<
>

Spurs y Suns cierran de forma electrizante los 30 juegos en México

MÉXICO -- El trigésimo compromiso de la NBA en México sufrió un duro golpe antes de que siquiera comenzara el juego ya que Devin Booker, quien llegaba como la gran estrella, no pudo tener participación por un problema en la mano derecha que será evaluada día con día, pero eso pareció no importarle a los asistentes, quienes, pese a la baja, disfrutaron de un duelo en el que quedó en evidencia que los San Antonio Spurs, pese a ser visitantes, tiene una gran base de aficionados, quienes también supieron reconocer lo que significa Ricky Rubio para el baloncesto en general.

Patty Mills fue el primero en tomar la palabra, dirigiendo unas en español, pero cuando fue turno del ibérico quedó en evidencia quién era el favorito para el choque del sábado e inclusive replicó la fórmula del esloveno que 'incendió' la Arena Ciudad de México el jueves: "como dijo mi amigo Luka Doncic, ¡Viva México, wey!", arrancando los aplausos de los seguidores.

El Jugador Más Valioso del último Mundial de la especialidad, donde se coronó al vencer a Argentina, tuvo un comienzo lento ya que no embocó ninguna canasta y sólo sumó dos asistencias, pero dejó en claro que sólo era cuestión que entrara en ritmo y de inmediato los Phoenix Suns lo notaron ya que el primer cuarto lo perdieron por un parcial de 28-18, pero en el segundo, con sus 12 unidades y otros dos pases que embocaron sus compañeros, cambió la marea en favor de los locales para borrar la diferencia e inclusive irse arriba por cuatro unidades.

En el último cuarto, con poco más de dos minutos por jugar, el español, pese a llegar a la marca de las 4,000 asistencias, fue presa de la desesperación cuando los San Antonio Spurs parecían escaparse ya que una cuestionable decisión de los oficiales derivó en una falta técnica para él y otra para Devin Booker, lo que le permitió a LaMarcus Aldridge montar una ventaja de 104-98, pero Rubio, como el líder del equipo que definió su coach Monty Williams, dejó en claro que no se quedaría callado ante lo que él consideraba una injusticia.

Lo parejo del duelo hasta el final invitó a que los más de 20 mil aficionados se mantuvieran de pie en las últimas posesiones incluida con la que los Suns, tras una gran jugada del europeo con Kelly Oubre Jr., nos envió al primer tiempo extra en México.

Rubio quería dejar en claro que era su fiesta y no iba a dejar que nadie le quitara el protagonismo tras la baja de Booker, quien se limitó a ver desde la banca, de forma intensa, quizá el duelo más electrizante que se haya vivido en México. El español embocó un triple que parecía definir el duelo, pero DeMar DeRozan y Patty Mills consumaron la revancha de lo ocurrido hace dos años cuando los Suns los sorprendieron detrás de la histórica actuación del N°1 de Phoenix que hoy no pudo hacer más por su franquicia.