Danny García debutó en el peso welter con una victoria esperada sobre Paulie Malignaggi, que no dejó nada nuevo, excepto muchas preguntas sin respuesta sobre su futuro desempeño en esta categoría. La batalla desarrollada en el Barclays Center de Nueva York era aguardada con una sola expectativa: comprobar si efectivamente la subida de peso mejoraba la actuación de García, quien había decepcionado en sus últimas peleas en las 140 libras. Esa expectativa, al menos en la noche sabatina, no fue satisfecha.

Es verdad que García lució más fuerte, pero también se vio más lento, demasiado estático y demasiado defensivo. Ante un rival sin pegada, que extrañamente no se movió por laterales como se presumía en lo previo ni tampoco le llegó con su golpeo, García no se mostró osado, no fue la única autoridad del ring ni tampoco consiguió establecer el ritmo de la pelea.

Fue una pelea anodina, por momentos aburrida y que no tuvo momentos de alto voltaje. Los porcentajes de golpes conectados, fueron ligeramente superiores para Danny García y ello demuestra a las claras que no hubo predominio marcado sobre quien dominó la pelea.

García sabía que ganaría con poco trabajo y no se esforzó. Por momentos trataba de poner presión y por momentos retrocedía y solo esperaba por un oponente que no se jugaba en el intercambio. Cuando Danny apuraba, lo hacía con golpes por afuera que en la mayoría de los casos no llegaban a destino. Paulie con un simple movimiento del torso, los evitaba. Y aun cuando García lograba conectar, sus golpes llegaban a destino a través de la palma de sus manos, nunca los nudillos.

En el séptimo asalto, Danny solo lanzó ocho golpes, mientras que en el octavo aceleró y castigó de manera muy dura la zona media de Malignaggi, que ya mpostraba cansancio y sus pocas ganas de seguir en la batalla. La misma finalizó a los 2.22 del noveno round cuando el referí decidió interrumpir y parar el pleito. Paulie hacía un buen rato que no lanzaba golpes.

Fue la última pelea de Malignaggi que ya anunció el final de su carrera. Una carrera que le dio más de lo que se podía esperar teniendo en cuenta su estilo y falta de pegada. A mi juicio, Paulie ha sido un fenómeno de sobrevivencia a contramano en la elite del boxeo, donde hasta fue campeón mundial en una muestra de que en este deporte hasta lo, presuntamente, imposible puede ocurrir. Quizás sus dotes de showman, su carisma payacesco, la verborragia incontenible y la capacidad de moverse por el cuadrilátero evitando ser golpeado, fueron los artífices de su éxito. Sea como fuere, la historia lo recordará como "aquél campeón que no parecía campeón".

Danny García, a su vez, no mostró nada, como lo señalamos al comienzo. Se vio lento, intermitente y por momentos hasta torpe en su accionar. Si tomamos como referencia el desempeño de esta batalla, su futuro en las 147 libras está en entredicho. No le alcanzará con el poder de su pegada en las dos manos, deberá mejorar en sus movimientos defensivos, tendrá que ganar velocidad en sus piernas, tendrá que trabajar en el enfoque agresivo, es decir, en su actitud. A García le falta mantenerse enfocado y eso, ante cualquiera de las figuras de la división puede ser fatal.

No sabemos aún a quien podrá enfrentar en su próxima pelea, pero candidatos no le faltarán. El establo de Al Haymon tiene muchos oponentes de nombre para Danny García (Shawn Porter, Adrien Broner, Keith Thurman, etc). No obstante, el ex doble campeón welter junior deberá ajustar su capacidad y encontrar el camino hacia el desempeño de sus primeras actuaciones. Las que lo llevaron al título y ser tomado en cuenta, en su momento, como miembro del selecto grupo de los mejores libra por libra del planeta.

Un tiempo que parece hoy lejano y que como en muchas carreras de campeones que pierden el rumbo, puede tener su origen en la influencia familiar. Tal vez, haya llegado el momento de hacer cambios en su esquina, tal vez habrá que preguntarse si a su padre como entrenador le queda algo para aportarle o por el contrario, es la gran razón de su mal desempeño.

Son preguntas sin respuesta y lo más preocupante, que esas preguntas sobre el futuro de Danny García nacen luego de una pelea que ganó por KOT y en el debut en una nueva división.

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Boxeo, Bernardo Pilatti

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Quisiera imaginarme qué diría mi profesora de gramática y redacción, Aixa Kindelán, si escuchara la frase "la pelea que todos quieren ver". Bueno, miento... sí lo sé.

La (des)calificación sería un mayúsculo reprobado o un reprobado mayúsculo. (Aquí el orden de los factores tampoco alteraría el producto). No habría derecho a réplica tras utilizar la manoseada frase.

En la historia del pugilato moderno no existe sentencia más prostituida. Tal es así que promotores y boxeadores la han convertido en argumento (económico) para validar tanto las buenas como las malas peleas.

Sea cierto o no, siempre escucharás (o leerás) que alguna de las partes involucradas declaró "aceptamos este combate porque es el que la gente quiere ver".

¡Pamplinas!, gritaría un famoso humorista de la radio cubana.

Abner Mares (29-1-1, 15 KOs) vs. Leo Santa Cruz (30-0-1, 17 KOs), prevista a realizarse el 29 de agosto en el Staples Center de Los Ángeles, es uno de los ejemplos más recientes.

¿Realmente es esa la pelea que queremos ver? La verdad nunca es absoluta, pero estoy convencido de que esa no es la contienda que verdaderamente desean ver los fanáticos.

La conjunción de estilos de estos guerreros mexicanos ciertamente augura mucha emoción, sin embargo la ecuación que la mayoría quisiera observar incluye siempre al cubano Guillermo Rigondeaux (15-0-0, 10 KOs).

Santa Cruz vs. Rigondeaux o Mares vs. Rigondeaux.

No estoy loco ni bajo las influencias de sustancias alucinógenas. Sí, sí... ya sé que Rigo es un peleador "correlón" y "aburrido"; así y todo pocos se atreverían a cuestionar que es el mejor de los tres por amplia distancia. Lo avala su pasado.

Los amantes del deporte desean a los mejores cara a cara. Los atletas sueñan con ganar a las leyendas para tallar su legado. Y seguramente los seguidores de Santa Cruz y Mares pagarían por verlos apalear al "cubano correlón".

Seamos sinceros, son pocos los que no disfrutarían esa hipotética situación. Apagarle la sonrisa al 'Chacal', que no se ha cansado de llamar gallina a todo inquilino pudiente que lo ha evitado en la división súper gallo (122 libras), puede ser una recompensa innigualable.

¿Cuánto aval recibirá el púgil que logre derrotar al doble campeón olímpico, considerado como uno de los cuatro púgiles aficionados más grandes de la historia y que en el profesionalismo tiene dos fajas mundiales y está incluido en TOP 10 del ranking libra por libra?

Muchísimo y casi todos lo sabemos.

Primero Mares y después Santa Cruz se pasaron con ficha. Subieron a la división superior (126 libras). Ni uno ni otro se sintieron con el talento para derrotarle. Debieron haberlo estudiado y llegado a esa conclusión.

Quizás en unos años cambien de parecer y se encaramen en el ring contra él. El nombre del cubano siempre brindará lustre a su resumé, no importa que en ese entonces esté en la frontera de los 40 años.

Habría que preguntarles a Santa Cruz y Mares (junto a sus entrenadores, promotores y aficionados) si de existir la posibilidad real de vencer al Chacal y despojarle de sus dos cinturones absolutos hubieran escogido enfrentarse entre ellos como primera opción.

La pesadilla Rigondeaux no acaba aquí para ambos púgiles. El peleador de 34 años se cansó de que sus fajas se cubrieran de telarañas y ya comenzó a cantar que subirá a las 126 en busca de peleadores, a pesar de que él es un 122 natural y estaría dando ventajas a todos sus adversarios.

Allí, en las 126, están Santa Cruz y Mares y desconozco si volverán a evitar a Rigondeaux con el pretexto de que esa no es la pelea que la gente quiere ver y con la certeza de que es mejor que digan: aquí corrió, que aquí murió.

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Carl Frampton v Alejandro Gonzalez Jr.Esther Lin/CBSCarl Frampton y Alejandro "Cobrita" González agarraron sendas lecciones de su combate
"El primer día del resto de mi vida", es una canción del grupo español La Oreja de Van Gogh y "El primer año del resto de nuestras vidas", es una película exhibida en 1985 dirigida por Joel Schumacher. Para mantenernos en la misma línea de identificar una trama, a la más reciente pelea del campeón FIB de los supergallos, Carl Frampton y su rival el mexicano Alejandro "La Cobrita" González , deberíamos bautizarla como "La primera pelea del resto de sus carreras"

No es para menos, el irlandés superó un más que complicado debut en suelo estadounidense y también aprendió, de primera mano, que no es lo mismo pelear en casa, que hacerlo fuera de ella. El mexicano, quizás, también aprendió en su primera oportunidad de título mundial, todo lo que le faltaba conocer para emular a su padre y partir en busca de la gloria.

La batalla celebrada en El Paso, Texas, en realidad dejó importantes conclusiones no solo para Frampton y su rival. También lo hizo para todos aquellos que han crecido en el boxeo sin salir de la seguridad de su propio patio, como es el caso del irlandés que construyó su palmarés peleando siempre en el Reino Unido. Es que fue tan, pero tan duro su nuevo debut, que tan temprano como en el primer asalto visitó la lona en dos oportunidades y nada hubiera extrañado si su primera aventura lejos de casa, termina antes de comenzar y de la peor manera posible.

Y por increíble que parezca, los once asaltos restantes en la pelea, fueron un curso acelerado sobre sobrevivencia que Frampton consiguió salvar con buena nota, sirvió además para demostrar su madera de campeón y como propina presentó en sociedad a su rival, Alejandro González. El mexicano también pasó por un duro aprendizaje, donde conoció a fondo sus fortalezas y sus debilidades, así como la madera con la cual ha sido forjado para este duro oficio de boxeador.

Luego del increíble asalto inicial, Frampton debió replantear su estrategia, tomar decisiones sobre la marcha sin esperar el auxilio del plan diseñado por su esquina, tuvo que responder a las expectativas que su presencia en USA había creado y lo hizo de buena manera. Aceptó el protagonismo de todo favorito y dio vuelta la pelea, con paciencia y buen boxeo.

A la velocidad, sumó precisión para colocar sus golpes, se movió por todo el cuadrilátero con mucha inteligencia, manejó de manera excelente el jab de izquierda para abrir la guardia de Gonzalez, logró llegarle con duros golpes de derecha e indujo al rival a cometer errores, que le restaron puntos y fastidiaron hasta su concentración.

González, seguramente, no estaba listo para un rival de la categoría de Frampton, pero tampoco Frampton llegó preparado para enfrentar a un oponente tan agresivo en el asalto inicial. Por ese lado las cosas estuvieron parejas, la diferencia llegó después, donde uno demostró ser un campeón sólido y el otro, si bien perdió y cometió errores, mostró que está en el buen camino para hacer historia en el boxeo de alto nivel, como ya lo consiguió su célebre progenitor.

La primera pelea del resto de su carrera, a Frampton le enseñó que en este deporte no alcanza con lo que se tiene. No existen rivales débiles, los favoritismo son circunstanciales y a cada rival a enfrentar, hay que estudiarle su estilo y preparar cada batalla como si fuera la más difícil de su vida. Pero hubo otras cosas interesantes que dejó esa pelea y fueron las complicaciones que le originó al irlandés por momentos, la altura, mejor distancia o la pegada de González, algo que contra un rival de más experiencia le puede costar muy caro.

Con respecto a González Jr., si tenemos en cuenta que es y se siente un 118 libras natural, ¡vaya actuación en 122 libras!. En primer lugar demostró que subir de división, produce en su boxeo un efecto favorable, algo que demostró con su temible pegada. "Respeto mucho a Alejandro, mostró gran corazón, fue una pelea dura pero lo pude resolver. En el primer round resentí su pegada", reconoció Frampton.

Es posible que el equipo que maneja la carrera de Frampton haya tomado las debidas enseñanzas de este combate y el futuro inmediato del campeón FIB de los supergallos transitará por un camino diseñado sobre las precauciones y la necesidad de adaptarse al nuevo mundo en su carrera. Quizás se le busque un rival menos complicado para su próxima pelea y no dudo que también se modificará el estilo de los sparrings con los cuales se preparará Frampton. Ellos serán agresivos, duros, de mayor tamaño y con mejor distancia.

Algo parecido sucederá con González Junior. La derrota ante Frampton también habrá educado a quienes manejan su futuro y ello repercutirá en la selección de rivales, de sparrings y en la definición de los objetivos que a corto o mediano plazo se intente alcanzar.

La pelea celebrada en el Don Haskins Center, como evento estelar de Premier Boxing Champions, fue uno de esos raros casos en los que vencedor y perdedor se favorecen. Una batalla que educa, forja y determina un nuevo rumbo en la carrera de los dos rivales. Algo que pretende simbolizar el título de este comentario. Para Frampton, para "La Cobrita, el sábado 18 de julio fue "la primera pelea del resto de su carreras".

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Roberto Duran Sugar Ray LeonardAP PhotoRoberto Durán mantuvo contra las cuerdas a Sugar Ray Leonard por buena parte de la pelea
1. Roberto Durán entró a la pelea 71-1, después de una larga carrera en la división de peso ligero. Duran se trasladó a la división de peso welter después de que dejó vacante su título de peso ligero del CMB y la AMB en 1978.

2. Sugar Ray Leonard estaba invicto en 27-0, y hacía la segunda defensa de su título welter del CMB. Fue el primer regreso de Leonard a Montreal desde que ganó el oro olímpico en 1976.

3. De acuerdo con CompuBox, Durán aterrizó más golpes totales que Leonard, 315-273 en. Leonard tiró 50 golpes por asalto, mientras conectaba 18. Duran lanzó 60 por asalto, conectó 21 y ganó por decisión unánime 145-144, 148-147, 146-144.

4. Durán y Leonard se enfrentarían dos veces más en 1980 y 1989. Leonard vengó la primera derrota de su carrera con un nocaut técnico (No Más) en noviembre de ese año y ganó por decisión unánime nueve años más tarde.

ANTES DE LA PELEA

Conocida como "La Reyerta en Montreal", la pelea recibió mucho bombo en los medios. Esta fue la primera pelea de Leonard de vuelta en Montreal desde que ganó su medalla de oro olímpica en 1976. Su personalidad llamativa y comerciabilidad ya lo había hecho un nombre reconocido. Leonard ganó su cinturón de campeón del CMB después de noquear a Wilfred Benítez en noviembre de 1979 y lo defendió contra Dave Green con un nocaut en el cuarto asalto en 1980.

Durán, apodado "Manos de Piedra", desarrolló una reputación como un dinámico noqueador en la división de peso ligero. Él unificó los títulos de la AMB y del CMB en el peso ligero en 1978 después de noquear al campeón del CMB Esteban De Jesús. Duran dejó vacante los títulos el próximo año para subir al peso welter.

Durante la rueda de prensa previa al combate, Duran insultó repetidamente a Leonard para sacarlo de ritmo. Esto llevó a Leonard a decirle a los medios que "iba a matar" Duran durante su pelea.

LA PELEA Angelo Dundee, entrenador de Leonard, aconsejó a peleador a boxear inteligentemente contra Duran. Leonard, conocido por sus movimientos rápidos y destreza de boxeo, eligió irse golpe a golpe con Duran, pero eso favoreció el golpeador panameño. En los primeros asaltos de la pelea, Duran arrinconó repetidamente Leonard y le obligó a ir a las cuerdas. Duran castigó a Leonard con golpes al cuerpo y parecía tener el control durante la primera mitad de la pelea.

La marea se viró lentamente para Leonard alrededor del décimo asalto cuando comenzó a pelear más a su estilo natural y Duran comenzó a fatigarse. En el próximo asalto, sin embargo, Leonard se retiró de nuevo a las esquinas y pasó más de la mitad del round contra las cuerdas. Los tres últimos asaltos fueron una pléyade de golpes en donde ambos aterrizaron fuertemente, pero ninguno de los dos cedió. La decisión posterior a la pelea dejó confusión debido a un error de puntuación de un juez, pero Durán ganó por decisión unánime 145-144, 148-147, 146- 144.

LOS NÚMEROS Duran fue el agresor temprano y con frecuencia durante la pelea. Él acorraló constantemente a Leonard y lo mantuvo contra las cuerdas, aterrizando golpes de poder, mientras que su oponente estaba estancado. Leonard promedió cinco golpes menos (3) por asalto en esta pelea que en sus otras 16 seguidas por CompuBox.

Leonard hizo ajustes más adelante en la pelea, pero Duran había acumulado gran ventaja desde el principio. En un momento en la tercera vuelta, Leonard estuvo contra las cuerdas durante 30 segundos y recibió 17 golpes.

DESPUÉS DE LA PELEA La derrota fue la primera de la carrera de Leonard y un momento decisivo también. Leonard ganó un poco de respeto por su voluntad de pelear al estilo de Duran, pero también perdió porque él peleó en lo que su oponente dominaba. Por otro lado, fue sin duda la victoria más importante de la carrera legendaria de Durán. La pelea fue una de las muchas batallas entre los mejores peleadores de la época (Durán, Leonard, Hearns, Hagler). Durán y Leonard pelearían en dos ocasiones más, una en noviembre de 1980 y de nuevo en diciembre de 1989.

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Erislandy LaraEthan Miller/Getty ImagesEl cubano desea una pelea contra el kazajo Gennady Golovkin.
Soñar no cuesta un centavo. Y muy válidas son las aspiraciones de Erislandy Lara (21-2-2, 12 KOs) de pelear contra Floyd Mayweather Jr. (48-0-0, 26 KOs), Miguel Cotto (40-4-0, 33 KOs) y Gennady 'GGG' Golovkin (33-0-0, 30 KOs), tal y como aseguró después de brindarle a nuestro colega de ESPN, Delvin Rodríguez (28-8-4, 16 KOs), un recital de boxeo. Pero este deseo luce complicado.

Es vox populi que las tres dianas a las que apunta Lara tienen en mente objetivos diametralmente opuestos y resulta poco probable que varíen sus metas para subirse al ring contra un púgil peligroso y que en el acápite de las ganancias no resulta tan atractivo.

Sin embargo, si algún cubano puede obtener un combate ante los "pesos pesados" del pugilismo moderno ese es el autodenominado ''The American Dream'.

Lara se arrimó a Al Haymon y no cabe duda que buena sombra le cobija. Contrario a Guillermo Rigondeaux (15-0-0, 10 KOs) y otros muchos boxeadores cubanos que se marchitan por la ineptitud de sus manejadores, Lara se mantiene activo a ritmo de dos peleas por año a partir de 2013. En 2012 y 2011 hizo tres pleitos per cápita, en 2010 peleó cinco veces y en 2009 subió al ring en siete oportunidades.

Al Haymon sí tiene "pegada". Él sabe dónde, cuándo y cómo lanzar la carnada. Ya "pescó" a Saúl 'Canelo' Álvarez (45-1-1, 32 KOs) --está descartada una revancha entre ellos según palabras de Oscar de La Hoya y el propio Canelo-- y su próxima presa bien puede ser el temible GGG.

Haymon se ha ganado a pulso el beneficio de la duda.

Lo que si tengo más que claro, incluso apostaría por ello, es que Mayweather y Cotto no van a pelear contra Lara. Ni uno ni otro tienen que demostrar nada y no van arriesgar en el epílogo de sus respectivas carreras, a no ser por cifras exorbitantes y éste no es el caso.

En cambio, Golovkin parece más asequible. El kazajo también está reclamando grandes combates y hasta la fecha solo ha obtenido a peleadores de segundo nivel. Está a su favor que a todos le ha pasado por encima como si fuera una aplanadora.

Incluir el nombre de Lara en su resumé le daría muchísimo valor para empujar más contra la pared a los pejes gordos que constantemente le evitan. El cubano es un peleador mucho más capaz que los oponentes que ha enfrentado GGG. Para el kazajo sería un verdadero reto descifrar su estilo elusivo, el mismo que hizo ver mal al Canelo en una pelea en la que muchos (entre los que me incluyo) no vimos perder al cubano.

Las ventajas que obtendría GGG en el ascenso de Lara hacen realizable la pelea. En primer lugar, él se mantendría en su peso natural (160 libras); y segundo, el antillano se expodría a un hombre que pega más duro que Alfredo Angulo (23-5-0, 19 KOs) y hasta el propio Canelo, quienes con sus golpes de poder le pusieron en apuros.

Ciertamente la bolsa no sería la más espectacular, pero desde el punto de vista deportivo y dado el poder de "convencimiento" de Haymon, existen los argumentos para creer en la posibilidad de que este encuentro se realice. Esto no quiere decir que es un hecho la Golovkin-Lara.

El 'American Dream' también tiene otras alternativas sobre la mesa. De mantenerse en las 154 libras lo más factible sería buscar la unificación de su título de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) con los estadounidenses Cornelius Bundrage (34-5-0, 19 KOs) y Demetrius Andrade (21-0-0, 14 KOs), monarcas respectivos de la Federación Internacional de Boxeo (IBF, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Descarto una unificatoria por el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) porque está en poder de Mayweather Jr.

De ascender aparecen varios nombres atractivos. Andy Lee (34-2-1, 24 KOs), monarca de la OMB, Jermain Taylor (33-4-1, 20 KOs), titular de la IBF, y Daniel Jacobs (29-1-0, 26 KOs), dueño de la faja regular de la AMB -GGG es el supercampeón. Elimino de la ecuación a Peter 'Kid Chocolate' Quillin (31-0-1, 22 KOs), quien se codea en la nobleza de peso medio, porque personalmente me aseguró que no pelearía contra un cubano (Quillin nació en Estados Unidos, pero su padre es cubano).

Lo más llamativo y a la vez productivo en el hipotético ascenso a peso mediano es que los reyes de la división, a pesar de ostentar cinturones mundiales, carecen de la categoría de megaestrellas. Ninguno se puede dar el lujo de imponer condiciones. Esa jerarquía relativa y su necesidad de trascender le abren las puertas a Lara para acceder a ellos y, de aprovecharlo, seguir acercándose al sueño americano.

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La AMB ha llegado a un nuevo punto bajo.

Puede sonar imposible para una organización que ha hecho tanto daño al boxeo pero es verdad, incluso para un organismo alfabeto que, entre sus llamados titulares "súper", titulares regulares y titulares interinos, actualmente reconoce 41 campeones en 17 categorías de peso (¡sin incluir los "campeones en receso!) Pero la AMB ama todos esos honorarios de sanción, y los combatientes rara vez rechazan la oportunidad de ganar un cinturón sin importar lo insignificante que sea.

En último ranking de las divisiones de la AMB, que fueron publicados el pasado viernes y que incluyen los resultados hasta el 4 de junio de, Ali Raymi (25-0, 25 KOs) está considerado como el peso mosca junior No. 11 en el mundo.

Él no debe ser clasificado tan alto. De hecho, él no debería estar clasificado en lo absoluto.

El boxeador de 41 años de edad, natural de Yemen, ha hecho todos sus combates en su país de origen, que no es exactamente el bastión de boxeo o de cualquier deporte. Raymi, que comenzó su carrera con 21 nocauts consecutivos en el primer asalto, un récord de boxeo hueco teniendo en cuenta que él enfrentó a absolutamente nadie remotamente reconocido o logro que aunque brillante, no tiene sentido. De hecho, cuatro de sus peleas en el 2014 fue contra el mismo oponente, el totalmente desconocido Prince Maz, a quien noqueó en cada ocasión.

La AMB se burla de este tipo de rankings con extraña regularidad. Ya no me asombro ante ante semejante tontería porque no tengo ningún respeto, consideración o expectativa de la gente que prepara el pútrido ranking de la AMB mes tras mes. Así que esa no es la razón por que la clasificación como 11° de Raymi es completamente y absolutamente indefendible.

No, hay otro problema muy, muy, muy grande con la clasificación de Raymi.

Él está muerto.

Raymi murió el 23 de mayo, según los informes, en una explosión causada por un ataque aéreo en la capital de Yemen, Sana'a.

La AMB clasificó a Raymi el 4 de junio.

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Boxeo, Dan Rafael

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Si usted tenía alguna duda de que el enfrentamiento en HBO PPV enfrentamiento entre el campeón de peso mediano Miguel Cotto y el ex campeón de peso mediano junior Canelo Álvarez es cualquier cosa menor que algo monstruoso, aquí incluimos unos datos que debe darle una idea de lo grande que probablemente será.

Cuando Cotto destruyó al ex campeón unificado Daniel Geale en el cuarto asalto de una pelea unilatral el sábado en la noche en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York, el combate promedió 1,589,000 espectadores, según Nielsen Media Research, por HBO en vivo, en su emisión. Subió a 1,621,000 espectadores, números fuertes, sobre todo teniendo en cuenta que era sólo una emisión de una pelea (que dura menos de una hora), sin tiempo para que la audiencia crezca verdaderamente, como suele ser el caso de jornadas dobles y triples.

La pelea fue la tercera de mejor desempeño en cable este año (todo en HBO) hasta ahora, continuando la tremenda corrida de primavera de HBO. Y la razón por la que es obvio lo grande que Cotto-Alvarez va a ser es porque la principal pelea de año en cable hasta ahora fue la salvaje destrucción en tres asaltos de Álvarez a James Kirkland, que terminó con un nocaut candidato a pelea del año el 9 de mayo en el Minute Maid Park en Houston. La pelea promedió 2,146,000 espectadores con un pico 2,296,000.

Así que con Álvarez y Cotto - ambos han sido parte de eventos de pay per view de compras de siete dígitos - figuras firmemente arraigadas como dos de las más rentables, ambos con bases de fans salvajemente apasionados y con su enfrentamiento previsto como lo más cercano a imperdible, sus peleas preparatorias no podrían haber sido mejor recibidas por el público y es probable que presagie una audiencia gigantesca en PPV.

La segunda pelea más vista del año en cable fue la victoria del campeón de peso pesado Wladimir Klitschko contra Bryant Jennings, el 25 de abril en Nueva York (1,637 millones promedio / 1,742 pico).

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Boxeo, Dan Rafael

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Garcia & Peterson
Elsa/Getty ImagesDanny García haría su tercera pelea titular al hilo fuera de título a través de ESPN
La segunda edición de Premier Boxing Champions en ESPN está programada para el 1 de agosto y tendrá lugar en el Barclays Center.

Aunque los encuentros no se han finalizado, el campeón de peso welter junior Danny García (30-0 17 KO) está programado para encabezar la cartelera. García, cuyas dos últimas peleas han sido no titulares por encima del límite de las 140 libras, es muy probable que tenga una tercera pelea no titular en el horizonte. Es probable que su oponente sea el ex campeón de peso welter y welter junior Paulie Malignaggi, quien es oriundo de Brooklyn.

En su última pelea, García ganó una estrecha decisión mayoritaria sobre el campeón Lamont Peterson el 11 de abril en el peso acordado de 143 libras en el Barclays Center en una cartelera de PBC en NBC en horario estelar.

Malignaggi (33-6, 7 KO) no ha boxeado desde que fue noqueado en el cuarto asalto al retar al entonces campeón welter Shawn Porter hace 16 meses. Malignaggi se suponía que debía enfrentar a Danny O'Connor el 29 de mayo en el Barclays en la cartelera de Amir Khan-Chris Algieri, pero Malignaggi sufrió un corte la semana antes de la pelea y su pelea fue cancelada.

Daniel Jacobs (29-1, 26 KO), quien también es de Brooklyn, es probable que defienda su título de peso mediano en la pelea co-estelar. Los dos nombres que se han mencionado como posibles rivales son el ex campeón de peso mediano junior Sergio Mora (28-3-2, 9 KO), quien ha ganado cinco peleas seguidas, y el ex tres veces retador al título de peso mediano Matthew Macklin (32- 6, 21 KO), quien fue noqueado en el décimo round por Jorge Sebastián Heiland en noviembre, pero se recuperó con una victoria por nocaut en el segundo asalto contra Sandor Micskó el pasado 9 de mayo.

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Una perla con luces y sombras

FECHA
30/05
2015
por Damián L. Delgado Averhoff
Erislandy LaraMark Ralston/AFP/Getty ImagesLa proyección de púgiles como Lara puede beneficiar o perjudicar a los cubanos que vienen detrás.
El deshielo entre Cuba y Estados Unidos es un hecho. Podrá demorar poco más o poco menos, pero el impulso parece irreversible.

En las actuales circunstancias no solo las Grandes Ligas están pendientes a los avances en las negociaciones entre las antagónicas partes, también el boxeo profesional está a la expectativa y pudiera ser uno de los grandes beneficiados, aunque nunca a los niveles del béisbol.

En medio de la "crisis de talentos" otro nicho de donde escoger y otro mercado siempre es bienvenido, mucho más cuando se trata de una nación con enorme tradición boxística, que desafortunadamente desapareció del contexto profesional por obra y gracia de una persona.

El dominio de Cuba en el amateurismo es incuestionable, siendo la nación que por amplia distancia domina el medallero olímpico con 34 títulos. Además, los atletas de la mayor de las Antillas supieron adapatarse con celeridad a la Serie Mundial de Boxeo (WSB, por sus siglas en inglés), una competencia semiprofesional auspiciada por la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA). De hecho, en la versión del 2015 defenderán en la gran final, ante Kazajstán, la corona que alcanzaron en su debut en 2014.

Por otra parte, varios de los púgiles que tomaron las riendas de su futuro han demostrado que tienen las habilidades para sobresalir en el profesionalismo. Guillermo Rigondeaux, Yuriorkis Gamboa, Erislandy Lara, Yoan Pablo Hernández, Rancés Barthelemy y Richar Abril son los más visibles tras haber accedido a títulos mundiales.

Hay talento y existen los precedentes de lo inminente: se realizó una clínica de la NBA, la semana entrante el Cosmos enfrentará a la selección nacional cubana de fútbol y la máxima autoridad del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), Antonio Becali, acaba de anunciar que se realizará en el presente año un juego contra alguna sucursal de los Orioles de Baltimore.

Tantas señales no pueden estar equivocadas. Los magnates y directivos del boxeo están pendientes y seguramente tratarán de sacarle provecho. Aunque su nivel de interés debe ser muchísimo menor al que muestran Rob Manfred y los equipos de MLB.

Los cubanos acceden con relativa "facilidad" a contratos millonarios en el béisbol. Están de moda como consecuencia del impacto que han tenido en MLB jugadores como Yasiel Puig, José Dariel Abreu, Yoenis Céspedes, Aroldis Chapman y Alexei Ramírez, por solo citar algunos.

Lo contrario sucede en el boxeo. Nadie cuestiona las virtudes de Rigondeaux, Lara y compañía, pero en su gran mayoría son criticados por su estilo elusivo, que es efectivo, pero que desafortunadamente no encandila a los fans y desagrada a los grandes emporios del deporte.

Si no hay un cambio de mentalidad en ellos, estarán sepultando sus esperanzas de conseguir grandes peleas, asegurar monetariamente su futuro y que los cubanos que vengan atrás (o sea, el talento que está en la Isla) sean vistos como un producto apetecible. Como dice el refrán: "cría fama y acuestate a dormir".

Cuba podría ser un mercado atractivo, pero a corto plazo no lo es. En un lugar donde la mayor preocupación es conseguir qué comer, resulta poco probable alcanzar los niveles de consumo que brinden rentabilidad a los inversores. Ni hablar de Pague por Ver. A este panorama, adicionémosle que las autoridades deportivas cubanas (dígase el Gobierno) pondrán un listado maratónico de condiciones que entorpecerán cualquier negociación.

Pero a pesar de los inconvenientes, el hecho de que renazca la posibilidad de que Cuba pueda reinsertarse en el boxeo profesional (y en el deporte rentado en general) es una excelente noticia.

Solo resta esperar y cruzar los dedos.

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Vasquez & Fortuna
James Devaney/Getty ImagesJavier Fortuna y Bryan Vásquez prometieron una guerra en el ring el viernes
El japonés Takashi Uchiyama posee un título mundial de peso ligero junior y aunque Javier Fortuna y Bryan Vásquez estarán peleando por la versión secundaria de ese cinturón de las 130 libras, todavía es una pelea sin claro favorito que en papel podría ser bastante interesante.

Fortuna y Vásquez se enfrentan el viernes en la noche (Spike TV, 9 p ET) en la pelea co-estelar de la cartelera de Premier Boxing Champions encabezada por la pelea de peso welter entre Amir Khan y Chris Algieri en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York.

Fortuna-Vásquez estaba programada originalmente para el 23 de mayo en Boston en la cartelera James DeGale-Andre Dirrell, pero cuando Paulie Malignaggi sufrió un corte y se vio obligado a retirarse de su pelea de peso welter frente Danny O'Connor, programada originalmente como co estelar de Khan-Algieri, se trasladó de una cartelera PBC a la otra para llenar el vacío.

Fortuna, un rápido y llamativo púgil de 25 años de edad, de la República Dominicana, está feliz de estar peleando en Nueva York, donde espera la gente de la comunidad dominicana acuda a verlo.

"Para mí es un honor estar aquí en Brooklyn. Esta será una gran noche para todos mis fans", dijo Fortuna en la conferencia de prensa final del miércoles.

Fortuna (27-0-1, 20 KO) brevemente tuvo un cinturón de peso pluma interino pero fue despojado cuando él no pudo hacer el peso para una defensa en abril de 2013. Luego se trasladó hasta el peso ligero junior y cuatro meses más tarde empató con Luis Franco, ex boxeador amateur de Cuba. Desde esa única mancha en su historial, Fortuna ha ganado cinco peleas seguidas y tiene una predicción de cómo irá la pelea con Vásquez.

"Espero que mi oponente no tenga ninguna excusa el viernes, porque voy a noquear", dijo Fortuna. "Aquí todo el mundo va a ver una gran actuación y no puedo esperar para entrar en el ring. Soy un boxeador fuerte y deseo demostrar a todos lo que soy capaz".

Él tiene un formidable oponente en Vázquez (34-1, 18 KO), de 34 años, de Costa Rica, un ex campeón interino cuya única derrota fue un nocaut en el octavo asalto ante Uchiyama en Japón en diciembre de 2012. Vásquez ha ganado cinco peleas en un remar desde entonces, incluyendo el título interino por segunda vez.

Sus dos últimas victorias han sido ante oponentes de la calidad de Sergio Thompson, un nocaut en el noveno asalto en diciembre -- aunque Vásquez no hizo el peso y fue despojado del título interino - y una decisión unánime contra el entonces invicto contendiente en ascenso Jose Felix Jr. hace 13 meses.

Mientras Fortuna es muy rápido y una máquina de movimiento en el ring, Vásquez es más un golpeador directo. Él espera hacer que Fortuna haga su estilo de pelea.

"Espero una gran pelea. Te prometo que va a ser una guerra ", dijo. "Soy un peleador emocionante que siempre viene a pelear. Este es mi tiempo y no voy a defraudar. Los combates en Nueva York son una gran oportunidad. Quiero que la gente vea que Costa Rica tiene grandes boxeadores.

"Sé que tengo un rival difícil, pero nunca se ha enfrentado a nadie como yo. Voy a darlo todo y espero que él haga lo mismo."

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Boxeo, Dan Rafael

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