El criterio para entregar el premio al Mejor entrenador de la NBA depende situaciones que cambian temporada tras temporada.
En general, una selección de periodistas votan por técnicos jóvenes que hayan dado la sorpresa o llevado a un equipo con pocas expectativas a playoffs, sin importar lo que ocurra después. También ponen el ojo en los que son capaces de mantener a un equipo arriba en la tabla a pesar de imprevistos como lesiones o cambios de plantel; quedarse si alguna de sus estrellas también suele ser motivo para obtener puntos y no se pude dejar de lado al entrenador que que haga de una quinteta la revelación del año.
Es por estos motivos que la distinción como Entrenador del año es difícil de pronosticar, pero damos una lista de los posibles ganadores de la temporada que está en curso:
Brad Stevens (Boston Celtics)
A sus 41 años y con una larga carrera por venir y para ganar premios individuales y campeonatos, Stevens es posiblemente el candidato más fuerte para llevarse el Coach of the Year. Motivos tiene de sobra: Ha mantenido el nivel de los Boston Celtics e incluso los ha llevado por encima de Cleveland Cavaliers en la Conferencia de Este a pesar del las innumerables bajas por salidas de jugadores y por lesiones (la del All-Star Gordon Hayward a inicios de temporada es tal vez la más sonada); parece que hace jugar mejor a su equipo mientras más ausencias tiene. Pese a todas las rotaciones obligadas, los Celtics aún aspiran a terminar como primeros en su conferencia, pues están a dos juegos de Toronto Raptors.
Mike D'Antoni (Houston Rockets)
Aunque lo ganó el año pasado, los números que ha logrado esta campaña con los Houston Rockets obligan a colocarlo como elegible al galardón. No solamente ha hecho de los de Texas un equipo de más de 100 puntos por juego y certero desde el rango de tres; además, logró acoplar a Chris Paul, con James Harden, algo que muchos ponían en tela de juicio. Mejoró la ofensiva de su equipo y defensiva es la segunda mejor desde la pausa por el Juego de Estrellas; para no ir tan lejos, supo controlar la explosividad de los Golden State Warriors, colocando a su equipo en la conversación por el título.
Brett Brown (Philadelphia 76ers)
Los números no mienten, Brown ‘levantó’ a los 76ers de 28 victorias a 46 hasta ahora y para ello la dupla Simmons-Embiid (cuando no está lesionado) ha sido maximizada por el coach. El trabajo de Brown puede dimensionarse al ver que están a solo medio juego de los Cleveland Cavaliers en la lucha por el cuarto lugar del Este y que su defensiva es la tercera en rating de la NBA. Sin duda, Brett está demostrando que es el indicado para comandar ‘El Proceso’ y hacer de los 76ers una franquicia exitosa a mediano plazo.
Dwane Casey (Toronto Raptors)
Otro de los que se perfila como uno de los más fuertes es coach Casey, quien ha llevado a los de Canadá a ganar, 55 partidos y estar a uno de mejorar su récord de la temporada anterior, cuando ganaron 56. Casey está cerca de lograr el 65% de victorias con Raptors, los tiene en el liderato del Este y aunque Celtics están dos juegos atrás y deben enfrentarse esta semana, nadie le puede quitar al entrenador el hecho de llevarlos a ser la tercera mejor ofensiva y sexta mejor defensa de la NBA.
Terry Stotts (Portland Trail Blazers)
Con los Blazers, coach Stotts está a nada de acabar en el tercer puesto del Oeste, algo que parecía lejos a principios de temporada, pero con una marca de 47-29, que incluyó 13 victorias seguidas (dos contra Golden State Warriors, 1 contra Cavaliers, OKC, Jazz, y T-Wolves), no hay duda de que debe ser considerado. Con menos reflectores que sus colegas, ha potenciado a jugadores como Harkless y Aminu, y llevado a los de Portland al top 10 de la NBA en rating defensivo, el paso que necesitaban para competir en la recta final y en los playoffs, a los que llegan por 5 temporada consecutiva.
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Mención aparte merecen Quin Snyder, del Utah Jazz y Tom Thibodeau de los Minnesota Timberwolves.
Snyder: Si finalmente logra meter al Jazz a los playoffs, justificará de sobra haber estado nominado al premio. Su mayor virtud fue ‘sanar’ de manera inmediata un proyecto lastimado por la baja de Gordon Hayward y para ello la integración del español Ricky Rubio y la rápida adaptación del novato Donovan Mitchell fueron fundamentales. El Jazz es una ‘sinfonía defensiva y ofensiva’ y ello obedece a la dirección de Quin.
Tom Thibodeau: Si los T-Wolves regresan a playoffs después de 13 años sin quedar entre los ocho primeros del Oeste, uno de los artífices es su coach, quien tuvo la visión para construir un equipo que actualmente es séptimo en el Oeste y de mantenerse ahí lograría su primer pase a postemporada desde los tiempos de Kevin Garnett. Siendo un entrenador conservador, la gran incógnita de Thibs será ver hasta dónde es capaz de llegar con la plantilla que tiene.