Después del despido de Nico Harrison, la gran pregunta en la NBA es: ¿Los Mavericks realizarán una reconstrucción de su plantilla?
Pocos, dentro y fuera de la NBA, creían en los argumentos que Nico Harrison esgrimió en febrero para justificar uno de los traspasos más impactantes de la historia de la liga: el envío de Luka Doncic de los Dallas Mavericks a Los Angeles Lakers.
Tampoco muchos creían que Harrison debiera haber permanecido como gerente general de los Mavs, ya que el pésimo final de la temporada pasada se extendió a la actual, incluyendo los cánticos de "¡Fuera Nico!" que resonaron en casa durante los tiros libres de los Mavericks en un partido que se decidió por una sola posesión el lunes por la noche contra los Milwaukee Bucks. Así pues, con ese espíritu, decidimos preguntar a ejecutivos y ojeadores de la liga si creen en algunas de las tendencias más impactantes del inicio de temporada en la NBA, comenzando con el desplome de la franquicia de los Mavericks.
¿Crees que Dallas seguirá así de mal?
Tim Bontemps: En conversaciones con fuentes de la NBA esta semana, tras el despido de Harrison, existe la creencia casi unánime de que los Mavericks no pueden seguir tan mal como lo sugiere su récord de 3-10 y su diferencial de puntos de -6.6. ¿Significa eso que los expertos de la liga proyectan una buena actuación en los playoffs? No. "Sigo pensando que podrían ser buenos si todos están sanos", dijo un ejecutivo de la Conferencia Oeste a ESPN. "Pero no se puede apostar por eso".
Incluso estando sanos —Dallas está lejos de estarlo ahora, con Anthony Davis jugando solo cinco partidos y Kyrie Irving de baja tras una rotura del ligamento cruzado anterior en marzo—, las deficiencias en la plantilla persisten. D'Angelo Russell, el único base contrastado en la plantilla activa, ha sido completamente marginado por el entrenador Jason Kidd en favor de Brandon Williams, quien tiene un contrato mínimo parcialmente garantizado.
Si bien Williams ha mostrado destellos de talento —anotó 17 puntos y repartió nueve asistencias en la derrota del miércoles ante los Phoenix Suns—, la falta de manejo de balón de Dallas y los desequilibrios en su plantilla son innegables.
"Hasta que no tengan un base fiable, van a fracasar", comentó un ojeador del Oeste.
Con los Mavericks acaparando la atención de la liga esta semana, la conversación rápidamente se centró en la pregunta que pesa sobre quienquiera que sea elegido para reemplazar a Harrison como director ejecutivo: ¿Qué futuro les espera a Davis e Irving a menos de tres meses del cierre del mercado de fichajes en febrero?
Según fuentes consultadas, se cree que la estrategia óptima para los Mavs era desprenderse al menos de Davis, si no de ambas estrellas. Esas decisiones ayudarían a maximizar el valor de la selección de primera ronda del draft de 2026 —la única que Dallas controla durante el resto de esta década— para reposicionar la franquicia en torno a Cooper Flagg, la primera selección del draft de 2025.
"Sin duda", respondió un ejecutivo de la Conferencia Este al preguntársele si traspasar a las dos estrellas veteranas era la decisión correcta para Dallas.
Brian Windhorst: Honestamente, sorprendentemente, las conversaciones con los ejecutivos de la liga esta semana no se han centrado en si los Mavericks deberían traspasar a Davis; parece haber consenso en que probablemente sea la estrategia correcta, a pesar de ser otro golpe duro para la afición. Un equipo construido alrededor de Irving y Davis tiene garra, y no es descabellado querer al menos ver a toda la plantilla en acción; con la rehabilitación de Irving progresando bien, debería ser una opción viable.
Pero no, las conversaciones giraron en torno a si los Mavs podrían obtener un valor adecuado al traspasar a Davis.
"Lo acabo de consultar para poder decirle esto al dueño si me pregunta al respecto: AD cumple 33 años en marzo y el próximo verano probablemente querrá una extensión de contrato que costaría 70 millones de dólares al año cuando tenga 37", dijo un gerente general.
"Es un gran jugador, sin duda. Pero si consideramos a un jugador de su edad con su historial de lesiones, también estaríamos asumiendo el estrés de esa extensión de contrato. Eso influye".
Hacer referencia al historial de lesiones de Davis es cansado. Cuando está sano, es un jugador que puede cambiar el rumbo de las series de playoffs en ambos lados de la cancha. Su llegada a los Lakers en 2019, antes de su título en la burbuja, cambió el equilibrio de poder en la liga. Si los Mavericks llegan a la conclusión de que necesitan reajustar su cronograma en torno a Flagg —por ahora, eso es una incógnita, independientemente de lo que pronostiquen los estrategas de las oficinas rivales—, existe la posibilidad de que vuelva a cambiar el equilibrio de poder.
Pero la conclusión de las conversaciones de esta semana es si Dallas podrá obtener ofertas que hagan que su traspaso sea una decisión obvia.
"Hay algo que puedo afirmar con absoluta certeza", dijo un ejecutivo veterano. "Si Dallas decide traspasar a AD, no obtendrán la misma compensación que los Lakers obtuvieron por él." En serio.
Bontemps: Un aspecto poco valorado de la salida de Davis e Irving es que Dallas evitaría el impuesto de lujo.
Según Bobby Marks de ESPN, los Mavericks deben unos $32 millones de dólares en impuestos con su plantilla actual y superan el límite del impuesto de lujo por unos $16 millones esta temporada. Para un equipo sin futuro, es muy difícil justificar esos gastos.
Deshacerse de sus dos estrellas antes del cierre del mercado permitiría a Dallas potencialmente evitar el impuesto, reestructurar su calendario y adquirir futuras selecciones del draft y jugadores para renovar una plantilla veterana con jóvenes promesas junto a su joven estrella.