Cinco campeones, actuales y anteriores, competirán en MSG en noviembre, pero no es suficiente para reemplazar la pelea de Jon Jones vs Tom Aspinall.
Desde un avión en Washington, D.C., donde UFC planifica realizar un evento el próximo verano, el CEO Dana White anunció las tres peleas que culminarán en UFC 322 en el Madison Square Garden de Nueva York el 15 de noviembre. Cinco campeones actuales y anteriores estarán en acción en esos tres combates.
Zhang Weili, campeona de peso paja, dejará vacante su cinturón para ascender al peso mosca femenino y desafiar a la actual campeona Valentina Shevchenko en el evento coestelar. Luego, el peleador número 2 libra por libra de ESPN, Islam Makhachev, quien dejó vacante su cinturón de peso ligero a principios de este año, tendrá su tan esperada oportunidad por el título de peso welter contra el campeón Jack Della Maddalena.
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Como si dos superpeleas no fueran suficientes, White también anunció que el excampeón de peso welter Leon Edwards tendrá la oportunidad de romper una racha de dos derrotas contra Carlos Prates, quien ha noqueado a 11 de sus últimos 12 oponentes.
En teoría, esta cartelera parece ideal para el Madison Square Garden, uno de los escenarios más legendarios de los deportes de combate, pero ¿hay motivos para decepcionarse por no tener la súper pelea prometida inicialmente a los fans? Analicemos el tema y más preguntas sobre la cartelera de UFC 322.
¿Es esta mega cartelera de tres peleas mejor que si hubiéramos tenido Jon Jones vs Tom Aspinall en MSG?
No. Ni de cerca. Esta cartelera es increíble, pero Jones vs. Aspinall habría sido, sin duda, una de las peleas más importantes de la historia de la UFC. Por muy buenas que sean estas peleas, ninguna se acerca ni remotamente a eso.
Jones es el mejor de todos los tiempos, pero su reinado en los pesos pesados fue un poco decepcionante. ¿Si hubiera enfrentado a un retador inglés tan peligroso como Aspinall para coronar a un campeón indiscutible en su estado natal, Nueva York? Ese tipo de pelea habría convocado a las estrellas de todo el país en sus jets privados. Habría sido un espectáculo.
No es por seguir llorando sobre la leche derramada, pero este es otro recordatorio de por qué la decisión de Jones de retirarse es tan decepcionante. ¿Una decisión inteligente? Sí, probablemente. ¿Por qué Jones se arriesgaría a pelear con Aspinall cuando su legado y su fortuna ya estaban asegurados? Hizo una jugada de negocios, una rareza en las MMA, y en cierto modo merece ser admirada. Pero la forma en que la alargó tanto creó un escenario para mucho descontento.
Hay que reconocerle a la UFC por crear una cartelera UFC 322 de calidad que entusiasma al deporte. Sin duda, será un evento monumental, pero siendo sinceros, la emoción global no se acerca ni de lejos a la que habría sido por el combate entre Jones y Aspinall.
¿Es bueno para las MMA que los campeones tengan que dejar sus cinturones de la UFC para ascender de categoría?
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Estoy en la minoría en este tema, y por mucho, pero en estas situaciones, los títulos interinos no me molestan. En otras palabras, si Makhachev se mantuviera como campeón indiscutible de peso ligero al intentar este reto de subir de categoría, lo encontraría completamente apropiado.
El argumento para dejar vacante el título es mantener la división en movimiento, pero el verdadero problema es el dinero. Con la creación de un cinturón interino, la UFC podría seguir programando las peleas necesarias y pagar a los retadores el dinero del campeonato. Si una división se estanca, todos sus peleadores no logran recibir el dinero del campeonato, pero un título interino lo rectifica.
Otra razón por la que estaría a favor de permitir que un campeón como Makhachev (o Zhang) conserve el cinturón es que, si pierde, puede regresar a su división y pelear contra el campeón interino en una pelea de unificación. Piénsenlo: si Makhachev pierde y regresa a las 155 libras, ¿le parecería correcto ser el retador de Ilia Topuria? La UFC debería permitir que un campeón ascienda, y si este consigue un segundo cinturón, solo entonces debería verse obligado a decidir en qué división continuar. En 2023, Alexander Volkanovski ascendió como campeón de peso pluma y la UFC aseguró un campeonato interino de peso pluma en su ausencia. Volkanovski se quedó corto en peso ligero y regresó a peso pluma para una pelea de unificación. Así es como debería suceder.
¿Deberían ser los retadores Zhang y Makhachev favoritos sobre los campeones Shevchenko y Della Maddalena?
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Sí. Empezando por el evento coestelar, Shevchenko es una de las mejores peleadoras en la historia de las MMA femeninas, pero tiene 37 años y ha sido menos dominante, incluso en la victoria, en los últimos años. Zhang tiene casi la misma edad, 36 años, pero parece tener menos desgaste físico que Shevchenko, quien ha competido en artes marciales más de la mitad de su vida. En sus dos últimas peleas, Shevchenko ha recuperado su pedigrí de campeona con actuaciones impresionantes contra Alexa Grasso y Manon Fiorot. Sin embargo, identificó y aprovechó las deficiencias en el juego de ambas contendientes. Contra Zhang, a Shevchenko le costará más encontrar una debilidad específica que dominar.
Al comparar los currículums de los peleadores en el evento principal, es imposible no considerar a Makhachev como el favorito. Creo que la sensación es que Makhachev, quien tradicionalmente ha peleado en la categoría de 155 libras, no será significativamente más pequeño que Della Maddalena para la noche de la pelea, y su excelente grappling ayuda a compensar cualquier desventaja de tamaño que pueda tener. Dicho esto, no me sentiría cómodo apostando en contra de Della Maddalena. Makhachev casi tiene que ser el favorito por varias razones, pero en la práctica, esta pelea es 50-50.