Ricky Turcios es el encargado de darnos la bienvenida al episodio: "Esto es lo que sabemos hacer, es el arte de la guerra".
Con cuatro peleadores de cada equipo en las semifinales, el peleador de origen salvadoreño y filipino representará a los de Alexander Volkanovski frente a Liudvik Sholinian del equipo de Brian Ortega en la primera de las 135 libras.
Las críticas del australiano parecen ciertas, los entrenadores del mexicoamericano llegan tarde a la práctica. Es hora de la venganza, después de la broma de los burros, Volkanovski llenó una cuarto de relojes y un cartel que decía "Hora Ortega, mejor tarde que nunca".
La broma parece no afectar a Brian, que tiene la mente en su pelea de campeonato para el mes de septiembre y demostrar que va ganando la pelea mental.
Ambos peleadores tienen mucha experiencia y un estilo impredecible, para los entrenadores la pelea resulta peligrosa, pero muy interesante. Los dos se ven recuperados de sus peleas de primera ronda y agresivos en el entrenamiento.
Llegan a tope con su confianza y cargados de energía, pues en premio por el desempeño en los cuartos de final, Dana White les permite hacer una llamada a casa luego de semanas de aislamiento durante la filmación.
Luego de que su padre le recordara la importancia del factor mental, llegó la hora se subir a la jaula de nuevo.
Ritmo intenso desde el inicio, pelea primordialmente de pie durante los primeros minutos con Sholinian buscando la cabeza con patadas altas. Turcios avanza con el jab y cierra la distancia para ponerlo contra la jaula sin poder llevarlo a la lona.
El réferi Mike Beltrán los advierte más de una vez, estuvieron cerca de contactar accidentalmente. La defensa del derribo evitó que Liudvik se pusiera contra la lona, pero Turcios cerró muy fuerte, conectó con ambas manos y pudo finalizar con unos cuantos segundos más en el reloj.
No podía correr más riesgos, Sholinian es ahora el que lleva al oponente al suelo. Toma la posición dominante y comienza a trabajar, aunque Turcios castiga desde abajo y amenaza con una guillotina.
Fueron minutos intensos, a pesar de que el integrante del equipo Volkanovski no lograba ponerse de pie, la reyerta en el suelo fue desgastante.
Empate en las tarjetas y tuvimos un tercer round.
Turcios estableció ahí el ataque al cuerpo con ganchos, arriba con codazos y Sholinian mostró gran resistencia, lo invitaba a seguir intercambiando y así fue hasta el final. Los dos tirando bombas en su intento por finalizar.
Probablemente la mejor pelea de la temporada y Turcios celebró su pase a la final.
Todos orgullosos de la guerra, pero la decepción de perder fue evidente en Liudvik, que seguramente tendrá un futuro brillante por delante.
Volkanovski será representado en la primera semifinal del peso medio por Bryan Battle ante Andrei Petroski.