El presidente de la UFC, Dana White, atendió a la prensa tras el UFC 244 para hablar de la velada en el Madison Square Garden, pero la conversación rápidamente giró hacia su relación con Oscar de La Hoya y también con el presidente Donald Trump, quien estuvo presente en el edificio durante el evento.
Para sorpresa de White, durante la realización del evento de la Ultimate Fighting Championship en Nueva York, recibió una llamada desde Las Vegas pidiendo permiso para pasar su evento durante la velada boxística en la que iban a pelear Saúl “Canelo” Álvarez y Sergey Kovalev. White no se lo podía creer.
“Nos llamaron desde el MGM Grand, y nos pidieron que si podían pasar nuestro evento allí en los descansos de su cartelera. Jamás hubiera podido soñar algo así, pero sucedió. Por supuesto que dije que sí, y me hizo muy feliz”, comentó el presidente con una gran sonrisa.
“No hay secretos aquí. Odio a Oscar De La Hoya, me parece una serpiente y una persona nefasta. Le dije que no programara su pelea hoy, pero lo hizo. Para mí no se trata de enfrentar al boxeo contra la UFC. Es más, ayer habíamos arreglado todo para que los aficionados pudieran ver de los dos eventos, pero ellos cambiaron todo. Estoy contento que al final pudieron poner nuestros combates allí y todo el mundo pudo disfrutar de estos deportes”, dijo White.
Aunque no quiso entrar a comparar el impacto de los dos deportes, White dejó bien claro que estaba muy feliz de ver lo mucho que han crecido las artes marciales mixtas entre los deportes de contacto.
DAZN y los promotores de la pelea entre Canelo Álvarez y Sergey Kovalev decidieron que ésta no arrancara hasta que el combate entre Masvidal y Díaz concluyera, algo que White pensó que fue una gran decisión, pero que obviamente no fue una idea que surgió de De La Hoya.
“No fue ese tonto, seguro. Es un desastre de persona. La decisión de posponer su pelea no fue cosa suya, fue algo que decidió la gente que le rodea, que por suerte es más inteligente que él”, comentó White. “Mira, la cosa es sencilla. Hace unos años, no nos dejaban montar eventos en el estado de Nueva York. Hoy estuvo el presidente de los Estados Unidos aquí y pusieron la retransmisión en vivo en el MGM Grand. Si eso no es una prueba de lo bien que nosotros hemos hecho las cosas, no sé cómo explicarlo”.
Sobre la presencia del presidente del país en el Madison Square Garden, White quiso recordar que su relación con Donald Trump viene de lejos y que para él fue un honor que asistiera esta noche.
“Cuando compramos la compañía nadie quería que hiciéramos nuestros eventos en sus propiedades. Donald Trump me dejó hacerlo en el Taj Mahal de Atlantic City. Hicimos dos eventos allí. Él vino y se quedó hasta el final ambas noches. Tenemos una gran relación desde entonces”, aseguró el presidente de la UFC.
“Cada uno puede tener los gustos políticos que quiera, pero cuando echo la vista atrás, creo que Donald Trump ha estado presente en cada gran momento de mi carrera con esta compañía. Es un tipo que siempre agarra el teléfono para llamarme y felicitarme, cuando firmamos con FOX, cuando firmamos con ESPN, siempre. Por eso cuando me pidió que hablara en la Convención Republicana durante su campaña electoral le dije que era un honor para mí y lo hice”, recordó White. “El día que ganó las elecciones me invitó a su fiesta de celebración y me dijo que quería venir al evento que teníamos en Nueva York al día siguiente. Obviamente, aquello no pudo ocurrir, por lo que me llamó y me dijo que cuando tuviera tiempo planearíamos algo. Desde que es presidente he cenado tres o cuatro veces en la Casa Blanca y la semana pasada estaba allí y me dijo que quería venir. Sabía que iba a ser inolvidable, y así fue”.
Sobre la pelea estelar de la velada, Dana también dejó sus impresiones de manera rápida y concisa, además de tocar lo que podría deparar el futuro del nuevo campeón de la recién inventada categoría BMF (el “Más hijo de P…”), Jorge Masvidal.
“No estaba feliz cuando el doctor paró la pelea, la verdad. Al principio pensé que no se debía parar, pero cuando fui y vi a Nate Díaz dije: ‘sí, la verdad es que había que pararla’. Nate es un tipo duro y quería dejarlo todo en el octágono, pero era mejor que parara, no había forma de seguir”, comentó el presidente.
“No, no vamos a hacer una revancha entre Jorge y Nate. Al menos no en seguida. Masvidal estuvo muy bien durante el combate. Dominó, ha tenido un año espectacular y tiene cosas muy buenas que le van a llegar porque está en un momento espectacular”, concluyó White.