El Jugador Más Valioso de las últimas dos temporadas despertó por fin en la Final de la NBA. Y eso siempre es una garantía de triunfo para los Golden State Warriors.
Stephen Curry había quedado a deber en los primeros tres partidos de la Final, pero tuvo finalmente un partido digno de un MVP para guiar a los Warriors a la victoria 108-97 que colocó a los campeones defensores en una situación envidiable. Ningún equipo se ha recuperado en una Final de una desventaja de 3-1 en las 32 ocasiones anteriores en que eso ha sucedido.
Tras otro comienzo lento en el que anotó su primera canasta a los 3:49 del primer parcial, y pese a tener a J.R. Smith como su sombra defensiva durante todo el partido, Curry terminó con 38 puntos y 11 de 25 de campo y claro, la especialidad de la casa: 7 de 13 (53.8 por ciento) desde el arco de triples. Con su colosal actuación, Curry se convirtió en el único jugador de la NBA con tres partidos de serie final de 7 triples o más.
Los Warriors tienen ahora 14-0 en las últimas dos postemporadas cuando Curry anota 30 puntos o más.
Tras anotar 11 puntos en el tercer parcial, Curry fue decisivo en el ataque final del partido. Su triple restando 3:21 del cuarto parcial le dio delantera a los Warriors de 10 puntos, 96-86, y unos minutos más tarde, una bandeja dejando atrás la defensa de Kyrie Irving puso el partido en caja de seguridad con 54 segundos en el reloj.
Además, produjo seis asistencias, cinco rebotes, tres de ellos defensivos y un robo en 39 minutos de acción.