Antes de que los Spurs seleccionaran a Wembanyama en el puesto número 1 del draft de 2023, escogieron a un francés llamado Tony Parker con la selección número 28 en 2001.
ES TARDE el 15 de enero y Tony Parker camina por un pasillo del Frost Bank Center de San Antonio. Con las mangas de su cazadora color malva arremangadas, se detiene cada pocos pasos para recibir la adulación de los aficionados que rinden homenaje al mejor jugador de la historia del básquetbol francés.
El base miembro del Salón de la Fama y cuatro veces campeón de la NBA representa el pasado tanto para los San Antonio Spurs como para Francia.
Victor Wembanyama analiza el impacto que tuvo la presencia de Tony Parker en la NBA cuando era niño en Francia.
A pocos metros, Victor Wembanyama - el presente y el futuro de la franquicia, del básquetbol francés y posiblemente de toda la NBA - espera instrucciones en el vestuario después de haber bloqueado ocho tiros y haber ayudado a San Antonio a conseguir una ventaja de 63-51 en el descanso sobre los Memphis Grizzlies.
La ventaja no dura, ya que Wembanyama y los Spurs caen víctimas de su inexperiencia y pierden por 14 puntos. Dos noches más tarde, vuelven a perder en casa ante los Grizzlies -- esta vez sin su escolta estelar, Ja Morant -- por 28 puntos.
Aun así, la fe del joven de 21 años en la franquicia de los Spurs sigue siendo tan sólida como siempre, a pesar de su campaña de novato de 22 victorias y de los problemas más recientes del club -- perdedores de seis de sus últimos siete partidos -- antes de los NBA Paris Games 2025, que comenzaron el jueves contra los Indiana Pacers.
"La organización ha demostrado una y otra vez que está dispuesta y que está haciendo las cosas bien", dijo Wembanyama el viernes tras la derrota de los Spurs por 140-112. "Lo más importante es la confianza y también la comunicación. Es un equilibrio y la voluntad [entre ambas partes] de mantener ese equilibrio a lo largo de los años. Esto es lo que va a dar sus frutos".
Durante el proceso previo al draft, en el que Wembanyama no sólo era considerado el pick número 1 por consenso, sino una promesa generacional, declaró en múltiples ocasiones que San Antonio era exactamente donde quería estar.
No le faltaban razones, dado el historial de San Antonio de dar prioridad a la búsqueda de talentos internacionales, su trayectoria de tres décadas formando estrellas de todo el mundo, incluida Francia, los cinco títulos de la NBA y las 22 clasificaciones consecutivas para la postemporada que caracterizan a una dinastía de múltiples eras que sigue sin tener rival en la historia moderna de la NBA.
Así que, cuando llegó el momento de que los Spurs hicieran su selección en el draft de la NBA de 2023, los sueños se hicieron realidad.
"Lo más maravilloso que podría haber pedido", dijo Wembanyama. "La mejor franquicia, el mejor equipo, la mejor cultura, los mejores aficionados".
Parker, por su parte, vivió una dinámica algo diferente: seleccionado por los Spurs con el número 28 en 2001, en una época en la que elegir a un base francés en el draft de la NBA era algo inaudito.
Su compatriota, Boris Diaw, que ganó el Campeonato FIBA Sub-18 en 2000 junto a Parker y conquistó un título de la NBA con San Antonio en 2014, contó una anécdota en la ceremonia de retirada de la camiseta de Parker con los Spurs en 2019 que resume el ambiente que vive ahora Wembanyama.
Diaw recordó que, cuando aún no era jugador de la NBA, Parker -- entonces un novato de 19 años con los Spurs -- lo invitó a cenar en la casa del entrenador, Gregg Popovich, para celebrar la Navidad.
A Diaw le pareció extraño, dijo, que un entrenador de la talla de Popovich invitara a su jugador de primer año a cenar en Navidad, y aún más extraño que el novato pudiera llevar a sus propios invitados. Durante esa cena, según la historia, en algún momento entre el plato principal y el postre, Parker y Popovich desaparecieron.
"Fui a echar un vistazo por la casa", dijo Diaw. "Entonces veo a Pop con Tony mirando una grabación sobre el partido de la noche anterior. Pop le estaba gritando a Tony.
"Y pensé: 'Vaya'. Así que, en la misma noche, podías tener el ambiente familiar, todo el cariño y las atenciones, y al mismo tiempo preocuparte por hacer de Tony un mejor jugador en la noche de Navidad. Fue entonces cuando supe que Tony estaba en buenas manos y que su carrera iba a ser magnífica".
Más de dos décadas después, esa cultura permanece -- para esta próxima generación.
EL ACTUAL panorama de la NBA cuenta con un récord de 14 jugadores franceses, incluidos dos Spurs: Wembanyama y Sidy Cissoko, selección número 44 del draft de 2023.
El draft de 2024 marcó la primera vez que tres jugadores de un mismo país fuera de los Estados Unidos fueron elegidos entre los 10 primeros: los franceses, Zaccharie Risacher, Alexandre Sarr y Tidjane Salaun. Los equipos eligieron un récord de cuatro jugadores franceses en la primera ronda y cinco en total.
"Cada vez que voy a una ciudad, me doy cuenta de que hay un chico francés", dijo el alero de los Washington Wizards, Bilal Coulibaly, la séptima selección de 2023 y excompañero de Wembanyama en el Metropolitans 92 de Francia. "Parece que realmente hemos hecho algo".
Popovich y los Spurs veían venir este día y el entrenador veterano así lo expresó antes de sufrir un leve derrame cerebral en noviembre que lo ha mantenido alejado del equipo. A lo largo de los años, el plantel de los Spurs ha contado con un total de siete franceses, incluidos tres (Parker, Diaw y Nando De Colo, que fue canjeado a los Toronto Raptors en febrero de 2014) en el plantel de 2013-14 que acabó levantando el Trofeo Larry O'Brien más reciente de San Antonio.
Popovich, que se especializó en estudios soviéticos en la Academia de las Fuerzas Aéreas, habla ruso y serbio, y jugó en equipos militares de básquetbol que lo llevaron por toda Europa. Popovich vio de primera mano el talento que poseían sus homólogos europeos.
Por eso, cuando Popovich entró en la NBA a finales de los 80 como entrenador asistente, le sorprendió que la liga no hubiera explotado al máximo la cantera de talentos europeos. Popovich recordaba haber visto al entrenador Don Nelson, miembro del Salón de la Fama, cuando viajó a Colonia (Alemania) para observar los campeonatos europeos, y pensó que estaba precisamente en el lugar adecuado para descubrir talentos.
"Había un prejuicio [contra los jugadores europeos]", dijo Popovich a ESPN. "Un poco de reticencia porque no jugarían en defensa, no se integrarían, no les gustaría estar aquí. Habíamos jugado contra algunos de estos chicos, y eran impresionantes. Así que sabía que estaban ahí fuera. Estaban por todas partes".
Ahora, unos 30 años después, los rosters de la noche inaugural contaban con 125 jugadores internacionales de 43 países.
Brett Brown lleva una década en la organización de los Spurs, en dos etapas, como entrenador asistente de 2007 a 2013 antes de regresar en 2022. Recuerda una cena hace años que lo hizo darse cuenta de hasta qué punto los jugadores nacidos en el extranjero se habían convertido en pilares de los planteles de la NBA -- y por qué.
"Estoy sentado en una mesa con Boris Diaw, Tiago Splitter, Patty Mills, Sean Marks y Manu Ginóbili", dijo Brown a ESPN. "Miro a mi alrededor y ahí está Argentina, ahí está Francia, Nueva Zelanda, Brasil, ahí está Australia. Son pesos pesados del básquetbol mundial, estrellas fuera del país. Creo que ven el mundo y el deporte desde una perspectiva mucho más amplia. Realmente ven las cosas de otra manera".
NO FUE FÁCIL para Parker. Como novato, no fueron pocas las ocasiones en las que se quedaba en las duchas después de los entrenamientos -- en los que había recibido algún tipo de castigo verbal -- con los ojos llenos de lágrimas. Se preguntaba si alguna vez sería capaz de satisfacer al famoso y duro Popovich, a pesar de que Parker había sido nombrado base titular de los Spurs a los cinco partidos de su primera temporada.
"Lo digo en broma, pero es verdad", dijo Popovich. "Deberían haberme arrestado por maltrato [por] las cosas que le hice a ese chico".
A pesar de todo, Parker encontró su hogar durante 17 años con los Spurs, camino a establecer el récord de la franquicia en asistencias (6,829) y a situarse entre los cinco primeros en partidos jugados (1,198), anotaciones (18,943 puntos) y robos (1,032).
Parker, seis veces All-Star y miembro de cuatro equipos All-NBA, se convirtió en el primer europeo en ganar el premio al JMV de las Finales de la NBA (2007).
"Durante el campo de entrenamiento y los dos primeros partidos, fui muy duro con él, le di muchas cosas en las que pensar, muchas cosas que hacer", dijo Popovich. "Y demostró que tenía la fortaleza y el coraje para hacerlo. Le di el balón y le dije: 'Esto es tuyo. Ahora descifra cómo hacerlo'".
Parker hizo precisamente eso.
"El básquetbol francés es Tony", dijo Diaw. "Tony es el básquetbol francés. Es imposible hablar del básquetbol francés sin que surja el nombre de Tony".
Casi no lo hizo. Si Popovich se hubiera quedado con su primera impresión de Parker, quizás Francia no sería actualmente el país europeo más representado en la NBA en cada una de las últimas 18 temporadas.
Después de todo, el primer entrenamiento de Parker con los Spurs dejó a Popovich con la sensación de que el francés era "demasiado blando" para destacarse en San Antonio. Parker participó de un entrenamiento privado previo al draft con los Spurs en Chicago contra el ex empleado de la oficina principal, Lance Blanks, que dominó de principio a fin.
La desapasionada reacción de Parker empeoró las cosas.
Popovich había terminado y quería seguir adelante. Pero Sam Presti, actual vicepresidente ejecutivo y gerente general del Oklahoma City Thunder, no se lo permitió. Presti trabajaba para los Spurs en el departamento de cazatalentos a las órdenes del actual CEO de San Antonio, R.C. Buford, y había dedicado mucho tiempo antes del draft de 2001 a estudiar el juego de Parker. Después de que Popovich le explicara por qué creía que Parker no encajaría en San Antonio, Presti cortó una cinta de vídeo en la que abordaba cada una de las preocupaciones del entrenador.
Convenció a Popovich para que concediera a Parker un entrenamiento más. El francés se lució.
"R.C. se adelantó a su tiempo", dijo Parker durante la ceremonia de retirada de su camiseta. "Él y Sam Presti. Ambos apostaron por mí. Estuve fatal en mi primer entrenamiento con los Spurs. Pop no quería oír hablar de Tony Parker. Decía: 'He terminado. Quiero otro base'. Y R.C., tú seguiste hablando con Pop, le seguiste mostrando los videos. Tengo tanta suerte de que me diera un segundo entrenamiento en el pude demostrarle que quería ser parte de los Spurs".
Para Wembanyama, lo que está en juego es aún mayor al liderar una franquicia que comienza su próxima evolución, recién inauguradas unas nuevas instalaciones de entrenamiento de 500 millones de dólares y con planes de construir un nuevo estadio en el centro de la ciudad. Mientras que Parker inició el movimiento internacional en San Antonio, los Spurs necesitan a Wembanyama para llevarlo a una nueva generación -- una, que vez más, vuelva a mostrar un dominio sostenido.
Vistazo a algunas de las jugadas más deslumbrantes de la superestrella Victor Wembanyama en su carrera en la NBA hasta el momento.
DOS DÍAS DESPUÉS de ser elegido en el draft, Wembanyama se sentó en un estrado en San Antonio, el último fenómeno internacional en seducir a la NBA y la última promesa francesa en vestir el uniforme negro y plateado de los Spurs.
A su lado había una réplica de Lego de la Torre Eiffel de 58 pulgadas de alto.
Un empleado del equipo tardó 15 horas en construir el objeto de 10,001 piezas, que un ejecutivo de los Spurs compró el invierno anterior por 629.99 dólares, sin saber que el club acabaría eligiendo a Wembanyama con el número 1 meses después -- y sin conocer la afición del francés por los Lego.
La organización admitió que empezó a fantasear con la idea de fichar a Wembanyama cuatro años antes de seleccionarlo.
"Es increíble", dijo el pívot de los Minnesota Timberwolves, Rudy Gobert, cuatro veces Jugador Defensivo del Año de la NBA, que creció en Saint-Quentin, Francia. "Es fantástico para toda la gente que allanó el camino, los primeros, la primera generación, como Tony [Parker], Boris [Diaw]. Todos ellos demostraron a los estadounidenses, a la NBA, que podían dominar esta liga y ser grandes jugadores viniendo de Europa. Ahora tenemos chicos que no tienen miedo de soñar con la NBA. Todos los chicos que tienen el valor suficiente para soñar con eso pueden tener modelos a los que admirar e intentar seguir su camino".
Mientras que cinco jugadores de Francia aterrizaron en los rosters tras el draft de 2024, cuatro más -- Nolan Traore, Noa Essengue, Joan Beringer y Noah Penda -- deberían figurar de forma prominente en el draft de 2025.
"Amamos el básquetbol", dijo Coulibaly, de los Wizards. "Al principio era el fútbol. Luego, ver a todos los grandes como TP, Boris Diaw, todos esos hombres consiguiendo anillos y todo eso. Fue como, 'Oh, yo también quiero hacer esto'".
Wembanyama cree que su país aún puede crecer más, sobre todo en la escena internacional. Jugó en la selección francesa que cayó ante el equipo de Estados Unidos en el partido por la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de París en agosto.
"Estoy muy orgulloso de formar parte de estas oleadas de jugadores que están llegando", afirmó Wembanyama. "Pero creo que todavía no hemos llegado ahí. Lo que nos falta ahora mismo son títulos internacionales para el básquetbol francés. Es una gran aventura. Pero el básquetbol francés no está cerca de su máximo potencial en este momento".
Y tampoco él.
Aun así, confía en el plan de San Antonio para construir un equipo ganador a su alrededor a largo plazo.
"Confío en el grupo que tenemos, en la gente de la organización y en la gente con la que he estado a bordo desde el primer día", dijo Wembanyama. "Sabemos que esta temporada no va a ser una línea recta. Habrá altibajos. No es fácil. No vamos a quedar 82-0 en una temporada. Vamos a tener rachas de derrotas. Pero tengo mucha confianza en la voluntad de mis muchachos.
"El largo plazo nunca se pone nunca en duda".