<
>

Isaiah Thomas busca encajar en el rompecabezas de los Cavaliers

Los Cleveland Cavaliers pasaron por el infierno y salieron intactos. Al menos esa es la sensación en LeBronlandia, Ohio tras un mes tortuoso repleto de especulación, drama e incertidumbre por el canje que potencialmente cambiaría a la próxima media década de la franquicia tricampeona de la Conferencia Este. La llegada de Isaiah Thomas a cambio de Kyrie Irving desde Boston no solo los deja inflando el pecho con optimismo, sino que algunos hasta visualizan un futuro próspero en el cual Thomas se convierte en ídolo mientras Irving es apenas un apellido relegado al olvido.

Sin embargo, que uno de los mejores bases de la NBA haya arribado para residir en One Center Court no quiere decir que todo vaya a ser un lecho de rosas de aquí en adelante. En este momento todo es lindo como en una luna de miel, pero a partir del 17 de octubre cada una de esas rosas contará con espinas que pondrán a esta nueva versión de los Cavs bajo la lupa.

¿Recuerdan al Miami Heat del 2010 que arrancó con una marca de 9-8 a pesar de tener a LeBron, Dwyane Wade y Chris Bosh juntos en la cancha y después cayeron en seis juegos contra los Dallas Mavericks en las Finales de la NBA?

¿O los Cavaliers renovados con el regreso de LeBron, Kyrie y Kevin Love que comenzó con siete victorias y siete derrotas para luego verse 1-2 abajo en las semifinales del Este contra los Chicago Bulls y perder en seis juegos contra los Golden State Warriors en las Finales del 2015?

Las expectativas para estos Cavs versión 3.0 son las mismas que las de aquel equipo que alcanzó tres finales consecutivas, ganó una y perdió dos. O sea, cualquier resultado que no sea un tetracampeonato de su conferencia será considerado un fracaso y podría conllevar la consecuencia de una nueva partida de LeBron, y ahí está el verdadero peso de la responsabilidad que conlleva Thomas en su nueva ciudad.

JUGADOR DIMINUTO, EXPECTATIVAS ENORMES

Dejemos algo bien en claro: Isaiah Thomas no llegó a Cleveland por voluntad propia, sino que como resultado de un canje. A él también le queda apenas un año de contrato y no tiene nada que lo ate a Cleveland a largo plazo, pero si posee una motivación extraordinaria para ganarse un nuevo vínculo máximo en el 2018 ya sea con los Cavaliers u otra franquicia mientras le demuestra a los Celtics que tan equivocados estuvieron al dejarlo ir.

Ahora bien, ¿cómo se puede complementar Isaiah con LeBron? Recuerden que ser compañero del mejor jugador del mundo es incomparable tanto para bien como para mal. Kevin Durant quizás lo explicó mejor que nadie.

“Cuando estás alrededor de LeBron James, hay tantas cosas que vienen junto a ello. Distracciones externas, conversaciones, y todo el ruido que te llega al estar en la órbita de LeBron James”.

Ese será el primer ajuste de Thomas, fuera de la duela. A jugadores experimentados como Irving, Love y Bosh les costó ya que no estaban acostumbrados a la exasperante exposición mediática que conlleva un equipo liderado por LeBron. De repente cada noche estás bajo la lupa más exigente, y eso es algo que Thomas no ha atravesado en la Universidad de Washington, Sacramento, Phoenix o siquiera en Boston, la capital del sarcasmo e inconformismo del periodismo deportivo en los Estados Unidos.

Luego está el mismo LeBron, quien suele ser un líder vocal y a veces un poco condescendiente como cuando criticó a Irving por no contar con una asistencia contra el Utah Jazz, cuando le reclamó a Love que “encaje hacia adentro o encaje hacia afuera” de una forma bastante pasivo-agresiva, o cuando él le gritaba en medio de un partido a Mario Chalmers por cometer un error. Bueno, está bien, todos le gritaban a Chalmers en Miami, pero no sé qué tanto tono paternalista aguantará un veterano con el temperamento de Thomas cuando está cerca de cumplir 29 años.

Dentro de la cancha, él deberá resignarse al hecho de que su crecimiento impresionante como anotador va a ser puesto en pausa. El incremento en su promedio de puntos por partido durante las últimas tres campañas ha sido notable: De 15.2 en el 2014-15 a 22.2 en el 2015-16 y finalmente 28.9 como tercer máximo anotador de la liga la temporada pasada.

Thomas se acostumbró a ser amo y señor de cada posesión con los Celtics, pero ahora él pasará de ser abanderado a escolta del equipo. Todavía contará con momentos para lucirse comandando el ataque de los Cavaliers en los minutos limitados cuando LeBron no esté en la cancha y él sí, unos 10 como máximo si nos fijamos en su promedio de minutos disputados por encuentro la temporada pasada.

¿Y cuando estén juntos? Bueno, el metro 75 de altura y 83 kilos de Isaiah me hacen dudar que vaya a ser el tipo de jugador que atraviese pantalla tras pantalla mientras LeBron dirige la orquesta ofensiva, pero él tampoco es alguien que simplemente se pueda estacionar en una esquina como tirador.

Su ADN como anotador es el de atacar al aro con abandono, y sus 9.55 puntos por partido en la zona pintada con los Celtics la temporada pasada eclipsan a los 8.28 de Irving en el mismo rubro durante ese mismo período de tiempo.

En ese sentido le sirve que Love sea un grandote que juega en el perímetro y que Tristan Thompson sea una máquina de bajar rebotes que conducen a contraataques tan rápidos como un rayo, tal y como a él le gusta.

Nadie sabe qué sucederá en Cleveland de acá a junio del 2018, pero este es el tipo de trama impredecible que mantendrá a millones de ojos pegados al televisor noche tras noche. Isaiah Thomas será un personaje vital en un melodrama cuyo final solo tiene dos alternativas posibles: La gloria eterna y el desfile glorioso, o la decepción de haberse quedado con las manos vacías una vez más.