En una de las peleas de rencor más anticipadas de tiempos recientes, Colby Covington derrotó a Jorge Masvidal por decisión unánime en el evento principal de UFC 272 el sábado desde el T-Mobile Arena en Las Vegas.
Covington (17-3) venía de una derrota ante el campeón de peso welter Kamaru Usman en noviembre. Dos peleas antes, Covington también perdió una pelea por el título ante Usman. Antes de eso, había ganado siete combates seguidos. Covington es el No. 2 en el ranking de ESPN en las 170 libras.
Masvidal (35-16), décimo clasificado, también desafió dos veces a Usman, en sus dos peleas más recientes. En abril pasado, el campeón lo noqueó en lel segundo round. Antes de las dos derrotas en peleas por el título, Masvidal había ganado tres peleas seguidas.
Las tarjetas fueron 49-46, 50-44, 50-45 a favor de Covington, quien usó su lucha dominante, presión y golpes astutos para desgastar a un Masvidal que apenas pudo resistir hasta el final.
Luego, Covington llamó a pelear a otro de sus ex compañeros de entrenamiento, Dustin Poirier, a quien llamó "basura del pantano de Luisiana".
"Te veré pronto", dijo Covington. "¡Tú eres el próximo!"
Masvidal tuvo momentos en el segundo round y derribó a Covington en el cuarto. Pero aparte de eso, Covington tuvo el control durante la mayor parte de la pelea. Después de la campana, Covington sacó su boquilla, le sacó la lengua a Masvidal y le lanzó besos.
"Debí tener más momentos como ese, pero hoy no los tuve", dijo Masvidal. "No los tuve".
La pelea fue anunciada como una de las peleas de rencor más grandes en la historia de UFC y un raro evento principal de PPV sin título que no incluyó ni a Conor McGregor ni a Nate Díaz. La multitud estaba detrás de Masvidal, animando su regreso. Pero hubo algunos cantos de "¡Colby!", también.