Roger GoodellAP PhotoPerdió Roger Goodell porque no importa qué resulte con Ray Rice, su credibilidad fue maculada.

MÉXICO -- El comisionado más punitivo en la historia del deporte norteamericano está echado contra su zona de anotación. Es primera y gol desde la yarda dos.

No es claro quién tiene el balón o incluso qué va a pasar cuando --inminentemente.- anote.

Ray Rice golpeó y humilló a su pareja. Adrian Peterson golpeó con una vara a uno de sus hijos hiriéndole y cortándole la piel.

Y la mariguana, para la NFL, no es tanto así como una droga.

En esta semana no ganó nadie. Perdieron muchos, casi todos.

Perdió el Comisionado, Roger Goodell. Porque no importa qué resulte al final del caso Ray Rice, su credibilidad ha sido maculada eternamente. Y en un puesto como el suyo, la credibilidad es como el aire para respirar.

Perdieron los equipos. No sólo los Ravens. Porque sus políticas para vigilar que sus jugadores adecuen su conducta a los lineamientos que ellos mismos aceptaron en el contrato colectivo de trabajo no sólo es de "laissez faire, laissez passer". Encubre, tolera y disuade a los infractores de quienes ejecutan su cumplimiento.

Perdieron los jugadores. Porque a partir de ahora cada movimiento en falso, cada paso, será vigilado por un escrutinio público filoso. Dispuesto a destruir cuanta carrera sea necesaria con tal de velar por los valores básicos, intrínsecos de cada sociedad.

Perdió la liga. Y no perdió dinero, que es lo que a la larga le atañe con prioridad (y no es que eso esté mal). Perdió porque nuevamente sus miembros son disociados con los valores naturales del deporte.

Y perdimos nosotros, los aficionados. Porque una vez más tenemos que soportar las incesantes críticas al fondo y forma que justifican nuestro pasatiempo favorito. Que es más que un pasatiempo. Pero esta semana se nos redujo el armamento para defenderlo.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


MÉXICO -- Este lunes, los Cincinnati Bengals aprovecharon la reciente ola de extensiones contractuales para brindarle a su mariscal de campo Andy Dalton un alargue que lo vincula con el club hasta el 2020 a cambio de unos 96 millones de dólares, suma que puede ascender hasta los 116 millones mediante escaladores.

Este acuerdo suma seis temporadas a su contrato original de novato, el cual estaba por entrar a su última temporada en el 2014.

Mi primera reacción fue de sorpresa. Hace apenas cuatro días, los Dallas Cowboys otorgaron una extensión contractual a su tackle izquierdo Tyron Smith por ocho campañas y 110 millones de dólares. En el desierto, el esquinero Patrick Peterson recibió una extensión de 70 millones de dólares y cinco años cortesía de los Arizona Cardinals, hace cinco días. A mediados del mes pasado, los New Orleans Saints convirtieron a Jimmy Graham en el ala cerrada mejor pagado en la historia del deporte, a cambio de "apenas" 40 millones de dólares por cuatro campañas.

Tanto Smith como Peterson y Graham son jugadores que han sido elegidos All-Pro, y existen pocas dudas de que, pese a jugar posiciones distintas a la de Dalton --y distintas entre sí-- son mejores jugadores en el presente que el pasador de los Bengals. Por si fuera poco, se antoja que los tres todavía tienen mayor espacio para seguir creciendo, aunque definitivamente esta última aseveración se hace pisando el terreno de la especulación.

Lo que queda claro es el modo en que la NFL ha sobrevalorado financieramente la posición de mariscal de campo. Dalton ni siquiera es el mejor jugador en la ofensiva de Cincinnati --ese honor pertenece al receptor abierto A.J. Green--, pero ya es el décimo pasador mejor pagado de la NFL en cuanto a valor total de contrato, empatado con Peyton Manning de los Denver Broncos.

Andy Dalton
Getty ImagesLas expectativas se acaban de elevar al cielo para Dalton

En cuanto a salarios promedio anuales, Dalton se coloca ahora decimotercero en la NFL, empatado con el ala defensiva Mario Williams de los Buffalo Bills, y por arriba de figuras como el mariscal de campo Tom Brady de los New England Patriots y el corredor Adrian Peterson de los Minnesota Vikings. De los 12 jugadores con un salario anual mayor al de Dalton en este instante, únicamente los receptores abiertos Calvin Johnson de los Detroit Lions y Larry Fitzgerald de los Cardinals no son pasadores.

Sin embargo, lo que más llama la atención de ese listado es que de los diez mariscales de campo que lo encabezan, únicamente Matthew Stafford de los Lions gana más que Dalton sin conocer, lo mismo que el pasador de los Bengals, una victoria de postemporada. Eso constituye un riesgo mayúsculo para las franquicias de Detroit y Cincinnati.

Parte de ello se explica por la urgencia que sienten Lions y Bengals de acabar con la notoria falta de éxito de playoffs recientes. Detroit no ha ganado un partido en la postemporada desde 1991, cuando Barry Sanders era aún el rey de la manada, y Cincinnati no lo ha hecho desde 1990, cuando Anthony Muñoz todavía protegía el lado ciego de Boomer Esiason. Desde aquella última victoria de playoffs, los Lions acumulan siete derrotas consecutivas en playoffs, y los Bengals seis.

Yo no soy proponente de medir la calidad de un mariscal de campo de acuerdo al récord del equipo. Sin embargo, es indiscutible que para que una franquicia logre tener éxito en la postemporada, requiere de un buen líder en la posición de pasador, y Lions y Bengals están haciendo apuestas cuantiosas a que sus actuales mariscales de campo pueden desempeñar ese rol.

Está claro que en la NFL, se paga por la producción que está por venir, o que se cree está por venir, y no por la que fue. Prácticamente todos los contratos son una tirada de dados, y más si se trata de acuerdos de esta magnitud. Sin embargo, también creo que uno de los mejores indicadores de la potencial producción futura es la producción pasada, y ahí es donde me sorprende el tamaño del riesgo que han asumido Lions y Bengals para construir alrededor de Stafford y Dalton, respectivamente.

A eso debemos sumarle que Dalton jamás tuvo que pelear realmente su puesto titular en Cincinnati, ni ha tenido competencia seria por la titularidad desde entonces. A su llegada, Carson Palmer pidió salir y emigró a los Oakland Raiders. Las llaves de la nave ofensiva le fueron entregadas sin mayores obstáculos a Dalton en su año de novato, en el 2011. Los Bengals han optado por la certeza y estabilidad en la posición desde aquel momento, y el equipo nunca se ha atrevido a sumar a la plantilla a alguien que le amenace el puesto.

No estoy diciendo que Dalton jamás va a ganar un partido de playoffs, pero me parece que lo prudente por parte de los Bengals hubiera sido esperar hasta el término del 2014, su último año de contrato vigente, para evaluar la situación y determinar entonces si se extendería o no el acuerdo. Después de todo, no le veo nada de malo a que un jugador y su equipo cumplan totalmente con el pacto que él mismo aceptó años atrás. La apuesta en ese caso es que Dalton gozara de una temporada de destape, ganara el Super Bowl, y sus bonos se dispararan en un año, como sucedió con el caso Joe Flacco y los Baltimore Ravens.

Francamente, me parece que se trataba de un riesgo menor, y uno que felizmente debe asumir cualquier organización: pagar más después de la consecución de un título de Super Bowl. En otras palabras, esperar un año hubiera sido como lanzar una moneda al aire sabiendo que cayendo de cualquier lado, se gana. Si Dalton lidera a la franquicia a su primer título Trofeo Lombardi en el 2014, los Bengals no tendrán empacho en otorgar un contrato superior al que entregaron hoy, a un jugador probado en el escenario más grande. De no ser así, los Bengals hubieran tenido mayor palanca para negociar números favorables con Dalton, a sabiendas que en el draft se pueden conseguir pasadores a un precio ostensiblemente menor para los primeros tres años de carrera del jugador. En cambio para Dalton, otro año de fracaso en playoffs no le hubiera dado impulso suficiente de cara a la agencia libre como para exigir un cheque tan grande en Cincinnati.

Desde el punto de vista del jugador, también hay repercusiones serias. Dalton se ha comprado tiempo en Cincinnati, y ahora no salta al campo con la mente desviada hacia el siguiente contrato. No obstante, el precio es casi tan alto como la cifra en el documento que acaba de firmar. La presión sobre Dalton ahora se centra en el hecho de que el mariscal de campo debe justificar sobre el campo la decisión que tomó el equipo en las oficinas al entregarle un cheque tan grande. El dinero de su extensión contractual eleva exponencialmente las expectativas que hay respecto a su desempeño. Cualquier excusa que se pudiera esgrimir respecto a la relación entre su sueldo de 1.7 millones de dólares para el 2014 y su desempeño ha salido por la ventana. No es aceptable, de ninguna manera, que Dalton siga registrando un Total QBR de 18.1 en postemporada, como ha acumulado hasta ahora en sus tres apariciones. Desde las tribunas, los abucheos serán más sonoros con cada intercepción.

La estrategia de los Bengals en los años recientes ha sido clara: recompensar a los jugadores de núcleo antes que adquirir agentes libres del exterior. El acuerdo con Dalton sigue ese lineamiento, pero el dinero involucrado claramente se desvía de la tradicional noción de que los Bengals eran un club que no gastaba lo necesario para ser competitivo. Pero con el cambio crecen las expectativas. Si Dalton no se gana la recompensa que le ha sido entregada a priori, Cincy podría estar amarrado al menos unas tres temporadas más a un pesado lastre financiero en la posición más importante del juego.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


MÉXICO -- Algunas anotaciones respecto al triunfo de los Seattle Seahawks sobre los St. Louis Rams en el "Monday Night Football" que cierra la Semana 8:

Russell Wilson
APWilson fue capturado en siete ocasiones por Rams

Partido deslucido. Se sabía de antemano que este partido de lunes por la noche no tendría la atención que regularmente reciben, dado que a unos metros se estaba disputando el quinto partido de la Serie Mundial de Grandes Ligas, entre los Boston Red Sox y St. Louis Cardinals. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los Rams por invitar a los aficionados al Edward Jones Dome, St. Louis no pudo hacer pesar su condición de local en un estadio que lució muy vacío. Una de las ventajas que hacen pesar los Seahawks en Seattle es el ruido que generan sus aficionados --"El jugador Nº 12"--, pero los Rams no pudieron hacer lo mismo dentro de un domo donde hubiera sido sencillo elevar el nivel de ruido y romper la concentración del visitante.

Rams necesitan otro brazo. Por segundo "MNF" consecutivo, vimos un desempeño paupérrimo por parte de un mariscal de campo "suplente". La semana pasada, le tocó a Josh Freeman en su primer inicio para los Minnesota Vikings. Esta vez, los abucheos se los lleva Kellen Clemens, quien lució permanentemente perdido en los controles de los Rams. St. Louis tendrá que preparar a Austin Davis --o a alguien más-- si aspira a hacer algo de notoriedad a la ofensiva en su próximo partido, cuando reciban a los Tennessee Titans en la Semana 9.

Russell en riesgo. La cuenta de Twitter del mariscal de campo titular de los Seahawks es @DangeRussWilson, y así es como estuvo Russell Wilson durante buen parte del juego. Los Seahawks no sólo le brindaron una protección de pase inefectiva a lo largo de la velada, sino que hubo varias jugadas por diseño de Seattle que expusieron a Wilson a golpes innecesarios, incluyendo un par de jugadas consecutivas en zona de gol. Con Marshawn Lynch en tu backfield, no tiene mucho sentido arriesgar así a un pasador que destaca por no tener el físico prototipo en la NFL.

Austin inédito. Los Rams salieron del pasado draft de la NFL extasiados por el hecho de haber sumado a su plantilla --a juicio de muchos-- al jugador más explosivo disponible en el receptor abierto Tavon Austin. Seis meses más tarde, seguimos esperando que tenga algún impacto significativo en la ofensiva de los Rams. Pagar una octava selección global es demasiado para un jugador de rol, como lo ha sido hasta el momento Austin en el ataque de St. Louis. Dos recepciones para 9 yardas no son suficiente.

Ganar a como dé lugar. Los Rams exigieron muy poco a los Seahawks a lo largo de la noche. Seattle no brilló ante un equipo marcadamente inferior, y algunos se podrán preocupar tomando en cuenta que se espera sea un contendiente serio para representar a la NFC en el próximo Super Bowl. St. Louis tuvo la oportunidad de ganar hacia el final, pero inexplicablemente, los Rams rpefirieron poner el juego en manos de Clemens, y no sobre las piernas de alguno de sus corredores, Zac Stacy o Daryl Richardson, quienes habían tenido una noche efectiva. La mala selección de jugadas de los Rams al final benefición a los Seahawks, no obstante, no es momento de hacer sonar las sirenas de alarma en Seattle. Las victorias feas también cuentan, y es mejor sufrir un bache en el nivel de juego --registrando una victoria de todos modos-- en el mes de octubre que en el mes de enero. Los Seahawks tienen bastante tiempo para ir recuperando lesionados y volver a lucir un mejor desempeño sobre el emparrillado.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


Mike ZimmerAPEl introvertido Mike Zimmer ha armado unidades defensivas de respeto en temporadas múltiples.

MÉXICO -- Finalmente, le llegó su momento.

Después de casi dos décadas de duro trabajo en la NFL --al lado silencioso del balón, el defensivo-- Mike Zimmer recibe la oportunidad como entrenador en jefe por parte de los Minnesota Vikings.

Zimmer no tiene el perfil más llamativo entre los diversos nombres que se barajaron para las vacantes a entrenador en jefe por los siete equipos que optaron por un cambio en el volante. En una liga que se jacta de apuntar cada vez más hacia marcadores típicos de videojuegos, ex coordinadores ofensivos fueron los primeros en ser contratados: Bill O'Brien por los Houston Texans, Jay Gruden por los Washington Redskins, Ken Whisenhunt por los Tennessee Titans y Jim Caldwell por los Detoit Lions. La única excepción hasta el momento era Lovie Smith, quien asumió el mando de los Tampa Bay Buccaneers, y ahora Zimmer, aparte de los Cleveland Browns, quienes siguen acéfalos.

No obstante, es probable ninguno de los recorridos de los nuevos entrenadores en jefe de corte ofensivo se compare a lo que ha hecho Zimmer a lo largo de los años.

Consistentemente, las unidades defensivas de los Bengals, al mando de Zimmer han finalizado en la parte más alta de la tabla en cuanto a yardas y puntos permitidos, y la historia era la misma cuando fungía como coordinador defensivo de los Dallas Cowboys. Sin embargo, impedir puntos es menos llamativo que anotarlos.

En todo caso, los Vikings tomaron una buena decisión inclinando la balanza hacia el lado defensivo en la búsqueda de un nuevo líder.

Es cierto, el problema que más ruido genera en la plantilla de Minnesota tiene que ver con la posición de mariscal de campo, y además, el este club viene de ser dirigido por otro entrenador de corte defensivo.

Pero cuando eres la defensiva que más puntos permitió en la temporada (30 por encuentro), difícilmente vas a ganar muchos partidos, sin importar quién sea el mariscal de campo al otro lado del balón. De los 12 equipos que pasaron a la actual postemporada, nueve se colocaron entre los primeros 11 en puntos permitidos a la defensiva, y tres de esos nueve equipos siguen con vida. Al otro lado de la balanza, también nueve de los primeros 11 clubes en puntos anotados disputaron playoffs, y ahí encontramos a los cuatro equipos que se jugarán las Finales de Conferencia.

Pero los Vikings anotaron 24.4 puntos por partidos, suficientes para empatarlos en el lugar decimocuarto con los Indianapolis Colts, con todo y la debacle en la posición de mariscal de campo. El año pasado, contaron con un corredor de 2,000 yardas en Adrian Peterson y la dupla de alas cerradas de Kyle Rudolph y John Carlson --si logran mantenerse sanos-- puede ser el segundo mejor aliado, después de Peterson, de quien sea que esté lanzando los pases.

El lado defensivo, por otra parte, sólo dio pena.

Es momento para que Minnesota se olvide del esquema Tampa-2. Zimmer seguramente seguirá trabajando a partir de una formación 4-3 como defensiva base, pero el nuevo entrenador en jefe de Minnesota operó a partir de una 3-4 bajo las órdenes de Bill Parcells en Dallas, y puede incorporar algunos principios en ciertas situaciones específicas de juego.

Además, Zimmer fue capaz de convertir en estelares de la liga a jugadores de poco reconocimiento, como el tackle defensivo Geno Atkins --generalmente considerado como el mejor en su posición en la liga-- y el apoyador Vontaze Burfict, una máquina de taclear.

Eso es algo que necesitan desesperadamente los Vikings.

Un recorrido rápido por la plantilla arroja pocos nombres establecidos. Los apoyadores Erin Henderson y Chad Greenway son un excelente punto de arranque para la reconstrucción, pero todo indica que el ala defensiva Jared Allen ha jugado su último partido con el uniforme púrpura. Las expectativas todavía son altas para los jóvenes Harrison Smith, Sharrif Floyd y Xavier Rhodes.

Es cierto, las dudas persisten en la posición de mariscal de campo, e ir al draft por un nuevo pasador es una posibilidad fuerte. Matt Cassel, quien terminó como titular, tiene un año restante en su contrato, pero también tiene la opción de rescindirlo y dirigirse a la agencia libre. Christian Ponder estaría en el último año de su acuerdo en el 2014, pero con un salario de 1.7 millones de dólares, el golpe al tope salarial sería mínimo en caso de cortarlo. El estrepitoso fracaso que supuso el experimento Josh Freeman, se acabó, al haber firmado en Minny sólo por un año.

Será interesante ver a quién logra fichar Zimmer como coordinador ofensivo, y de eso dependerá mucho la dirección que tome el club en cuanto a sus pasadores. Pero eso puede esperar un poco. Mientras tanto, Zimmer tiene un reto hecho a la medida --y más urgente-- del lado defensivo del balón.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


La batalla por ser el N° 1 en la Semana 1

FECHA
04/09
2013
por John Parolin
ESPN Stats & Information

Adrian Peterson, Calvin JohnsonUS PresswireAdrian Peterson y Calvin Johnson se verán las caras el domingo en el Ford Field de Detroit.

BRISTOL -- La temporada 2013 de la NFL iniciará el jueves, con algunos de los mejores jugadores de la liga frente a frente. ESPN.com calificó recientemente a los 100 mejores jugadores a la ofensiva y a la defensiva, y el ex entrenador en jefe de la NFL y analista de ESPN , Herm Edwards, participó calificando a los mejores tres jugadores en cada posición.

Este domingo en Detroit, el mejor corredor de Edwards (Adrian Peterson) y el mejor receptor abierto (Calvin Johnson) se verán las caras.

Peterson no dejó dudas acerca de la salud de su rodilla la temporada pasada, terminando con 2,097 yardas, ocho menos del récord de Eric Dickerson de más yardas en una sola temporada.

Tuvo 27 acarreos de al menos 20 yardas, más de lo que sumaron los siguientes dos corredores combinados.

Las 1,019 yardas de Peterson después del contacto superaron por 234 yardas a cualquier otro corredor en los últimos cuatro años y de haberse contabilizado sólo esas yardas se habría colocado en la posición N° 16 de la NFL.

Defensivamente, los Detroit Lions permitieron 667 yardas terrestres después del contacto la temporada pasada. Su promedio de 1.6 yardas después del contacto por acarreo se ubica en la posición N° 14 de la liga y es la cuarta mejor de la NFC.

En cuanto a Johnson, terminó la temporada con un récord de 1,967 yardas recibidas en 200 pases enviados en su dirección, la mayor cantidad para cualquier jugador en las últimas cinco temporadas.

Johnson tuvo 806 yardas más que el resto de los receptores de los Lions combinados.

El siguiente receptor de los Lions que tuvo más yardas recibidas fue Titus Young (383).

En la derrota de Detroit, 34-24, ante los Minnesota Vikings en la Semana 10 del año pasado, Megatron atrapó 12 pases para 207 yardas, el cuarto total más alto en su carrera.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


MÉXICO -- Algunos apuntes del "Monday Night Football" de la Semana 7 en que los New York Giants superaron por 23-7 a los Minnesota Vikings para conseguir su primer triunfo de la campaña.

Eli corta la racha. El mariscal de campo de los Giants, Eli Manning, disfrutó por primera vez en la temporada de un partido sin entregas de balón. Eso sí, hubo un par de situaciones que parecían alargar la miseria para el pasador. Manning puso un pase en el pecho del esquinero Marcus Sherels de los Vikings, que no pudo sujetar, y también sufrió un balón suelto que no perdió. De hecho, los Giants perdieron la manija del ovoide cuatro veces, pero sólo perdieron la posesión una vez, en un regreso de patada de despeje de Rueben Randle. Los Giants no necesitaron hacer demasiado ante un rival tan inoperante como los Vikes esta noche, pero no regalar el balón ciertamente ayudó.

Desastroso debut. Josh Freeman protagonizó una de las peores noches que tengo memoria para un juego de "MNF", completando 20 de 53 envíos para apenas 190 yardas, sin touchdowns y con una intercepción que fácilmente pudieron ser tres. Fueron más los pases incompletos que tiró en la noche Freeman --quien en ocasiones lanzaba para cualquier lado-- que los puntos totales del juego. Sin lugar a dudas, quedaron toda clase de dudas sobre lo que pensaban los Vikes firmando en primera instancia a Freeman, y luego entregándole el puesto titular con tan poca preparación. Igualmente, no veo cómo un pasador tan impreciso como Freeman pueda brillar en un sistema como el de los Vikings que depende tanto de los pases cortos de ritmo. Ahí creo que tanto Matt Cassel como Christian Ponder tienen mejores condiciones, con todo y lo que también nos han mostrado en lo que va de la campaña.

Eli Manning
APLa protección para Manning no fue la ideal

La otra cara de la moneda. El que sí tuvo un debut positivo fue el corredor Peyton Hillis, quien hace una semana estaba siguiendo el "MNF" desde el sillón de su casa. En su primer partido para los New York Giants, Hillis acumuló 36 yardas en 18 acarreos --incluyendo uno de touchdown-- pero más importante, mostró buena versatilidad atrapando cinco pases para 45 yardas y luciendo bien en protección de pase para Manning, un rubro en el que los neoyorquinos han sufrido en la campaña. No es momento para salir y sumarlo como corredor principal en tu equipo de fantasía, pero al menos le dio esa dimensión a los Giants que no iban a tener de la mano del novato Michael Cos, quien terminó abriendo el duelo.

AP amarrado. El pésimo desempeño de Freeman facilitó las cosas para la defensiva de los Giants, dificultando la noche para Adrian Peterson. Enfrentando a muchos jugadores en la caja y encontrando pocos carriles disponibles para avanzar por tierra, Peterson acumuló apenas 28 yardas en 13 acarreos y 28 yardas en dos recepciones. Fueron muy pocos toques de balón para el jugador más importante de la franquicia, y así Minnesota no va a ganar muchos más partidos en el año, si es que llega otro triunfo. Como jugaron hoy, eso está en duda.

Elenco de reparto. Vale la pena recalcar lo dicho arriba: los Giants no necesitaron hacer demasiado para ganar este partido, más allá de tratar de limitar al mínimo los errores propios. Aún esto fue complicado. Hubo varios pases dejados caer de las manos por parte de los receptores neoyorquinos, y los esquemas de protección de pase se colapsaron con demasiado frecuencia. Defensivamente, los Giants perdonaron al menos un par de intercepciones. Fue una victoria francamente deslucida, pero una innegablemente esencial para "Big Blue", que con todo y el miserable inicio de campaña está a tres partidos de los líderes divisionales, Dallas Cowboys. Los Giants tienen una tonelada de trabajo por delante, pero al menos hoy se dio un primer paso en la senda de la recuperación. Resta por si no se quedan en el camino.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


MÉXICO -- Algunos apuntes del "Monday Night Football" de la Semana 7 en que los New York Giants superaron por 23-7 a los Minnesota Vikings para conseguir su primer triunfo de la campaña.

Eli Manning
APLa protección para Manning no fue la ideal

Eli corta la racha. El mariscal de campo de los Giants, Eli Manning, disfrutó por primera vez en la temporada de un partido sin entregas de balón. Eso sí, hubo un par de situaciones que parecían alargar la miseria para el pasador. Manning puso un pase en el pecho del esquinero Marcus Sherels de los Vikings, que no pudo sujetar, y también sufrió un balón suelto que no perdió. De hecho, los Giants perdieron la manija del ovoide cuatro veces, pero sólo perdieron la posesión una vez, en un regreso de patada de despeje de Rueben Randle. Los Giants no necesitaron hacer demasiado ante un rival tan inoperante como los Vikes esta noche, pero no regalar el balón ciertamente ayudó.

Desastroso debut. Josh Freeman protagonizó una de las peores noches que tengo memoria para un juego de "MNF", completando 20 de 53 envíos para apenas 190 yardas, sin touchdowns y con una intercepción que fácilmente pudieron ser tres. Fueron más los pases incompletos que tiró en la noche Freeman --quien en ocasiones lanzaba para cualquier lado-- que los puntos totales del juego. Sin lugar a dudas, quedaron toda clase de dudas sobre lo que pensaban los Vikes firmando en primera instancia a Freeman, y luego entregándole el puesto titular con tan poca preparación. Igualmente, no veo cómo un pasador tan impreciso como Freeman pueda brillar en un sistema como el de los Vikings que depende tanto de los pases cortos de ritmo. Ahí creo que tanto Matt Cassel como Christian Ponder tienen mejores condiciones, con todo y lo que también nos han mostrado en lo que va de la campaña.

La otra cara de la moneda. El que sí tuvo un debut positivo fue el corredor Peyton Hillis, quien hace una semana estaba siguiendo el "MNF" desde el sillón de su casa. En su primer partido para los New York Giants, Hillis acumuló 36 yardas en 18 acarreos --incluyendo uno de touchdown-- pero más importante, mostró buena versatilidad atrapando cinco pases para 45 yardas y luciendo bien en protección de pase para Manning, un rubro en el que los neoyorquinos han sufrido en la campaña. No es momento para salir y sumarlo como corredor principal en tu equipo de fantasía, pero al menos le dio esa dimensión a los Giants que no iban a tener de la mano del novato Michael Cos, quien terminó abriendo el duelo.

AP amarrado. El pésimo desempeño de Freeman facilitó las cosas para la defensiva de los Giants, dificultando la noche para Adrian Peterson. Enfrentando a muchos jugadores en la caja y encontrando pocos carriles disponibles para avanzar por tierra, Peterson acumuló apenas 28 yardas en 13 acarreos y 28 yardas en dos recepciones. Fueron muy pocos toques de balón para el jugador más importante de la franquicia, y así Minnesota no va a ganar muchos más partidos en el año, si es que llega otro triunfo. Como jugaron hoy, eso está en duda.

Elenco de reparto. Vale la pena recalcar lo dicho arriba: los Giants no necesitaron hacer demasiado para ganar este partido, más allá de tratar de limitar al mínimo los errores propios. Aún esto fue complicado. Hubo varios pases dejados caer de las manos por parte de los receptores neoyorquinos, y los esquemas de protección de pase se colapsaron con demasiado frecuencia. Defensivamente, los Giants perdonaron al menos un par de intercepciones. Fue una victoria francamente deslucida, pero una innegablemente esencial para "Big Blue", que con todo y el miserable inicio de campaña está a tres partidos de los líderes divisionales, Dallas Cowboys. Los Giants tienen una tonelada de trabajo por delante, pero al menos hoy se dio un primer paso en la senda de la recuperación. Resta por si no se quedan en el camino.

Comentarios

Usa una cuenta de Facebook para agregar un comentario, sujeto a las políticas de privacidad y Términos de Uso de Facebook. Tu nombre de Facebook, foto y otra información personal que hagas pública en Facebook, aparecerá en tu comentario, y puede ser usado en las plataformas de medios de ESPN. Más información.


AL INICIO