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Masvidal ofrece la revancha a Nate Díaz, pero antes quiere "partirle la cara" a Canelo

NUEVA YORK, NY -- El UFC 244 cerró una velada espectacular en el Madison Square Garden a casa llena, la cual ni siquiera el presidente Donald Trump quiso perderse, para presenciar la tan esperada pelea entre Jorge Masvidal y Nate Díaz por el título de “the Baddest mother f#%$*” (el “Más hijo de P…”, o BMF por sus siglas en inglés) en el deporte de la jaula.

La pelea la ganó el cubano-americano Masvidal (35-13 tras su victoria) por un nocaut técnico tras el tercer asalto, pues los médicos decidieron que un corte sufrido por Nate Díaz en la ceja durante el primer round era demasiado grande para continuar el combate. El californiano en seguida pidió la revancha y Jorge no dudó en ofrecerla, aunque antes quizás pueda darse la pelea que ya anunció que lleva tiempo esperando: un cara a cara contra Saúl “El Canelo” Álvarez.

“Puedo boxear y tengo ganas de partirle la cara a Canelo. Puedo boxear, correr, trabajar diferentes ángulos, y tengo ganas de pelear contra él. Quizás es una señal que yo haya peleado hoy y él también, pero quiero tener la oportunidad de subirme al ring con él”, dijo Masvidal.

“Esta noche casi pude pintar mi Picasso en el Madison Square Garden, fue una pena que pararan la pelea. He leído y escuchado muchos comentarios sobre que si hubiera seguido el combate me hubiera ido apagando, pero no es así. Estaba listo. Lo que pasó en el tercero hubiera pasado en el cuarto y en el quinto”, dijo Jorge Masvidal en sala de prensa.

“Nate es un tipo duro. Muchos de los golpes que le he pegado han acabado con otros peleadores, pero él se levantaba. Igual, sé que de haber continuado le hubiera ganado”.

Nate Díaz tampoco compartió la decisión tomada por los médicos, pues para él el corte no era todo lo importante que dicen que fue. Triste por perder sin tener la oportunidad de terminar el combate, el californiano sólo piensa en volver a verse las caras con Jorge.

“Yo sólo quiero la revancha. Ahora mismo es lo único que tengo en la cabeza y Jorge ya sabe que le estoy esperando porque esta pelea no me han dejado terminarla”, explicó Nate Díaz. “Igual, sé cómo funcionan estas cosas. Ahora empezarán con las tonterías, yo quiero la revancha, pero la gente de Jorge va a empezar buscar otras opciones, y quién sabe cómo terminará esto”.

“Seguro que quieren que pelee contra el número 27, o con un cualquiera, mientras que a Jorge le darán una pelea por el título. Están todos locos. Yo soy la estrella. Yo soy uno de los perros más grandes de esta competencia, por eso vino [el presidente Donald Trump] a ver la pelea. No veo al presidente yendo a peleas con títulos en juego. Él viene a verme a mí”.

Díaz, que dijo que no le importaba para nada el título o el cinturón de BMF que estaba en juego esta noche y que acabó llevándose Masvidal, aseguró que si no se le concede la revancha quizás vuelva a estar parado tres años, como hizo entre 2016 y agosto de 2019.

“Ya he dicho que sé como funcionan todos estas tonterías. Me merezco la revancha y quiero que me la den. La verdad, no tengo problemas volviendo a quedarme en casa sin pelear. Necesito peleas grandes y no me gusta perder. Por eso ahora quiero la revancha. Jorge ha dicho que me la piensa dar. Él es un peleador de verdad, pero hay gente alrededor suya que quizás piensen que otro plan es más apropiado. Si es así, quizás me quede parado y no haga nada otra vez por un buen rato”, agregó Nate.

Masvidal, por su parte, no estaba del todo contento tras recibir el cinturón que le otorgaba el título de BMF de manos de Dwayne “The Rock” Johnson. El de Miami dejó bien claro que él quería seguir peleando, y dijo que no tendría problemas en darle la revancha a Díaz.

“A mi no me tienen que abuchear, yo no soy el doctor”, dijo el de Miami todavía dentro de la jaula. “Lo vamos a hacer de nuevo. No se preocupen por eso. Nate es un verdadero perro”.

“Soy el tipo más competitivo en esta maldita compañía y no quiero que nadie diga que me han regalado nada. Le voy a dar su revancha a Nate porque se la merece, es un gran peleador y le tengo mucho respeto. No sé si será mi siguiente pelea, en una semana o en un mes, pero nos veremos de vuelta en la jaula. Peleo por dinero y sé que una pelea con Nate traerá un cheque grande. Estoy listo”, aseguró el cubano americano.

A pesar de las ganas de ambos peleadores por una revancha tras no poder terminar los cinco rounds, Dana White, presidente de la UFC, no estaba tan convencido de que esto llegara a ocurrir en el corto plazo.

“No, no vamos a hacer esa pelea. Al menos no pronto. Masvidal estuvo muy bien, dominó, ha tenido un año espectacular y tiene cosas muy buenas en su camino que le van a llegar pronto, pero no creo que sea [una revancha] la próxima vez en la que se meta en la jaula”, dijo White. “No digo que no se pueda llegar a dar, pero no será pronto, eso lo puedo asegurar”.

Masvidal dominó el combate desde el arranque cuando una patada a la cara tumbó a Díaz (20-12 tras la pelea) y le hizo ese fatídico corte en la ceja, que bañó de sangre el primer round y acabaría siendo definitivo para la definición de la velada. El de Miami parecía estar mucho más rápido dentro del octágono y sus golpes hacían mucho daño a un Nate Díaz que nunca logró llegar a conectar de lleno con eventual ganador del combate. En el segundo episodio, con un gancho de derecha, Masvidal también tumbó al californiano.

“Entrené muy bien. Las combinaciones siempre las seguía con golpes en el cuerpo y esos golpes, poco a poco, le van minando. Estaba todo planificado. Por eso me río de los que piensan que de haber seguido el cuarto y el quinto round Nate me hubiera ganado. Por favor.

Me vieron sonreír ahí adentro, estaba con energía, estaba listo para poner la firma en mi obra de arte, pero tristemente no pude”, explicó Masvidal.

El cubano-americano tenía ganas de consagrarse como el BMF y por eso no dio tregua a un Nate Díaz al que se le vio en peor forma física que a Masvidal, y algo más lento de inicio. Sólo en algunos pasajes del tercer round pudo hacerle daño a su contrincante, por lo que puede ser que, como él mismo dijo, quizás hubiera tenido alguna opción en los últimos rounds de haber podido continuar en el combate.

“Estaba entrando en calor”, aseguró Díaz tras perder por nocaut técnico en tres asaltos. “No me salió bien la estrategia. No pude correr todo lo que me hubiera gustado durante mi preparación por una lesión que tuve en la rodilla, pero creo que le aguante bien y estaba listo para dejarlo todo en estos últimos rounds. No entiendo porque se paró la pelea. El corte es el mismo que cualquier otro corte, ha sido una tontería parar la pelea”, dijo Nate Díaz.

El evento de UFC en el Madison Square Garden recaudó 6.6 millones de dólares y en el Madison Square Garden hubo 20,143 personas abarrotando las gradas.