El reto de las entrenadoras de The Ultimate Fighter pone a prueba la competitividad de Alexa Grasso, que cuenta con el apoyo de su equipo dentro del octágono.
El episodio 10 de The Ultimate Fighter 32 presentó la primera semifinal del peso pluma entre Team Grasso y Team Shevchenko. Tras la victoria del estadounidense Ryan Loder para el equipo de Valentina Shevchenko en la primera semifinal de peso mediano, ahora el sudáfricano Roedie Roets representó a la ex campeona en contra del australiano Kaan Ofli del equipo de la actual campeona Alexa Grasso.
Ofili sabe que la lucha es la ventaja de su oponente y bromea diciendo que se parece a ‘Voldemort’, el villano de Harry Potter, que promete una pelea violenta y divertida.
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Antes de entrar de lleno al combate, vamos al duelo de las entrenadoras de esta temporada. Con $10 mil en juego para la ganadora y $2 mil más para cada miembro de su equipo, Alexa y Valentina están en aprietos.
Kelsey Plum, campeona con las Aces de Las Vegas, presenta las instrucciones. Se trata de sumar puntos con encestes desde diferentes distancias en la cancha de baloncesto. El problema es que ambas están oxidadas con sus capacidades en la duela, ya que no esperaban el juego.
Shevchenko se acopló más rápido, comenzando a recordar sus días en el colegio. Tras una diferencia de 6-2 en el primer round, en el segundo ambas fueron conservadoras, con tiros de un solo punto de manera constante y ‘Bullet’ se despega a 18-12 tras el segundo.
Plum exhorta a Grasso a buscar tiros de dos y tres puntos, pero mientras se acopla, Valentina sigue marcando de uno en uno hasta que al final se atreve hasta a buscar un tiro de tres y se lleva una amplia ventaja amplia de 33-17 para vencer a la mexicana.
Alexa lamenta la derrota y se disculpa con sus peleadores, que se consuelan con la ventaja que tienen en las peleas.
Robert Valentin incluso ironiza con el tema y provoca una disputa con Shamidkhan Magomedov al salir de la cancha que termina sin daños.
La alegría se pasa rápido y se convierte en tensión para Team Shevchenko, ya que Zygimantas Ramaska tiene que pasar a exámenes con el médico del UFC, debido a un posible daño neurológico tras su combate anterior. La comisión será la que decida si puede o no estar en su semifinal de 145 libras.
Roedie aprovecha su llamada personal para hablar con sus padres, algo que también resulta emocional cuando le ganan las lágrimas al escuchar sus consejos y después vemos el plan de juego: presión, presión y presión para tratar de romper a Kaan en el clinch y con los derribos.
Del otro lado, Ofli toma la llamada con su esposa Mariam, quien tiene un gran conocimiento sobre las condiciones de Roedie y le da consejos bastante útiles para el combate.
Llegamos al pesaje con Roets en 145.5 libras y Ofli en el mismo peso.
Ambos tienen estilo de grappling. Los compañeros tienen fe en la lucha Roedie y el jiu-jitsu de Kaan. Un episodio más de una fuerte rivalidad deportiva entre Sudáfrica y Australia se define en el octágono.
Roets cumple y va por los derribos de inmediato. Consiguió el primero a los 10 segundos, aunque Ofli se levantó de inmediato, pero el sudafricano insistió con otro, en el que cayó en mala posición, ya que estaba encajado en una guillotina y pagó el preció de apresurarse ante un cinta negra de jiu-jitsu brasileño.
El australiano se convierte en el primer finalista de Team Grasso, que ahora tendrá que ajustar el entrenamiento, ya que se miden dos compañeros en el peso medio: el suizo Valentin y el irlandés Paddy McCorry.