El griego celebra 30 años el viernes y brilla en un equipo veterano en Milwaukee, pero podría volver a ganar con otro equipo.
Los Milwaukee Bucks tuvieron un comienzo complicado de temporada, en el que llegaron a estar 4-9, lo que encendió las alarmas dentro de una franquicia que desde que alzó el título de la NBA en 2021 no ha llegado a instancias decisivas, a pesar que ha sumado talento en cada receso.
Todo esto provoca dudas en torno al futuro de su figura, Giannis Antetokounmpo, uno de los eternos candidatos al trofeo al Jugador Más Valioso, que ya ganó dos veces, pero que milita en un equipo de un mercado pequeño, luego de renovar por tres años hasta 2028 por $186 millones.
Fue el mismo griego quien abrió la puerta a una posible salida antes de esa fecha cuando en el verano habló sobre la posibilidad de ser cambiado en caso que la escuadra no obtenga otro campeonato pronto, porque según él, estarían en riesgo el staff de entrenadores y los protagonistas.
Milwaukee ha recuperado el paso desde ese mediocre inicio, con un triple-doble de 42 puntos de Giannis ante Washington el 30 de noviembre como parte una racha ganadora de siete juegos, pero las dudas en torno a su permanencia pueden volver a aparecer pronto, ya que es un talento cotizado alrededor de la NBA y es una de esas estrellas que podría decidir su destino si pierde la paciencia justo al cumplir 30.
Razones para quedarse
El primer argumento a favor de la continuidad de Antetokounmpo es que ya demostró que puede coronarse con ese jersey, sin necesidad de subirse a uno de los autos ganadores, como ocurrió con Kevin Durant cuando arribó a Golden State; los Bucks alcanzaron el trono apenas en 2021 para terminar con una espera de cinco décadas.
Fue el guión perfecto para el europeo, con él como máxima referencia, tanto a nivel ofensivo como defensivo, con Khris Middleton como complemento y un conjunto de nombres como Jrue Holiday, P.J. Tucker, Brook Lopez, Pat Connaughton, Donte DiVincenzo o Bobby Portis dispuestos a sacrificarse por el éxito colectivo.
Giannis conoce el camino hacia la gloria con Milwaukee, que tuvo la tercera mejor marca del Este en aquella ocasión y eliminó en fila al Miami Heat, a los Brooklyn Nets en un Juego 7, Atlanta Hawks y remontó ante los Phoenix Suns en las Finales, con Devin Booker y Chris Paul en sus filas.
Antetokounmpo sabe que está en una organización comprometida con la búsqueda de la victoria, dispuesta a conseguir las piezas necesarias para hacerlo sentir cómodo para que de esa forma pueda explotar su potencial, sin comprometer su preeminencia en el vestidor.
Es capaz de atraer grandes nombres, a pesar de no estar en California o New York, como ocurrió con Damian Lillard, quien puso fin a su trayectoria con los Portland Trail Blazers cuando fue enviado a Milwaukee en septiembre de 2023, con todo y sus ocho nombramientos al Juego de Estrellas y la medalla de oro conseguida en Tokio 2020.
Aunque es una gran figura en la NBA, el perfil de Lillard encajó bien con Giannis porque se trata de alguien que abre la duela con su tiro de tres, que también puede encontrarlo debajo del aro con asistencias y porque su personalidad no pone en duda quién es el número uno en el vestidor, aunque al momento de disparar para ganar un partido, puede hacerlo sin dudar.
Giannis consigue una gran volcada para liderar el marcador ante los Wizards y llegar a la marca personal de 33 puntos a falta del último cuarto.
Es, además, una directiva que reconoce el valor del 34 en la cancha, sin que tenga que buscar que otro equipo lo haga, como lo comprobó con el contrato firmado un mes después de la llegada de Dame para tener un salario en esta campaña de $48,787,676 millones, el 12do más alto en la Asociación, empatado precisamente con Lillard.
La gerencia tampoco tiene miedo a tomar decisiones, como ocurrió el año anterior, cuando a pesar de tener una marca de 30-13, la segunda mejor de la Conferencia, despidió al coach Adrian Griffin en enero para contratar a Doc Rivers, quien tiene experiencia como campeón de la NBA y apunta a darle al roster ese salto de calidad.
Sin embargo, el escenario fuera de la cancha también es terreno ideal para Antetokounmpo: “La ciudad me demuestra su cariño y cuando salgo para pasar tiempo con mi familia, me dan espacio, lo que es increíble. La gente me respeta como persona y lo que he hecho por la ciudad y por eso no puedo darle la espalda, no ahora, no en el futuro, nunca, quiero comprometerme, quiero devolverle a la ciudad de Milwaukee”, señaló al firmar la extensión.
Razones para marcharse
Por otro lado, luego de aquel desfile en julio de 2021, los Bucks han tenido pocos motivos para festejar. En 2021-22 con el núcleo de la coronación y el mismo entrenador, Mike Budenholzer, fueron terceros del Este, pero cayeron en las semifinales de Conferencia frente a los Boston Celtics.
Al año siguiente progresaron en la campaña regular, como el número uno del sector, pero se encontraron con el Heat y con una lesión de Giannis para quedar fuera en la primera ronda de la postemporada, lo que provocó el despido del entrenador. Fue un movimiento extraño, menos de dos años después de levantar el Larry O’Brien.
Para la temporada 2023-24 comenzó una nueva era en Wisconsin, con Griffin como coach, luego de ser asistente en Toronto por mucho tiempo y con la llegada de Lillard, uno de los mejores tiradores de la NBA, aunque el cambio implicó la partida de Holiday y de Grayson Allen, dos grandes defensivos.
La situación no funcionó ante los ojos de la directiva, que optó por despedir a Griffin a la mitad del calendario y contratar a Rivers para explotar el potencial de la dupla Giannis-Lillard. Sin embargo, tampoco pudo lograrlo y los terceros del Este volvieron a quedar fuera en el comienzo de los playoffs ante Indiana Pacers.
Es por ello que Giannis habló sobre su posible salida si no consigue otro título pronto. La directiva apostó a lo grande tanto a nivel de jugadores como de entrenadores y los resultados no han aparecido y en cualquier momento podría oprimir el botón de reinicio y dejar ir algunas piezas.
La ventana parece cerrarse para un cuadro veteran. Brook López ya tiene 36 años, Lillard 34, Middleton, cada vez más propenso a las lesiones, tiene 33, Connaughton cumplirá 32 en enero y Taurean Prince tiene 30, un grupo al que se une Giannis el 6 de diciembre para que todos los titulares estén en la triple decena.
En Milwaukee no ha habido una transición efectiva y al apostar por la misma base y la llegada de Lillard, la organización hipotecó el futuro, que sólo está en manos de Giannis, lo que deja el griego en un predicamento, porque de no darse un éxito pronto, lo sensato sería marcharse.
Para empezar porque Antetokounmpo viviría el cierre de su carrera como líder de una renovación de la que ya no vería los resultados positivos, mientras sus compañeros se marchan o se despiden, y porque en la NBA hay varias escuadras que parecen ir en el camino correcto hacia los triunfos.
Por ello, Giannis podría hacer lo mismo que Lillard y romper su historia de amor con un equipo para buscar los títulos por encima del dinero en otro lugar, en un proyecto que le ofrezca ganar en el corto plazo, justo cuando él se acerca al retiro, pero todavía en el más alto nivel.
Él mismo abrió la puerta con sus declaraciones sobre que podría ser cambiado, pero no sería a una franquicia con menos aspiraciones, al contrario, cualquier contendiente estaría feliz de tener a uno de los mejores jugadores, que puede aportar tanto puntos como rebotes y bloqueos.
Además, el dos veces MVP ya sabe lo que es obtener un anillo, no tiene la deuda que por ejemplo LeBron James acarreaba con Cleveland. Siempre será una leyenda en Milwaukee, más allá que pueda ir a otro destino a sumar otro campeonato, porque en este momento de su trayectoria, el griego ya no necesita dinero o trofeos individuales, sino regresar a la gloria, ya sea en donde siempre ha estado o en otro sitio.