Dustin Poirier tuvo la despedida soñada ante un Max Holloway que deja claro que es un contendiente legítimo en peso ligero
No pudo salir con el puño arriba, pero Dustin Poirier tuvo uno de los mejores retiros en la historia del UFC. 25 minutos de batalla ante Max Holloway, en el cierre de la trilogía, en su estado natal, con familia y amigos a unos cuantos metros de él.
‘El Diamante’ dejó los guantes en la lona para cerrar una noche que arrancó llena de finalizaciones y marcó varios momentos en las carreras de sus protagonistas.
Para Paulo Costa fue el regreso a la actividad y a la victoria, clave en sus aspiraciones para volver a pelear por el título. Patricio Pitbull se sacó la espina de Miami y ganó por primera vez como peleador del UFC, mientras que Michael Johnson asegura seguir en su mejor momento a los 39 años y sacó la experiencia ante Daniel Zellhuber.
Daniel Rodriguez ganó puntos en el peso welter con su guerra ante Kevin Holland, que estaba fuera de posibilidades tras los dos primeros rounds, pero en el tercero agregó el drama y casi da la vuelta a la contienda.
Brendan Allen aprovechó el campamento en Chicago y se revolucionó para dar la pelea de la noche ante el ex retador Marvin Vettori.
Intensa desde el comienzo, la función abrió con Carli Judice dando otra muestra de su pegada ante Nicole Calliari que le valió uno de los bonos de performance.
Mucho aprendizaje en la despedida
Ni las más grandes leyendas del UFC han tenido un retiro como el que tuvo ‘El Diamante’ y debería sentar un precedente.
El calendario de UFC está lleno de compromisos comerciales y contratos a largo plazo, pero UFC 318 es la prueba de que puede haber flexibilidad.
El público se entregó a Poirier en su estado natal de Luisiana y cantaron su nombre durante los 25 minutos del combate, a pesar de que estaba un paso atrás de Holloway casi en todos los intercambios.
Algunos grandes como Georges St Pierre, Khabib Nurmagomedov y Jon Jones se despidieron en peleas de título, pero sin el protocolo y la anticipación de una jubilación dorada como ésta. Ojalá que sea una hora de ruta para más homenajes como éste.
Max sigue vigente
El BMF fue defendido por primera vez y Max Holloway establece su posición como un claro contendiente al título de las 155 libras.
La derrota con Ilia Topuria en octubre del año pasado complica su posibilidad de una revancha de forma inmediata, pero otra victoria en el Top 5 podría convertirlo en el retador indiscutible.
La promoción deberá decidir en los siguientes meses que sigue para el campeón y en el descarte Holloway podría tener esa pelea de contendiente u otra por el dinero ante Charles Oliveira, que quiere pelear por el BMF en noviembre. La estrategia de Max fue simple y efectiva en una noche donde no era el favorito del público, pero rara vez se repetirá eso.
Zellhuber en posición complicada
Con 26 años, un tremendo alcance para su división y mucho talento, el mexicano es considerado uno de los mejores prospectos de la categoría, sin embargo, la derrota del sábado ante Michael Johnson lo pone con marca de 3-3 en la categoría más competitiva de la promoción.
El primer paso es regresar antes de que termine el año y aprovechar sus ventajas sobre los oponentes que, al menos, para el siguiente combate será complicado que él pueda decidirlo, como lo hizo en esta ocasión.
Zellhuber tiene todavía un par de años antes de alcanzar su mejor momento físico y lejos de un fracaso, debe aprovechar la lección y soltar un poco de la presión que representa ser tan favorito.
