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Adiós, medio punto en el boxeo argentino

La Federación Argentina de Box decidió eliminar de su reglamento de boxeo profesional la utilización del medio punto.

Todo comenzó en marzo de 2001, cuando se implantó este sistema para evitar que en caso de asaltos muy parejos, se fallara empate.

Esta modificación fue concretada por iniciativa del entonces presidente de la Federación Argentina, Osvaldo Bisbal.

“La pelea puede terminar empatada, que es otra cosa”, decía en su momento Osvaldo Bisbal, en un reportaje publicado en la revista Ring Side número 51, de marzo de 2001, que por entonces dirigía este periodista. “Aunque sea por medio punto, hay que decidirse por uno de los dos. Es experimental, pero será una forma de ayudar a los jurados que suelen dar empate por sistema”.

“Automáticamente (si un boxeador sufre una caída) pierde un punto. Claro que, si iba perdiendo el asalto por amplio margen, puede darse de que lo gane igual si tenía dos, por ejemplo, o que termine perdiéndolo por medio punto”, finalizaba Bisbal.

En esa misma fecha apareció el reglamento de boxeo femenino amateur y profesional y se instrumentó que los árbitros pudiesen consultar con el monitor de la televisión en alguna actitud confusa, pero después de terminado el encuentro.

Pero el tema aquí es el medio punto.

Bisbal impulsó la medida porque en el boxeo argentino eran muchos los jurados que se conformaban con dar empate los asaltos iniciales, dejando para los últimos rounds la definición de la pelea. Estamos hablando, por supuesto, de encuentros muy parejos, que se prestaban para semejante valoración. Pero era muy común ver sobre abundancia de asaltos empatados en la primera parte de los combates.

Este periodista nunca compartió la utilización del medio punto. Pero es cierto que, en esencia, no dejaba de ser un instrumento valioso para terminar de una vez con los rounds empatados por rutina.

Pero también hay que puntualizar que, de esa manera, se fueron modificando los puntajes. Y no para mejor, justamente. Algunos jueces terminaron fallando rounds por ejemplo 10 a 8 ½ u otras lindezas por el estilo. O también puntuar casi todos los asaltos por medio punto en un exceso de tibieza, cuando algunos eran absolutamente claros para otorgar a uno u otro. Olvidando, por cierto, que el espíritu de la regla era utilizarlo solamente en casos extremos, y no por hábito. De ahì que peleas en las que claramente se veía un ganador, en las tarjetas las diferencias eran muy pocas, producto justamente de la utilización sistemática del medio punto.

A partir de ahora, ya no existirá el medio punto como tampoco el asalto empatado, por lo que siempre el jurado deberá inclinarse por uno de los dos, por parejo que parezca el round.

En ESPN KNOCK OUT, contamos con Fernando Barbosa, conocido como “La Tarjeta de Hierro”, jurado internacional del Consejo Mundial de Boxeo. Algunas veces le toca a este periodista llevar la tarjeta de los combates y, en todos los casos, siempre hay un ganador del asalto, por parejo que sea.

El espíritu del medio punto fue muy bueno, pero tuvo errores de aplicación. El ejemplo más claro de su mala o tendenciosa utilización fue en combates en donde se beneficiaba al boxeador local. ¿De qué forma? Dándole al visitante la victoria de los asaltos por 10 a 9 ½, y otorgándole al “favorito” sus rounds por 10 a 9, con lo cual éste se iba llevando estrechas pero valiosas ventajas. No es el momento de pensar mal de nadie ni de elevar dedos acusadores, pero nos queda la sensación de que las cosas ahora volverán a una forma de fallar más ecuánime.

Eso no quita que sigan existiendo fallos localistas, o errores gruesos al momento de otorgarle un asalto a uno o a otro. Como tampoco que muchas veces se premia más el ataque que la defensa aunque sea el boxeador “defensivo” el que conecta más golpes que el que lleva el ataque.

El tema da para horas y horas de discusiones y rondas de café.

Aquello de que el boxeo “Es un deporte de apreciación”, como muchas veces dice Renato Bermúdez -utilizando con ironía una vieja frase-, es totalmente cierto y forma parte de la sal del boxeo.

Mientras tanto, le decimos adiós al medio punto. No lo vamos a extrañar, aunque seguramente a lo largo de estos 21 años en que fue instrumentado, muchos se acostumbraron a él, utilizándolo más por hábito que por convicción