Los Houston Rockets están conmocionados y decepcionados porque Blake Griffin y Austin Rivers evitaron cualquier acción disciplinaria como resultado de los altercados durante y después de la contundente victoria de los Clippers el lunes por la noche en Los Angeles, le dijeron fuentes del equipo a ESPN.
Los aleros de los Rockets, Trevor Ariza y Gerald Green, fueron suspendidos dos juegos por ingresar al vestuario de los Clippers y participar en "un altercado hostil y verbal con varios jugadores de Clippers", según un comunicado de prensa de la NBA.
Los Rockets están molestos porque Griffin y Rivers no fueron disciplinados por sus papeles en los eventos que llevaron a que la ira de Ariza se intensificara hasta el punto de que irrumpió en el vestuario de los Clippers para enfrentarlos.
Los Rockets están convencidos de que Griffin hizo contacto intencionalmente con Mike D'Antoni al final del último cuarto, momentos antes de una acalorada confrontación entre el entrenador de Houston y el jugador de los Clippers. D'Antoni protestaba por una violación no marcada en la posesión de Griffin cuando éste le criticó, según una fuente, y se desvió hacia él, haciendo contacto mientras D'Antoni se mantenía en la banca. Después de haber cometido una falta momentos más tarde, Griffin se dirigió directamente hacia D'Antoni, lo que provocó dobles faltas técnicas que fueron decretadas tras intercambiar improperios.
Rivers, usando una bota protectora y un traje mientras estaba sentado debido a una lesión en el tobillo, se paró en la cancha frente a la banca de los Clippers y habló basura a Ariza con 1:03 restantes en el juego. Eso provocó un enfrentamiento entre Ariza y Griffin que resultó en dobles faltas técnicas y sus expulsiones.
Según fuentes de Rockets, Rivers continuó la profana charla de basura después del juego, gritando lo suficientemente fuerte en el vestuario de los Clippers para que Ariza lo oyera desde el pasillo, donde los jugadores comúnmente se congregan y los equipos visitantes con frecuencia colocan comida y equipamiento. Las fuentes dijeron que esos insultos, incluyendo llamar a Ariza por su nombre, causaron que la ira de Ariza aumentara.
Al entrenador de los Clippers, Doc Rivers, se le preguntó si otros equipos parecen probar continuamente a sus jugadores.
"No me están poniendo a prueba, no estoy jugando. A menos que D'Antoni intente ponerme a prueba, ya sabes, y eso sería algo diferente. Pero no, quiero decir, ellos ponen a prueba a todo el mundo. No son solo Blake y Austin. Es todo el mundo", dijo Rivers luego de que los Clippers ganaran 109-104 el miércoles a los Nuggets. "Solo revisa la liga, la ves todas las noches. Ya sabes, los nombres de Blake y Austin son más nucleares, si imprimes sus nombres hay noticia. Pero es nuestra liga, ¿sabes? Es mucho ruido y pocas nueces, si quieres que sea honesto. Mucho charla, sabes, y luego vas a buscar a alguien para decir algo. Y luego, si escribes el nombre de Austin o el de Blake, obtienes un artículo grande, todo el mundo lo lee y eso crea más noticias. Para mí, es solo ruido insignificante. Creo que también lo es para nuestro equipo".
Una fuente dijo que los Rockets anticiparon una suspensión de un juego para Ariza, basada en el precedente de la liga, pero se sorprendieron de que el castigo de Green excediera una multa.
Ningún otro jugador fue multado o suspendido, incluyendo a las estrellas de los Rockets, Chris Paul, y James Harden, quienes siguieron a Ariza y Green al pasillo entre los vestidores en un intento de calmar la situación, determinó la investigación de la liga. Algunos en la organización de Houston están molestos por la percepción de que el papel de Paul como presidente de la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto lo ayudó a evitar la medida disciplinaria, y estuvo de acuerdo con la conclusión de la liga de que sirvió como pacificador.