CLEVELAND — Golden State Warriors ha ganado 88 partidos en esta temporada, contando los playoffs. Ello representa otro récord que se suma a una colección.
En 1995-96, los Chicago Bulls consiguieron 87 victorias.
Pero no está claro si los Warriors se han enterado siquiera de esta nueva marca. Lo único que les importa es ganar su próximo encuentro.
Si lo hacen, serán bicampeones de la NBA. Tienen frente a sí su primera oportunidad de coronar una campaña sin precedente del único modo aceptable.
El lunes, buscarán la coronación como locales en la Oracle Arena, luego de imponerse el viernes 108-97 a los Cleveland Cavaliers en el cuarto compromiso de la serie final, lo que dio a Golden State una ventaja de 3-1.
"Evidentemente, va a ser nuestro partido más importante del año", comentó Stephen Curry el Jugador Más Valioso de la NBA en las últimas dos campañas. "Siempre hablamos de que sólo por jugar en casa no podemos relajarnos ni considerar que el triunfo está asegurado. Trabajamos toda la temporada para tener la ventaja de locales y ésta es una gran oportunidad para nosotros. Necesitamos jugar con sentido de urgencia y ser agresivos".
En otras palabras, los Warriors deben jugar como lo hicieron en el cuarto partido.
Los Warriors parecían cansados de las preguntas sobre la inefectividad mostrada por Curry y Klay Thompson en los primeros encuentros de la final. El viernes, Golden State impuso un récord de partidos de la final, con 17 triples, superando por 33 puntos a los Cavaliers detrás del arco.
Curry, quien no sumó siquiera 20 puntos en ninguno de los tres primeros compromisos, totalizó 38. Thompson añadió 25, la mayoría en momentos cruciales del duelo.
Hay un dato curioso: Los Warriors atinaron el 47% de sus triples y el 36% de sus disparos de dos puntos. Es algo extraño pero terminó siendo positivo para el equipo.
Los equipos viajaron el sábado de un extremo a otro del país. Golden State tendrá la oportunidad de comprar la champaña, con la esperanza de descorcharla el lunes.
Es difícil obtener un título de la NBA. Lograr dos es toda una proeza. Sólo seis franquicias en la historia de la liga lo han conseguido.
Golden State está a un paso.