La derrota en las semifinales del Mundial de Baloncesto 2023 deja claro que Estados Unidos necesita sus mejores guardianes para preservar un sueño de indestructibilidad que se está haciendo añicos.
Séptimos en el Mundial de China 2019. Eliminados en semifinales del Mundial 2023 de Japón, Filipinas e Indonesia a manos de Alemania, con una derrota incluida ante Lituania.
¿Qué es lo que pasa en Estados Unidos? Hace mucho tiempo que no se gana con la camiseta. La NBA, producto globalizado por excelencia, reúne talentos de todo el mundo, tan es así que el último ranking de jugadores de ESPN dictaminó que cuatro de los cinco mejores jugadores de la NBA son internacionales. A saber: Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic, Luka Doncic, Joel Embiid y recién, cerrando el quinteto de celebridades, Stephen Curry.
Pasó Gregg Popovich como entrenador. Pasó ahora Steve Kerr, con Erik Spoelstra como asistente. Aquí tenemos lo mejor de lo mejor, pero Estados Unidos sigue viendo esta clase de torneos como arte menor. Sigue subestimando al mundo, como si la bandera no quedara manchada en cada derrota ante rivales a priori más débiles.
Luego de la caída en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Kobe Bryant fue el que dio un paso al frente para convertirse en amo y señor del llamado Redeem Team de Beijing 2008 con Mike Krzyzewski a la cabeza.
Y está bien que haya sido así, porque para ir por lo mejor, fueron con lo mejor. Para dar cuenta de que verdaderamente son los mejores, tuvieron que demostrarlo. Transpirar, correr, defender y encestar. Kobe fue el líder en la palabra, pero mucho más que eso fue en los hechos. Para ganar primero hay que respetar. Y eso no pasó en la cita de 2023, porque quedó evidenciada la falta de respeto en esa jugada de circo, burlona, de Tyrese Haliburton con Paolo Banchero en el cierre del triunfo contra Italia. "Ellos son así, se divierten así", dijeron. ¿Ah sí? Todavía muchos quedaron contaminados de la escena de superioridad arrolladora del Dream Team en Barcelona 1992.
Disculpen, pero ese mundo ya no existe más hace rato.
Lo que pasó este viernes en la madrugada estadounidense fue mucho más que una derrota. Se terminó desde hoy y para siempre el tiempo del 'What if' (¿Qué pasaría sí...?) de celebridades en el país de las barras y las estrellas. Han elegido otra vez un equipo Clase B para jugar un torneo difícil, incómodo, contra selecciones que lo quieren mucho más que ellos. Porque esa es la verdad. A quienes los enfrentan les va la vida en ese partido. Dennis Schroder, Daniel Theis, Franz Wagner, Mo Wagner, también son NBA. Pero para ellos es inmenso que Alemania haya ganado esta semifinal. ¿Para Estados Unidos? Es una excelente pregunta.
Porque al Team USA, que supo tener el mundo rendido a sus pies, sufre hoy con sus jóvenes proyectos. Pero antes, cuando tenía que elegir el equipo, no se lo tomaron realmente en serio. El país que ha hecho del patriotismo su nave insignia, que viene de hacer un papelón en el pasado Mundial y que ganó los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 con lo mejor que tiene por solo cinco puntos en la final ante Francia - y que, recordemos, perdió justamente ante los bleus en el juego inaugural del Grupo A del torneo -, dispuso una delegación casi de fogueo para una competencia que no conocen.
No, claro, pero si lleva todo, Estados Unidos arrolla. ¿En serio? ¿Y si Serbia, hoy finalista, lleva a Jokic qué? ¿Y si Francia suma a Victor Wembanyama y Embiid? ¿Y si Grecia agrega a Antetokounmpo? ¿Estados Unidos gana caminando? Es hora de sincerarnos: nadie tiene la más remota idea, y muchos en USA no quieren poner todas las cartas por temor a que no alcance con lo que tenga el de enfrente. Porque si eso pasa, si verdaderamente ya no se gana con lo mejor de lo mejor, entonces el sueño de la galaxia de estrellas NBA puede estar en riesgo real. Lo surrealista, inalcanzable y onírico, se estrella con derrotas como esta.
Se terminó el tiempo de la relajación y la sonrisa fácil. Ya nadie quiere sacarse fotos con ellos: todos les quieren ganar y tienen con qué. Veamos: Kevin Durant, LeBron James, Curry, Klay Thompson, Draymond Green, Anthony Davis, Devin Booker, Jimmy Butler, James Harden, Bam Adebayo, Kawhi Leonard, Paul George... ¿Dónde están? Esos teléfonos mientras escribimos estas líneas tienen que YA estar al rojo vivo.
Se terminaron las vacaciones, muchachos. Se trata de jugar con todo lo que se tiene porque lo que venga será mucho más que el oro en una competencia internacional: Estados Unidos necesita sus mejores guardianes para preservar un sueño de indestructibilidad que se está haciendo añicos.
Ya no alcanza con que lo cuenten. Hay que convertir palabras en hechos porque el mundo, en constante evolución, ya se dio cuenta de los secretos.
¿Alguien piensa que Estados Unidos será el único candidato a ganar los Juegos Olímpicos de París 2024?
Las distancias se acortaron, la comunicación se unificó, y lo que era de pocos ahora es de todos.
Es cuestión de poner manos a la obra antes de que sea demasiado tarde.