiembre.

En los primeros 23 juegos del 2017 disparó 30 hits en 90 turnos (.333), con 15 anotadas y 14 impulsadas, cuatro dobles y tres jonrones. Su OBP es de .392 y su slugging de .478.

Es una de las principales figuras ofensivas de los Boston Red Sox y desde ya gran aspirante al Novato del Año de la Liga Americana.

Calificación: A

3.- Gary Sánchez, Yankees de Nueva York

Bien, gracias. El cátcher dominicano de los New York Yankees se pasó casi todo el mes de abril en la lista de lesionados.

Apenas jugó cinco partidos y en 20 turnos disparó tres hits (.150).

Un desgarro en el bíceps derecho lo ha tenido fuera de la fiesta que están montando los Baby Bombers, de quienes Sánchez apunta a ser la nueva cara.

Calificación: F

4.- Greg Bird, Yankees de Nueva York

Bien, gracias, segunda parte. El primera base de los Yankees, ausente por todo el 2016 debido a una lesión que sufrió en los entrenamientos primaverales del pasado año, no ha llenado als expectativas.

Seis hits en 56 turnos, para un anémico promedio de .107, es lo que ha conseguido hasta ahora Bird, quien se ha ponchado 21 veces.

Candidato a ser enviado a las Menores para que reajuste su swing, sino mejora en las próximas semanas.

Calificación: F

5.- Pablo Sandoval, Medias Rojas de Boston

El venezolano Pablo Sandoval bajó de peso y se presentó en gran forma a los campos de entrenamientos.

Pero luego de una gran pretemporada, sus números en el primer mes de campaña han sido mediocres y decepcionantes.

Average de .213, tres jonrones y diez impulsadas es lo que dejó el Kung Fu Panda, quien el 25 de abril fue colocado en la lista de lesionados por problemas en un rodilla y no tiene fecha de regreso.

Calificación: D

6.- Eric Thames, Cerveceros de Milwaukee

Después de desforrar pelotas por tres temporadas en la liga coreana, los Milwaukee Brewers le dieron a Thames una segunda oportunidad y hasta ahora el primera base no los ha hecho quedar mal a quienes confiaron en él.

Thames tuvo un paso fugaz e intrascendente por las Mayores (2011 y 2012), pero ahora ha vuelto como uno de los bateadores más temidos en todo el béisbol: con 11 cuadrangulares comparte con Ryan Zimmerman el liderazgo en ese departamento en ambos circuitos.

Además exhibe un alto average de .345 (de 84-29), seis biangulares, 28 anotadas y 19 remolcadas. Su slugging de .810 es el segundo mejor en ambas ligas.

Calificación: A+

7.- Yulieski Gurriel, Astros de Houston

No por gusto fue el pelotero cubano más codiciado por los cazatalentos en los últimos diez años.

Tras un inicio lento, que incluía la adaptación a su nueva posición de primera base, Gurriel hizo los ajustes necesarios y hoy exhibe el promedio más alto en la alineación de los Houston Astros (.329).

Ubicado en la parte baja de la alineación, sin la presión que implica estar entre tercero, cuarto o quinto, el cubano sin mucho ruido va demostrando que puede batear en el mejor béisbol del mundo, como ya lo hizo a su antojo en la liga profesional de Japón o en su país natal.

Al consumir 130 turnos, ni uno más, quedó justo en el límite para poder ser considerado en el 2017 al premio de Novato del Año.

Calificación: A

8.- Kris Bryant, Cachorros de Chicago

El antesalista de los Cachorros de Chicago fue el mejor pelotero amateur del país en el 2013, el más sobresaliente de todas las ligas menores en el 2014, Novato del Año en la Liga Nacional en el 2015 y Jugador Más Valioso en el 2016, además de ganar la Serie Mundial y participar en los Juegos de las Estrellas en cada una de sus dos campañas en las Mayores.

Bryant, sin embargo, no ha comenzado a todo vapor en el 2017, aunque en la última semana de abril levantó un poco, como si ya fuera entrando en calor.

Average de .289, cuatro cuadrangulares, 18 anotadas y 14 empujadas en un mes son buenos números para la mayoría de los mortales, aunque inferiores para un jugador del calibre del antesalista de los Chicago Cubs.

Calificación: B

9.- Mike Trout, Angelinos de Los Angeles

El mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos cinco años necesitaba 32 cuadrangulares para llegar a los 200. Ya suma siete y si consigue los 25 que le faltan antes de su cumpleaños, el 7 de agosto, se convertirá en apenas el octavo pelotero en alcanzar esa cifra antes de cumplir 26 años.

Además, ya superó en estos primeros 30 días de competencia las 500 remolcadas en su carrera y está a 47 imparables de los mil, a 16 dobletes de los 200 y a 52 bases robadas de las 200, pavimentando aún más su camino hacia Cooperstown.

Su arranque en el 2017 es uno de los mejores de su aún joven carrera. Va segundo en hits (36), cuarto en biangulares (9), décimo en vuelacercas (7), noveno en OBP (.443) y sexto en slugging (.707).

Calificación: A

10.- Yasiel Puig, Dodgers de Los Angeles

El jardinero derecho de los Dodgers comenzó impetuoso el 2017 y fue el primero en disparar tres cuadrangulares, cuando la temporada apenas había arrancado.

Pero el cubano ha sido inestable, con flashazos de grandeza, algún batazo enorme, un disparo certero desde los jardines, un buen corrido de bases.

Su inconsistencia puede ser resultado de la inestabilidad de la alineación de los Dodgers. Es díficl habituarse a batear cada día en un turno diferente de la tanda.

Calificación: C

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La generación de novatos de esta temporada está dominada por infielders, incluidos Corey Seager, de los Dodgers; Trevor Story, de los Rockies, y Aledmys Diaz, de los Cardenales.

También hay novatos en cada Liga que llegaron después de la pausa del Juego de Estrellas y que han hecho tan buen trabajo que están en el Top 5 de sus respectivas Ligas.

Hagamos un repaso de los novatos más destacados en ambas Ligas, la Americana y la Nacional.

Liga Nacional

1. Corey Seager, SS Dodgers de Los Ángeles WAR: 6.0

Seager no sólo está en la pelea por ser el Novato del Año de la Liga Nacional, también es contendiente legítimo al premio de Jugador Más Valioso (a pesar de que está detrás de Kris Bryant de los Chicago Cubs y el MVP de Dodgers. Seager ha hecho un sólido trabajo defensivo en el shortstop, su posición y la velocidad de piernas en el primer paso de cobertura, compensan su relativa falta de rango.

Ofensivamente, tiene poder, buen promedio de bateo para fungir como palanca cuando lo amerita la situación del juego. Es, con argumentos, el mejor shortstop en beisbol en este momento, incluso por encima de Carlos Correa (Astros), Francisco Lindor (Indios) y Xander Bogaerts (Medias Rojas). (Alex Cora y yo ranqueamos recientemente a los mejores shortstops en 'Beisbol esta Noche'.

2. Kenta Maeda, Abridor derecho Los Angeles Dodgers WAR: 3.0

Maeda se ha convertido en uno de los mejores agentes libres para firmar en el offseason. Se ha transformado en un sólido abridor ligamayorista, tiene marca de 15-9, con efectividad de 3.24 y WHIP de 1.10; a pesar de tener una velocidad media de 90 mph en su rápida, la utiliza hábilmente para atacar las esquinas en ambos lados del plato y ampliar la zona de strike.

Pero sus lanzamientos secundarios lo han hecho efectivo, muestra comando con el slider, la curva y el cambio. Ha admitido dos carreras limpias o menos en 20 de sus 29 aperturas esta temporada, remarcablemente consistente para un novato, aun cuando tiene 28 años.

3. Trea Turner, 2B/SS/JC Nacionales de Washington WAR: 3.5

A Turner le tomó algunos llamados previos antes de tener la oportunidad de jugar con regularidad, pero en sólo 60 juegos, ha probado que es un jugador por demás dinámico. El tipo de dinamismo de 25 jonrones y 50 robos en la temporada. El chico tiene velocidad de 80 en una escala de 20 a 80 y el veterano Ryan Zimmerman, su compañero de equipo, dijo recientemente que estaba impresionado con el alto nivel de IQ que Turner tiene en el beisbol, así como por sus instintos.

A largo plazo, la posición de Turner puede terminar por ser la de segunda base, pero también tiene un amplio porcentaje para hacerlo en el jardín central. En el plato, tiene las habilidades para convertirse en uno de los mejores bateadores que hemos visto desde Rickey Henderson, no sólo por su velocidad, también por el sorpresivo poder y tremendo efecto que imprime a la bola. Si Turner hubiera estado en Grandes Ligas todo el año estaría en la conversación con Seager por el Novato del Año de la Liga Nacional.

4. Aledmys Diaz, SS Cardenales de San Luis WAR: 3.1

A pesar de que perdió seis semanas por una fractura en el pulgar izquierdo, Díaz ha hecho el trabajo necesario para acumular 26 dobles, 16 jonrones y 61 carreras remolcadas al plato, con (.303/.368/.516). Ha sido una grata sorpresa para los Cardenales después de que empezó detrás de Jhonny Peralta, Ruben Tejada y Jedd Gyorko en el grupo de shortstops en el spring training.

Su juego defensivo también ha sido mejor de lo que se esperaba; el inconveniente, Peralta se tuvo que mover a la tercera base.

5. Trevor Story, SS Rockies de Colorado WAR: 3.0

La temporada de Story finalizó antes de lo que se esperaba el 30 de julio, cuando sufrió una lesión en el pulgar izquierdo que necesitará de una cirugía. Todo lo que hizo antes de eso fue conectar 27 jonrones en 97 juegos, estableciendo el récord de la Liga Nacional de cuadrangulares para un shortstop (Seager tiene 25). El chico es capaz de sacar la pelota del parque de un poste de faul a otro.

Una punto para considerar: Como muchos bateadores de los Rockies, el juego ofensivo de Story es significativamente mejor en casa, 1.086 de OPS, comparado con el .747 en gira.

Liga Americana

1. Michael Fulmer, Abridor derecho Tigres de Detroit WAR: 4.7

Aunque algunos otros candidatos han emergido en la segunda mitad de la temporada, aún considero a Fulmer el Novato del Año de la Liga Americana. Con un arsenal que incluye una rápida de 94.8 millas, un duro slider y un efectivo cambio, Fulmer solo ha permitido 122 imparables en 148.3 entradas y ha concedido 39 bases por bolas.

Ha permitido tres carreras limpias o menos en 19 de sus 24 aperturas. Fulmer tiene una gran primera mitad de temporada, en la que dejó marca de 9-2, con efectividad de 2.11, pero perdió el paso en la segunda mitad, en que registra 1-5, con promedio de carreras limpias admitidas de 4.00). Dicho esto, aún es contendiente por el campeonato de efectividad de la Americana, con 3.03.

2. Gary Sánchez, C Yanquis de New York WAR: 2.5

Sánchez fue llamado después del 1 de agosto, en la fecha límite de movimientos de jugadores, pero está en la carrera por el Novato del Año, al convertirse en el jugador más rápido de la historia en despachar 11 jonrones. Ahora tiene 16, en 41 juegos, la mitad de esos cuadrangulares fueron bateados al jardín central o a la banda contraria, con (.327/ .393/ .698).

Sánchez también ha hecho un excelente trabajo defensivo, poniendo out al 36 por ciento de los corredores en base y con un sólido trabajo de armadura, bloqueando y resguardando el juego

3. Edwin Díaz, Cerrador Marineros de Seattle WAR: 1.7

Díaz ha hecho la diferencia para Marineros y es la gran razón por la que han sido capaces de permanecer en la pelea. Sus lanzamientos fuertes han permitido que el pitcher de 22 años tenga 16 juegos salvados de 17 posibles, con promedio de carreras limpias admitidas de 2.20, WHIP de 1.11, y una increíble marca de 77 ponches en solo 45 innings. Se ha convertido en la solución de Marineros a largo plazo como cerrador.

4. Tyler Naquin, JC Cleveland Indians WAR: 0.6

Con el outfielder estrella, Michael Brantley, limitado a solo 11 juegos en esta temporada, los Inidios necesitaban dar un paso adelante y ocupar ese espacio. Tyler Naquin fue al rescate. Elegido en la primera ronda del draft, el jugador de 25 años ha jugado una defensiva sólida en el jardín central, con (.302/.372/ .351). Un agosto pobre, de (.193/.238/.351) es el único punto que lo mantiene con un asterisco en la consideración para Novato del Año.

5. Nomar Mazara, JD Texas Rangers WAR: 0.3

Hasta el 10 de junio, cuando bateaba para .324, con 10 cuadrangulares, después de sus primeros 53 juegos de Ligas Mayores, Mazara era un serio candidato a Novato del Año, incluso, con etiqueta de favorito. Desde entonces, solo ha bateado para .232, con nueve cuadrangulares, en 84 juegos. Pero el talentoso jugador de 21 años tiene un brillante futuro.

Gary Sánchez lo hizo de nuevo el domingo, conectando su 16º cuadrangular, el que salió tan rápido del Fenway que se lo hubiesen perdido si parpadeaban o si revisaban su cuenta de Instagram en búsqueda de fotos graciosas de perros:

Los números del receptor novato de los Yankees de Nueva York en 41 partidos y 178 apariciones en el plato harían orgulloso a Joe DiMaggio: .327/.393/.698. En realidad, DiMaggio nunca tuvo slugging de .698, al menos no en una temporada completa.

Como se podría esperar, pocos jugadores han comenzado sus carreras con este tipo de autoridad. Sánchez conectó su 16º cuadrangular en su 158º turno al bate, la segunda menor cantidad que se haya necesitado para llegar a 16 jonrones:

Wally Berger, 1930, Bravos: 148

Gary Sánchez, 2016, Yankees: 158

Mark McGwire, 1987, Atléticos: 160

Shane Spencer, 1999, Yankees: 161

Spencer, como podrán recordar los viejos fanáticos de los Yankees, irrumpió en la escena en septiembre de 1998, en esa mágica temporada, y conectó 10 cuadrangulares en apenas 67 turnos. Estuvo con los Yankees hasta 2002, aunque nunca se convirtió en jugador a tiempo completo. La trayectoria en su carrera fue similar a la de Kevin Maas, un novato con los Yankees en 1990 que conectó 13 jonrones en sus primeros 11 turnos al bate (y 16 en 166). Maas terminó segundo en la votación del novaño del año pero solo tuvo una temporada más como titular antes de desaparecerse.

Así que esto levanta la pregunta: ¿Acaso Sánchez es de verdad? Una gran diferencia entre él y Spencer y Maas - él tiene 23 años y siempre ha sido un prospecto altamente cotizado. Spencer tenía 26 años y Maas 25, novatos viejos que casualmente tuvieron las mejores rachas de sus carreras cuando alcanzaron por primera vez las Grandes Ligas.

Aun así, Sánchez nunca bateó de esta forma en las menores, y de hecho, solo conectó apenas 10 jonrones en 284 turnos en Triple A. Claramente está bien enfocado:

Además de las herramientas obvias de velocidad en el bate y fuerza, Sánchez ha demostrado la habilidad - contrario a Jesús Montero, otro altamente cotizado prospecto de bateo de los Yankees - de ajustarse a las pelotas que se sumergen. Batea .333/.381/.718 ante las rectas pero ha logrado buenos números de .277/.373/.523 ante lanzamientos quebrados. Su tasa de ponches de 24.2 por ciento es mayor que el promedio de MLB de 21.1 por ciento pero no es algo extremo para un jugador de poder, y su tasa de boletos está justo por encima del promedio de MLB. Sí, Sánchez tiene un alto BABIP de .356, pero el talento, el pedigrí entre los cazatalentos y los resultados que hemos visto apuntan a un bateador que deberá seguir teniendo éxito de forma sostenida.

Sin embargo, su poder estelar no está necesariamente garantizado. Yo utilicé la estadística de Play Index en Baseball-Reference.com para revisar a los novatos que tienen entre 125 y 250 apariciones en el plato, listados por el OPS más alto. Veamos los 10 mejores, con su edad entre paréntesis:

1. Bob Hazle, Bravos 1957: 1.126 (26)

2. Gary Sánchez, Yankees 2016: 1.091 (23)

3. Willie McCovey, Gigantes 1959: 1.085 (21)

4. Luke Scott, Astros 2006: 1.047 (28)

5. Brian Giles, Indios 1996: 1.045 (25)

6. Phil Plantier, Medias Rojas 1991: 1.034 (22)

7. Randy Ruiz, Azulejos 2009: 1.019 (31)

8. Erubiel Durazo, Diamondbacks 1999: 1.015 (25)

9. Rico Brogna, Mets 1994: 1.006 (24)

10. Johnny Schulte, Cardenales 1927: .994 (30)

Al igual que con Spencer y Maas, esta lista incluye varios jugadores viejos que no son realmente comparables a Sánchez. El más joven terminó siendo un miembro del Salón de la Fama, y Giles fue un Todos Estrellas, pero Plantier, quien bateó .331 con 11 jonrones en 148 turnos a los 22 años, no pudo seguir su desarrollo luego de su temporada de novato.

Un poco más abajo en la lista vemos a Frank Thomas en el No. 14 (¡excelente!) y Sam Horn en el No. 22 (¡no es excelente!). Sin embargo, hay dos jugadores recientes que son comparaciones interesantes:

Brett Lawrie, Azulejos 2011: .953 (21)

Khris Davis, Cerveceros 2013: .949 (25)

¿Recuerdan el periodo de 43 juegos de Lawrie en el que bateó .293 y tuvo slugging de .580? Todo el mundo lo proyectaba como una gran estrella luego de eso, pero eso no ocurrió. En realidad tuvo un bajo BABIP y una menor tasa de ponches que Sánchez, pero su poder no se desarrolló, su tasa de boletos decreció y las lesiones no le ayudaron.

Davis conectó 11 cuadrangulares en 136 turnos para los Cerveceros con números de .279/.353/.596 - en una pobre temporada para la ofensiva. Ahora, es dos años más viejo que Sánchez, lo que es algo importante, pero con tasas de ponches y boletos similares. Davis tiene 40 cuadrangulares para los Atléticos esta temporada, pero con una tasa de ponches del 27.1 por ciento y promedio de .252, lo que ha limitado su porcentaje de embasamiento a un .307, por debajo del promedio.

Todo esto es para decirles que no hay garantías aquí. Sin embargo, con su gran brazo de tirar, se debe mantener detrás del plato (contrario a Montero, quien tampoco pudo seguir recibiendo). Ha sido tan bueno que pienso que tenemos que levantar las expectativas sobre lo que proyectaban sus números en las menores.

En la próxima temporada, ya veremos cómo se ajusta. Quizás no termine siendo un bateador de .300 con 40 jonrones. Pero podría ser un receptor que batee .275 con 30 vuelacercas y con gran defensiva que termine siendo un Todos Estrellas - y un bate de impacto en el medio de la alineación.

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"La correlación entre el gasto y las victorias ha estado disminuyendo por muchos años -hasta el punto de casi cero el año pasado. Los jóvenes jugadores proveen más WAR que nunca antes" Dave Dombrowski, presidente de los Medias Rojas, dijo a Michale Silverman del Boston Herald el 22 de agosto de 2016.

La expansión de septiembre tuvo su temporada. El 1º de septiembre y su expansión del roster significó que los equipos de MLB recordaran o adquirieran los contratos de sus mejores prospectos en las menores, incluso si esos jugadores no venían a jugar con regularidad. Pero dos cosas, una con respecto a cómo los equipos administran el tiempo de servicio de los jugadores y la otra que tiene que ver con las rápidas contribuciones que jugadores ya listos para Grandes Ligas pueden hacer, nos han llevado a la conclusión de que el concepto de la significativa expansión de los roster de septiembre ha muerto bastante.

El problema ahora es que los equipos ya no quieren traer a los mejores prospectos a menos que estén listos para jugar y tengan la oportunidad de hacerlo, ya sea en un papel de todos los días, como parte de la rotación o como una pieza importante en el bullpen. Pero todo eso se opone a la antigua tradición de subir a los prospectos a partir del 1º septiembre simplemente para que se aclimaten a las mayores ya que al hacerlo les da a los jugadores 30 días de tiempo de servicio y podría significar añadirlos a la lista de 40 jugadores antes si es necesario.

El tiempo de servicio añadido significa el potencial para manipular la agencia libre o evitar la condición de arbitraje Súper Dos, los equipos tienen que esperar otros 30 días en la temporada siguiente. Eso significa llamar al jugador a mediados de mayo para retrasar la agencia libre o a principios de julio para tratar de evitar la prueba del Super Dos. Las consideraciones sobre los 40 jugadores son más importantes para los equipos con los sistemas de granjas fuertes, ya que podrían necesitar esos lugares en la temporada baja para proteger a otras prospectos de la regla 5 del draft o, en ocasiones, de la agencia libre en ligas menores.

Sin embargo, si un equipo tiene un prospecto que está listo para jugar en las Grandes Ligas, y el equipo tiene una abertura para ese jugador, entonces ¿por qué esperar hasta el 1 de septiembre? En las últimas dos semanas, hemos visto a Dansby Swanson hacer su debut, mientras que Josh Bell y Lucas Giolito fueron retirados del mercado para llenar huecos en el roster (es decir, para llegar a jugar). A principios de agosto, los Yankees trajeron a Aaron Judge y Tyler Austin para hacer su debut, y Gary Sánchez, que tenía sólo tres juegos anteriores en las mayores, subió el 3 de agosto y ha bateado .425 / .489 / .938 este mes . El día antes de que los Medias Rojas llamaron a Andrew Benintendi, como Swanson una selección de primera ronda en el draft de 2015, para ocupar un lugar en los jardines, Alex Bregman, también en clase del draft, subió la semana anterior.

De los jugadores en mi ranking de mitad de temporada de los 50 mejores prospectos (aún en las menores a partir del 14 de julio), 12 de ellos están en las mayores en este momento, así como uno de la lista mención de honor, y otros cuatro han llegado y se han regresado a las menores. Eso significa que es poco probable que vea más de uno o dos debuts importantes esta temporada, al menos entre las prospectos que figuren en dicha lista.

Yoan Moncada, de Boston, recibirá la llamada el viernes porque él puede ayudar al equipo como un corredor emergente o una opción en el banco contra el pitcheo zurdo, pero él sólo tiene 21 años, no está en la lista de 40 jugadores y se ha ponchado en el 30 por ciento de sus turnos al bate desde que llegó a Doble A. Kevin Newman podría ayudar al cuadro de Pittsburgh en septiembre, pero probablemente no lo suficiente para justificar empujarlo ahora a la lista de 40 jugadores, cuando él no necesita estar en ella por dos años más. Casi todos los demás en el listado encajan en una de estas tres categorías que los convierten en candidatos poco probables a ser ascendidos: 1) Están en Clase A 2) Su equipo de Grandes Ligas es terrible y 3) no están lucuendo lo suficientemente bien como para dar el paso adelante

Filis, que tienen unos pocos prospectos notables en sus listas de triple y Doble A, J. P. Crawford, su prospecto número 1, no está en la lista de 40 jugadores. Tiene 21 años y en Triple-A está bateando apenas .252 / .342 / .320. Nick Williams, compañero de equipo de Crawford en Lehigh Valley, también no está en la lista de 40 jugadores. Está bateando .265 / .294 / .434 con 19 bases por bolas y 126 ponches a los 22 años. El afiliado de los Filis en Doble A, Reading, es uno de los mejores en cuadrangulares de ese nivel por lo que los 37 cuadrangulares de cada uno de Dylan Cozens y Rhys Hoskins son un poco engañosos -especialmente para Cozens, que tiene una gran fracción en la casa/carretera - y con ninguno de los jugadores entre los 40 jugadores, no hay un verdadero impulso para subirlo. Dando a cualquiera de estos jugadores 30 días de servicio probable significaría tener que mantenerlo en las menores en la próxima primavera durante al menos 40 días para retrasar la agencia libre por un año, lo que es especialmente importante para Crawford, que es susceptible de chocar con la agencia libre antes de los 29 años.

Contrasta esta situación con la de los candidatos que han elegido subir a los mejores prospectos ya este verano. Los Cachorros tenían una necesidad detrás del plato y trajeron a Willson Contreras, que también ha pasado algún tiempo en el jardín izquierdo para Chicago - el 17 de junio, un mes después de cumplir los 24 y sólo 55 juegos en su primera temporada en Triple-A. Los Medias Rojas subieron a Benintendi hasta el 2 de agosto, después de que había pasado tan sólo 63 juegos en Doble-A, para cubrir una necesidad específica y tras su actuación indicó que estaba listo para contribuir.

Si estás contendiendo ahora estás menos preocupado por el potencial de la agencia libre de un jugador después de 2022. Si no estás contendiendo, debes estar equilibrando la consideración de que en contra de las necesidades de desarrollo del jugador o, como fue el caso de promoción de Dansby Swanson de Atlanta, ya sea que esté tratando de conseguir tener al jugador listo para levantar el campamento la primera jornada el próximo año.

Tal vez el nuevo contrato colectivo de trabajo va a cambiar las reglas en cuanto a tiempo de servicios o la agencia libre de una manera que permita a los equipos recordar a los jugadores con menos consideración por las consecuencias financieras a largo plazo, pero lo dudo. Cualquier cambio en las normas daría lugar a un cambio en la forma en que los equipos intentan empujar los límites a su mayor ventaja. Pero la tendencia sigue siendo un hecho positivo para los jóvenes jugadores y aficionados. Como dijo Dombrowski en la cita anterior, vemos jugadores jóvenes produciendo a tasas históricas, lo que significa que los equipos continuarán llamándolos y colocándolos a jugar cuando se presente la oportunidad.
El mes final de la temporada 2016 de los Yankees de Nueva York será sobre algo que pocas, si alguna de las temporadas recientes de los Yankees han visto.

El futuro.

Una organización que ha sostenido famosamente que cualquier temporada que no termine con un desfile de campeones en la avenida Broadway a principios de noviembre es un fracaso está abrazando el futuro de una forma completamente diferente en esta temporada: como un medio para un fin.

Por eso es que los Yankees recortaron su roster, y su nómina, al salir de sus dos mejores cerradores, (Aroldis Chapman y Andrew Miller), el mejor bateador de su alineación (Carlos Beltrán) y un lanzador abridor perfectamente utilizable (Iván Nova) en la fecha límite de cambios, y poco después forzó a Alex Rodríguez a un retiro poco deseado, pero bien pagado.

Fue un despliegue poco usual de una bandera blanca por una organización que afirma nunca darse por vencida, y que fue hecho con el propósito inusual (para los Yankees) - de construir un equipo para ganar no este año y probablemente ni siquiera el que viene, pero sí en los siguientes años.

Es la manera normal en que operan la mayoría de los equipos de Grandes ligas. Pero como todos sabemos, los Yankees nunca han sido normales.

El hecho de que sigan en la contienda por uno de los comodines de la Liga Americana es un poco más que un espectáculo secundario en comparación con su objetivo real.

Lo que los Yankees intentarán hacer en septiembre es saber exactamente dónde están parados en cuanto a su sistema de fincas, lo que necesitan para mejorarlo y los elementos de los que pueden disponer.

Ellos buscarán saber si Gary Sánchez, quien se convirtió en el primer novato en ganar el premio de Jugador de la Semana en la Liga Americana en dos semanas consecutivas por su caliente arranque luego de ser ascendido el 3 de agosto, es su próximo Jorge Posada, o incluso un Yogi Berra.

Ellos buscarán saber si Aaron Judge, con su tamaño y su poder prodigioso, será el próximo Dave Winfield, o, con su tendencia a poncharse, el próximo Dave Kingman.

Ellos están preparando una buena competencia para la siguiente primavera entre Tyler Austin, que fue subido recientemente, y Greg Bird, quien se perdió toda la temporada 2016 por cirugía de hombro, para decidir quién se quedará en primera base tras el retiro de Mark Teixeira.

Y ellos tienen todo el derecho de estar emocionados por Luis Cessa y Chad Green, dos lanzadores apenas notables y que fueron adquiridos en un acuerdo en el invierno pasado por el zurdo situacional Justin Wilson quienes ahora son partes vitales de su diezmada rotación de abridores.

Y con esos cuatro cambios hechos en la fecha límite de traspasos, el gerente Brian Cashman y su cuerpo de trabajo han amasado una docena de prospectos adicionales que podrían desarrollarse en Nueva York, o ser agrupados y cambiados por talento listo para Grandes Ligas que podría ayudar a los Yankees en el 2017 y más allá.

Existe la remota oportunidad de que esta rara colección de chicos junto con los veteranos Brett Gardner, Jacoby Ellsbury, Brian McCann y Chase Headley puedan apoderarse del último puesto de comodines en la LA, ya que los Yankees han jugado mucho mejor desde la infusión de sangre joven a su cansado roster, y 22 de sus últimos 32 partidos son ante equipos por encima de ellos en la tabla de posiciones.

Así que, en muchos aspectos, su destino está en sus propias manos.

Pero como aprendieron el año pasado, un empuje decidido al final de la temporada para convertirse en el último equipo en entrar a los playoffs se convierte en muchas ocasiones en una salida temprana en octubre, y nadie parece creer que este equipo pueda llegar mucho más allá de esa etapa.

Al menos, no este año.

Así que hay mucho en juego para los Yankees en este septiembre, aunque probablemente no para esta temporada.

Este mes final les dará un vistazo a través de una ventana que apenas se han tomado la molestia de mirar - la que les muestra su futuro.

Por primera vez en muchos años, el equipo en el que siempre se trata de ganar ahora espera por conocer si ellos tienen las piezas para ganar mañana.

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