LOS ÁNGELES -- Se trató de la primera ocasión en la que Kobe Bryant y Paul Gasol se vieron las caras desde que el ala-pívot español se marchó de Los Ángeles Lakers en la agencia libre de 2014. Antes de que volara el esférico entre los angelinos y Chicago Bulls (114-91 para los de Illinois) ambos se fundieron en un abrazo largo y sentido.
"Eh, hermano, ¿qué pasa?", le dijo Kobe con una sonrisa de oreja a oreja justo antes del saludo.
La carga emotiva fue enorme después de todo lo que han vivido dos amigos que se consideran hermanos. Más de seis años juntos en los que lograron dos campeonatos de la NBA y momentos varios que consideran inolvidables. Los buenos y los malos.
"Ha significado todo. Sin él sería imposible haber ganado tantos campeonatos, imposible. Es un gran jugador. Fue mi hermano, siempre será mi hermano", señaló Kobe a ESPN Digital tras lograr 10 puntos, cuatro rebotes y tres asistencias en la derrota de los Lakers (9-39). "Es diferente, muy diferente. Estoy muy habituado a jugar con él. Estuve mirando cómo juega, muy inteligente. Es muy divertido para mí ver cómo juega", agregó.
La química entre ambos fue instantánea. Durante años se comunicaron en castellano y cuando Gasol se incorporó al plantel de los Lakers en febrero de 2008 aterrizó en Washington, donde su nuevo equipo se mediría a los Wizards al día siguiente. Era madrugada y Kobe requirió su presencia. Ya habían hablado antes del viaje en el que dejó atrás a Memphis Grizzlies, sin embargo, la conversación en persona significó mucho para el internacional español.
"Hablamos sobre el la motivación del equipo, la mía", afirmó un Gasol que guarda muchos recuerdos. "El formar parte de la franquicia, el ir a las Finales... los momentos difíciles llegaron después de eso: cambio de entrenadores, el ajuste a distintas situaciones, el lidiar con las lesiones, con los rumores, pero por encima de todo es una gran experiencia en un gran punto en mi carrera. Muchas memorias compartidas con Kobe".
Pero, realmente ¿qué significó ese momento para Pau?
"Mucho porque sin duda era la estrella del equipo, el jugador más importante, posiblemente el mejor jugador de la liga en aquel momento. Para que él me recibiera y quisiera que nos viéramos al aterrizar, que era la 1 o 1 y media de la madrugada en Washington, para mí significaba dónde estaba él, lo que buscaba y lo que quería. Y yo por supuesto, muy agradecido", subrayó.
Y entre los momentos menos buenos hubo dos que destacaron sobre los demás. La primera de las tres grandes lesiones de la Mamba Negra sucedió en abril de 2013 cuando se fracturó el tendón de Aquiles. Kobe eligió este episodio sobre lo que nunca olvidará de Pau.
"Vino a mi casa con mi familia y estábamos en mi cama mirando un juego que estaba en la TV, estaba con mis niñas. Jugaron con mis niñas. Teníamos hielo para él para sus rodillas. Estuvo en nuestra casa seis o siete horas", apuntó.
El ala-pívot de 35 años de edad también pasó por varios momentos difíciles. Uno de ellos fue cuando en diciembre de 201. Relegado en el banquillo por decisión un Mike D´Antoni que no vio el potencial de contar con él y Dwight Howard al mismo tiempo, los rumores sobre su salida cada vez eran más sonoros. La gerencia estaba buscándole una salida, algo que Pau nunca pudo perdonar. Kobe le defendió a capa y espada e incluso llegó a decir en aquél momento que mientras él estuviera en el equipo, Pau permanecería.
"Sé de dónde viene. Fue una cuestión de orgullo para él. Somos hermanos... me dijo: 'Ko, quiero jugar contigo para siempre pero lo que la que la gerencia me hizo fue irrespetuoso'. Yo le dije... 'vamos no seas tonto... deja eso a un lado'. Y me dijo que fue una cuestión de principios en ese punto. Creo que como su hermano entiendo perfectamente de dónde viene. Después de traer dos campeonatos, todos los rumores cada día... D´Antoni le sentó en el banquillo... Entiendo de dónde viene. Somos personas antes que jugadores. Si no lo entendiera, no estaríamos tan cerca como estaos ahora", sentenció Kobe.
El encuentro de este jueves fue la última vez que ambos se verán las caras en un Staples Center en el que han vivido momentos de todo tipo. Así se ha forjado esta amistad que durará para siempre y que deja infinidad de anécdotas para los anales de la historia de la NBA. La hermandad entre el mejor jugador español de todos los tiempos y el mismísimo Kobe Bryant es uno de los capítulos más interesantes de este deporte.