<
>

Luis Suárez no es el mejor, pero roza la perfección en todas sus facetas

ESPN Digital ha desarrollado el Top 10 de los Mejores Futbolistas del 2016 en ocasión del lanzamiento del videojuego FIFA 17 (EA Sports): Luis Suárez (FC Barcelona) es el número 3 en el escalafón.

BARCELONA -- Suele explicar Luis Suárez que durante su época de futbolista del Groningen se escapaba desde la ciudad holandesa a Barcelona para visitar a su novia… Y disfrutar como un aficionado más del Barça de Rijkaard.

Mantuvo esa costumbre cuando comenzó a hacerse un nombre en el Ajax y para entonces ya tuvo un sueño: jugar en ese equipo. Hoy, ese sueño lejano es una realidad y esa realidad no podría ser más afortunada para el delantero uruguayo, quien disfruta de la madurez futbolística más feliz que llegó a suponer.

Ganador del triplete en su primera temporada y del doblete en la segunda, su tercer curso lo mantiene firme con la prestancia del primer día. Los tres últimos meses de 2014 le mostraron qué era el Barça, 2015 le confirmó como el mejor socio y amigo de Messi y este 2016 que acaba le ha instalado ya como ese goleador que siempre quiso tener el argentino a su lado y que por si mismo se ha ganado el favor de una hinchada rendida a su fútbol.

Luis Suárez sabe que no es el mejor futbolista del mundo porque ese privilegio lo cede con absoluta normalidad para Leo, pero alrededor del Camp Nou nadie ya duda de cuál es su papel en este Barça que no se entendería sin él.

Parte fundamental del que muchos consideran mejor tridente del fútbol mundial, el uruguayo se acerca al cierre de este año colocado en el imaginario de una hinchada feliz de su presencia. Porque Suárez, goleador empedernido, ha ofrecido al Barcelona a través de su fútbol todo aquello que se le puede demandar a un delantero especial. Es el primero en presionar, en defender, en acudir al rescate de un centrocampista o en desmarcarse en la banda, convertirse en asistente a favor del colectivo y, por encima de todo, colocar el interés grupal a su propia brillantez.

Siendo como es, oficialmente, el fichaje más caro de la historia del Barça, los más de 80 millones de euros que pagados por él se consideran sobradamente amortizados por su rendimiento y en cuanto se comenzó a especular con una prolongación y mejora del contrato que firmó a su llegada no se escuchó ni una sola voz que se manifestara en contra de ello.

No en vano se sabe que Luis Suárez aceptó un contrato por debajo de su valía cuando supo que el Barcelona, en plena tormenta de su sanción tras el Mundial de 2014, quería convertirle en el sucesor de Alexis Sánchez. Aceptó el reto porque para él jugar en el Camp Nou suponía el paso definitivo en su carrera y tal como reza el dicho, más vale tarde que nunca.

Dos años después de presentarse una triste noche en el Bernabéu el delantero uruguayo es parte indispensable y en este 2016 ha consumado el crecimiento total. Porque Luis Suárez, sin ser el mejor absoluto, roza la perfección en todas sus facetas. Poco más se le podría pedir.