Jeremy Stephens y Yair Rodríguez tuvieron un breve altercado el domingo, un día después que su combate estelar terminó de manera desordenada.
La pelea principal del UFC México se determinó como no contest (nulo) luego de apenas 15 segundos cuando Stephens no pudo continuar debido a un piquete de ojo de Rodríguez. Stephens no pudo abrir su ojo izquierdo luego del tiempo de recuperación de cinco minutos y el médico en el octágono aconsejó al réferi Herb Dean detener el combate.
Un día después, Stephens indicó que Rodríguez se acercó a él en el hotel donde se hospedaron los peleadores y Stephens lo empujó luego que se encendieron los ánimos.
"Pensé que estaba tratando de ser un caballero", declaró Stephens este lunes en el "MMA Show" de Ariel Helwani. "Lo entiendo. Y comienza a decirme tonterías. Pensé, ' Hermano, no soy de una escuela de karate, soy de la calle. Estoy aquí para pelear. Estoy aquí para matarte'. Inmediatamente mi mentalidad está de vuelta. Así que lo empujé".
Rodríguez dijo a ESPN que se acercó "amablemente" a Stephens y le preguntó cómo estaba su ojo. Rodríguez indicó que Stephens le respondió que estaba bien y Rodríguez dijo que le preguntó si estaba bien ahora, ¿qué pasó en la pelea? Las cosas se intensificaron a partir de allí.
"Me empujó como a una [grosería]", expresó Rodríguez. "Y sólo le dije, vivirás el resto de tu vida con eso en tu cabeza… si podías continuar y no lo hiciste. Debería darte vergüenza".
Stephens señaló a Helwani que fue llevado a la sala de emergencias después de la pelea y que tenía rasguños y moretones en ambos ojos. Dijo que ambos ojos dolían, pero que el ojo izquierdo, el que no podía abrir, estaba peor. Stephens refirió que los médicos le dieron un parche para que se lo colocara en el ojo izquierdo, pero que se lo quitó para usar gafas de sol. Stephens aseguró que no sufrió daño grave ni permanente.
"Tuve piquetes en ambos [ojos]", sentenció Stephens. "Cuando volví, mi ojo derecho dolía bastante. También había un rasguño en ese ojo. Es lo que es. Fue una cosa extraña. Sólo recuerdo [la mano de Rodríguez] cayendo. Sus dedos estaban en mi cara.
Stephens, de 33 años de edad, dijo que le gustaría una revancha con Rodríguez y no cree que Rodríguez le picó sus ojos de manera intencional. Mencionó tres posibles eventos: UFC Boston el 18 de octubre, UFC 244 el 2 de noviembre en Nueva York o UFC Washington, D.C. el 7 de diciembre. Stephens y Rodríguez son contendientes de peso pluma de UFC.
"Puedo recibir el alta médica", expresó Stephens. "Mi ojo está bien. Es una de esas cosas raras. Sucede. No sabía si iba a ser peor o no. Afortunadamente, salí bien. Gracias a Dios, porque los ojos no son nada con lo que se debe jugar
Rodríguez, de 26 años, dijo que no sabe si Stephens merece la revancha. Dijo que pagará por volar a donde esté Stephens, así pueden visitar al médico y quiere ver personalmente los resultados de los exámenes de Stephens. Rodríguez dijo que no está seguro de si lo que dice Stephens es cierto, considerando que horas después sus ojos estaban bien.
"Estoy listo para ver los exámenes y comprobarlo", señaló Rodríguez. "Si me equivoco, me disculparé en público, no hay problema".
Inmediatamente después de la pelea, hubo una escena terrible en la Arena Ciudad de México. Los aficionados lanzaron basura y cerveza a Stephens mientras era escoltado por elementos de seguridad mientras abandonaba el octágono. Stephens dijo que incluso sintió los golpes de objetos duros, posiblemente monedas.
"Sentí un par de pesos y definitivamente algunas bebidas [me golpearon] antes de llegar a la parte de atrás", reconoció Stephens. "Esperaba eso de los aficionados. He estado en territorio hostil antes en Brasil. Incluso si lo hubiese noqueado habría sido peor. Lo entiendo. La gente paga el dinero por el que trabajó duro para ver una pelea. Sabía que iban a ser ruidosos, sabía que iban a estar de su lado".
UFC no ha respondido una solicitud de comentarios sobre la situación.