Han pasado siete años desde que Carla Esparza conquistó el primer título de peso paja en la historia de UFC. Su carrera ha tenido todo tipo de altibajos después de ese combate, pero la peleadora de ascendencia mexicana y ecuatoriana espera que un triunfo el sábado ante Yan Xiaonan en UFC Fight Night le abra las puertas a otra oportunidad por la corona.
Aquella pelea del 12 de diciembre de 2014 ante Rose Namajunas en la final de The Ultimate Fighter 20 ocupa lugar especial en la trayectoria de Esparza, que comenzó a pelear profesionalmente en 2010.
“Lo que lo hizo tan especial fue todo lo que tuve que pasar solamente para llegar a ese momento”, dijo Esparza, oriunda de Redondo Beach, California, en entrevista con ESPN. “Rose era la favorita y yo era súper subestimada, entonces para mí hacer historia al terminar esa pelea fue muy especial, porque antes de eso ni pensaba que tendrían mi peso en UFC”.
Apenas tres meses después, en su primera y única defensa del título, Esparza fue noqueada por Joanna Jedrzejczyk. Tras ese descalabro, han sido seis largos años de peregrinaje en la división para poder llegar a un punto en donde al fin Esparza siente que puede volver a aspirar por el título que ostenta Namajunas.
“Creo que una segunda pelea entre Rose y yo sería de gran intriga”, dijo. “Obviamente gané la primera vez, y es una pelea que sería muy emocionante para los fans”.
La posibilidad de que Esparza compitiera nuevamente por el título lucía lejana luego de perder peleas consecutivas en 2018 por primera vez como profesional, incluyendo un brutal nocaut a manos de Tatiana Suárez. Pero Esparza respondió con cuatro victorias en fila, entre ellas triunfos sobre Michelle Waterson y Marina Rodriguez, quienes protagonizaron la pelea estelar del UFC Fight Night del pasado 8 de mayo.
En esa racha positiva también llama la atención el triunfo conseguido en 2019 ante la peleadora mexicana Alexa Grasso en la Ciudad de México. Esa noche, cuando la decisión fue anunciada, Esparza fue abucheada mientras daba su entrevista post-pelea. Al bajar del octágono y regresar hacia los vestidores, tuvo que ser custodiada por elementos de seguridad mientras le llovían vasos de cerveza e insultos.
Esparza calificó la noche como “una experiencia muy difícil”, y algo que le dolió ya que ella también posee herencia mexicana por parte de su padre.
“Fue un momento horrible, pero respeto que los aficionados sean tan apasionados. Los fans latinos son así, y me da orgullo representarlos por mi sangre. Es mi sueño pelear en Ecuador algún día”, dijo. “Es chistoso, muchas veces tengo a los fans de origen latino apoyándome, pero cuando peleas contra alguien que es de ese país, no sucede así”.
-Vea la pelea Esparza vs. Grasso por ESPN+ (solo en EE.UU.)
-Vea la pelea Esparza vs. Rodriguez por ESPN+ (solo en EE.UU.)
Esparza sabe que, a pesar de su buen momento, la pelea ante Xianonan podría ser una de sus últimas oportunidades para llegar nuevamente a disputar el campeonato. A sus 33 años, dice que planea pelear hasta que su condición física se lo permita, pero también admite que le gustaría ser madre y formar una familia, algo que no quiere posponer mucho tiempo más.
De triunfar, vislumbra un escenario en el que vuelva a tener la oportunidad titular.
“Tienes que estar lista para todo”, dijo Esparza. “Puedo estar aquí sentada y llorar porque no me dan una oportunidad, o puedo salir a mostrarme y darles un motivo. Creo que es bastante obvio a estas alturas que estoy aquí para pelear, no me pueden negar”.
“Mi plan es ganar [ante Xiaonan]. Después de eso, esa pelea por el título es mía”, concluyó.
